Azul
Enviado por aniib00p • 23 de Abril de 2015 • Síntesis • 1.558 Palabras (7 Páginas) • 247 Visitas
AZUL
Es un libro con varios cuantos y poemas del escritor. Una pequeña reseña del escritor Rubén Darío.
El poeta:
Rubén Darío 1867-1916. Escritor nicaragüense periodista y diplomático, máximo modernista su obra azul es en versos y prosas y obtuvo una nueva era en las letras hispanoamericanas y dejo profunda hulla en las españolas.
Creador de un mundo poético, abrió los horizontes a generaciones futuras.
La aparición de azul en 1888 señalo el principio del profundo cambio en la concepción estética del escritor y también en la literatura hispanoamericana. Azul está compuesto por versos y cuentos en prosa. En los cuentos evoca a un mundo fantástico: faunos, gnomos, hadas, ninfas, cisnes, lagos de azur, parques versallescos, etc.
Los poemas aunque son un poco menos novedosos, se señalan una nueva sensibilidad, un nuevo sentido armónico que comprende una poesía ya no de ideas, sino de sensaciones. También se representan en lugares exóticos.
También aparece el amor en una dimensión física y carnal frente a la idea del amor.
“¡L´art c´est l´azur! (El arte es el azul), dijo el gran poeta. “si el arte es azul, pero aquel azul que desprende de un rayo de amor para encender los corazones, ennoblecer el pensamiento y engendrar las acciones grandes y generosas. Eso es el ideal, eso es el azul con irradiaciones inmortales, eso es lo que contiene el cofre artístico del poeta.”
EL REY BURGUES
Había una vez un rey muy poderoso que vivía en una gran ciudad, en un enorme palacio lleno de riquezas exóticas. Un día llegó al palacio un poeta pidiendo comida; el rey le contestó que si hablaba comería. Entonces el poeta comenzó a hablar del arte y de la poesía. El rey le interrumpió y preguntó a los que estaban con él qué hacer y un filósofo respondió que el poeta podía ganarse la comida tocando una caja de música, por lo que el rey dijo al poeta que por cada pieza de música que toque le daría un pedazo de pan. Al llegar el invierno, se olvidaron de él y una noche de nieve, el poeta murió de frío. Como había una fiesta en palacio nadie se enteró de su muerte hasta el día siguiente. Le encontraron con la caja como si estuviera todavía tocándola.
EL SATIRO SORDO
El sátiro era el rey de la selva un día fue a espiar a Apolo que tocaba su lira. Cuando vio Apolo al sátiro decidió castigarlo dejarlo sordo para que no pudiera escuchar a su selva querida. El sátiro tenía dos consejeros la alondra y el asno que le ayudaban a entender lo que no podía escuchar de su selva. Un día Orfeo un poeta que cuando tocaba su lira hacia sonreír a los animales cansado de la miseria de los hombres decidió ir a al reino del sátiro la selva, cuando llego allí empezó a tocar su lira y a cantar al sátiro al terminar Orfeo le pregunto al sátiro que si se podía quedar en su selva pero el sátiro les pidió ayuda a sus consejeros y él le negó que se quedara hay pero Orfeo no tenía a donde ir y se quiso ahorcar para quitarse la vida pero en lugar de quitarse la vida se casó.
LA NINFA
En el castillo de Lesbia, en la mesa se encontraban seis amigos actores, Lesbia comentó que le gustaban los sátiros, los seres mitológicos y las ninfas. Un sabio que allí se encontraba, basado en hechos históricos pasados, les dijo que ya bastaba de tanta sabiduría, pues al él lo que le gustaban eran las ninfas, pero que no existían. Pero Lesbia decía que él sí las veía. Un día de primavera, mientras un amigo de Lesbia (el que cuenta la historia) vagaba por el laberinto del castillo, escucho un ruido, se acercó al lugar y vio a una ninfa dentro de un estanque, salió de éste y se marchó corriendo por los rosales. Después se reunió con los demás actores y Lesbia les dijo el amigo había visto una ninfa y que ella lo miro. Todos quedaron asombrados.
EL FARDO.
Cuentan que el tío Lucas, un viejo pescador, iba todos los días con su hijo de pesca. Vendían lo que pescaban, y si había buena venta, por la tarde también iban a pescar. Pero un sábado, por el reumatismo, el tío Lucas no pudo ir, y mandó a su hijo ir solo a la tarea diaria. Pescó muchos fardos, y en uno, el más grande, se colocó encima de él para poder acabar su tarea, atando una cuerda a éste, para así poder subir las redes y agarrar los últimos peces (estaba ya acercándose
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