BREVE ESBOZO HISTORICO DE LOS INDIGENAS EN EL SALVADOR
kinder15Documentos de Investigación19 de Agosto de 2015
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BREVE ESBOZO HISTORICO DE LOS INDIGENAS EN EL SALVADOR.
Parte I
Elsa Ramos
"Los pueblos se enlazan con la muerte,
el día en que se divorcian de su historia".
Preámbulo
Al revisar en la actualidad la bibliografía en lo que se refiere a la historia de los indígenas de El Salvador, no se puede afirmar tajantemente que no hay nada escrito sobre ellos. Sí lo hay, pero si lo comparamos con lo escrito en otros países, se observa que la distancia es abismal.
Es una tarea urgente preocuparse y poner manos a la obra, es necesario investigar sobre la historia nacional, en todas las temáticas, pero en especial en lo que se refiere a los movimientos sociales y sus actores, enriquecer lo que ya esta escrito, llenar los vacíos que existen, en fin explorar nuevos senderos.
Es pertinente que se inicie un verdadero esfuerzo conjunto para escribir sobre temáticas específicas que aún no se han explorado y, en especial sobre los indígenas, en donde una de las características de los nuevos trabajos sea lo multidisciplinario.
El pueblo salvadoreño es producto de un largo y profundo proceso de mestizaje racial y cultural, en donde los actores principales han sido los ancestros indígenas y españoles. También han contribuido, aunque en pequeñas dosis, la sangre africana y de otros pueblos europeos y asiáticos.
Por otro lado, aunque la mayoría de l@s salvadoreñ@s se reconozcan como mestizos, ello no implica que no existan todavía grupos que se identifiquen a sí mismos como indígenas y que necesitan urgentemente rescatar sus raíces, preservarlas y transmitirlas, no sólo de forma oral, sino dejar plasmada su memoria histórica en blanco y negro, para que sea de conocimiento de la nación y para las generaciones venideras.
Los grupos indígenas al haber perdido los signos manifiestos de su identidad cultural, han dado lugar a que se piense que ya no existen indígenas propiamente dichos en El Salvador y por esa misma razón, generalmente se les subsuma dentro del grupo socio - económico de los campesinos; no necesariamente todos los indígenas son campesinos y viceversa.
De la revisión bibliográfica realizada hasta la fecha, en relación al tema indígena, aún no se encontró un trabajo riguroso que tenga como objeto único de estudio a los indígenas y que abarque a todos los grupos que existieron y que aún subsisten en el país, no se ofrece una panorámica histórica completa que conduzca de la mano al lector, en los pormenores del devenir histórico de éste grupo social.
Por ello, se considera que es necesario y conveniente realizar una investigación, cuyo objeto de estudio sean los indígenas, no sólo desde un punto de vista cultural, ni como curiosidad folkclórica, sino como verdaderos sujetos históricos sumidos en el olvido de los tiempos.
El objetivo principal del presente trabajo es realizar un panorama general del devenir histórico de estos grupos sociales, a partir de la época colonial, resaltando el hecho que ellos, los indígenas siempre han sido los protagonistas anónimos dentro de la historia nacional, o sea, se tratará de señalar el lugar que realmente deberían de ocupar por derecho propio dentro de la historia nacional.
Un segundo objetivo es contribuir en la medida de los posible en la recuperación de una parte de la memoria histórica de éste país, y con ello consolidar la conciencia nacional y apoyar el proceso de construcción de la identidad nacional considerando que la identidad como tal no es estática, sino que siempre es dinámica y esta en constante proceso de evolución, de reconstrucción, de acuerdo a las necesidades vigentes en cada período histórico.
En el trabajo aparecerán una serie de observaciones con respecto a la actitud y tratamiento de los españoles en relación a los indígenas durante el período colonial que al leerlos no son nada agradables, lo mismo sucederá con la actuación de los próceres en el proceso de independencia y con los gobiernos y gobernantes en las etapas subsiguientes de la historia nacional, se aclara que no es objetivo del trabajo buscar y señalar culpables, los hechos históricos ya están dados, lo único que hace el historiador es dar testimonio de los ocurrido y darle una interpretación y análisis contextualizados en el tiempo y en el espacio, procurando apegarse en la medida de los posible a la realidad concreta y tratando de no caer en posiciones maniqueístas ante los hechos históricos.
I- La negación del Indígena.
El tema acerca de los indígenas en El Salvador prácticamente no ha sido investigado en ninguno de sus aspectos, económico, político, social y cultural, incluso nos atreveríamos a afirmar que es el menos estudiado de los temas, especialmente en lo que se refiere a ellos como actores sociales de las diferentes etapas históricas por las que ha atravesado el país. Salta entonces a la vista las siguientes interrogantes con respecto al papel jugado por los grupos indígenas a través de toda la historia nacional: ¿quiénes fueron el soporte económico principal de la época colonial?; ¿quiénes fueron los cultivadores del cacao y del añil, los que construyeron las casas, palacetes, templos, monasterios, caminos y puentes en dicha época?. ¿A quienes agitaban nuestros próceres entre otros, durante el periodo de la independencia? ¿Quiénes eran los soldados que ofrendaban su vida masivamente durante las guerras intestinas y fraticidas de la federación centroamericana?, etc., etc. La respuesta es clara y obvia, fueron los indígenas salvadoreños.
La primera pregunta que salta a la vista es ¿por qué tanto olvido con respecto a ellos?
Aquí para responder a esta pregunta es necesario remitirse a otra serie de interrogantes: ¿Quiénes escriben la historia? ¿Cómo se escribe la historia? ¿Para quién y para que se escribe la historia? ¿Quiénes se apropian de la memoria histórica de los pueblos?
Ante la primera y la segunda pregunta, la respuesta es contundente, la historia la escriben los vencedores, los indígenas fueron los vencidos en la epopeya de la Conquista y por supuesto se narraron y se cantaron los hechos de los españoles en su propia versión, no la versión de los vencidos, es más en el caso específico de El Salvador, el estadio de desarrollo socio - económico y cultural alcanzado por las diferentes etnias, nos hace suponer que tal vez ellos no dejaron documentos escritos o puede ser también que si se encontraron fueron destruidos por la vorágine de la conquista y el fanatismo de los misioneros, o sea, no contamos con una versión propia y contada por los indígenas que habitaron el territorio de El Salvador, caso que no se dio en México en donde se cuenta con una crónica titulada "Visión de los vencidos", publicada por Miguel León - Portilla, o en el caso de Guatemala la publicación de "Nuestro pesar, nuestra aflicción: Tunetuliniliz, tucucuca", que es la recopilación de 22 memorias enviadas a Felipe II "el hermoso" en el año de 1572. O sea, nos hace falta la otra cara de la moneda.
En resumen con la conquista de los españoles del territorio americano, se inicia un nuevo ciclo en la historia nuestra, pero esta vez la historia no va a ser contada e interpretada por nosotros, sino que por ellos, se inicia la construcción e interpretación histórica de nuevo tipo, la europea, y con ello a la larga el europocentrismo, se borra la memoria histórica de los pueblos indígenas y en su lugar se coloca la española, adecuada a sus propios fines y esa es la historia que hemos conocido, la que nos enseñaron en la escuela y con la que hemos crecido, dándole gracias a dios que vinieron los españoles porque vinieron a "civilizarnos". Al respecto, el historiador mexicano Enrique Florescano dice lo siguiente: "La conquista y la colonización españolas cambiaron para siempre el destino de los pueblos indígenas y promovieron el nacimiento de un nuevo proyecto histórico. La invasión europea decapito el proyecto autónomo de civilización americana e impuso a la población nativa un nuevo lenguaje y los valores religiosos y políticos del mundo occidental".
"Simultáneamente a esa vasta transformación comenzó una nueva forma de registro y explicación del pasado, seguida por la intrusión de un nuevo protagonista del relato histórico: el conquistador. La conquista expulso al indígena del escenario histórico e instauro un discurso nuevo en casi todos los aspectos".[1]
Como lo expresa el escritor mexicano Carlos Montemayor, "que el error cometido por Cristóbal Colón al creer que América era parte occidental de la India y por ende, llamar "indios" a los pobladores que conoció en el Nuevo Mundo, se convirtió en una forma de negar la especificidad de cada una de las culturas mesoamericanas"; agrega que el apelativo de "indio o indígena" se ha convertido en "una condena, en un desconocimiento de la realidad social y humana de esos pueblos"; o sea, según el mismo autor, a nuestros ancestros aborígenes, no se les puede llamar ni indios ni indígenas, ya que, "cada uno de los pueblos que habitaban América antes de la llegada de los españoles tuvieron su propio nombre, el cual ignoramos por racismo" ...[2]
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