CAPITULO 6 HACIA UNA ARQUEOLOGIA DE LA ADMINISTRACION

CAPITULO 6

HACIA UNA ARQUEOLOGIA DE LA ADMINISTRACION

Lo que hoy conocemos como administración era realmente una “practica” sin discurso y sin una doctrina propia, lo que en las sociedades modernas significa fundamentalmente un corpus teórico llamado ciencia.

La “practica” puede ser entendida como todo acto rutinario establecido culturalmente por un grupo humano en diversos ordenes de la organización social definida por una especie de praxis. Las prácticas administrativas constituyen un saber altamente empírico y efectivo para logar los objetivos de bienestar colectivo, construido culturalmente mediante ensayo y error, añadiendo que, la centralidad de las prácticas administrativas en la organización de grandes conglomerados humanos exigía “un alto grado de organización económica, administrativa y militar”. Ello se precia desde las altas culturas.

El proceso de la creciente mecanización, así como la necesidad de ejercer un estricto control de los asalariados reunidos de forma masiva en las fábricas, -donde se vieron obligados a trabajar uno al lado del otro, cuanto antes lo hacían de manera separada y espontánea, y la necesidad de que cumplieran con los ritmos regulares de las maquinas, pues antes trabajaban de modo regular y espontaneo-, obligo a pensar los problemas de administración y control de una forma inédita.

Fue así como la fábrica, que se generalizo como sistema de producción hacia las décadas de 1830/1840 en Inglaterra, hizo indispensable para el desarrollo que se despojara al trabajador del control del proceso del trabajo, que en adelante se concentró en una estratificada capa de mandos medios de capataces y administrativos, representantes de empresarios.

Los códigos de disciplina estuvieron dirigidos a regular las nuevas interacciones sociales y las exigencias técnicas y laborales a que estuvieron sometidos los asalariados bajo el control de una “dirección técnica unificada”. Estos códigos generaron violencia, sanciones y expulsión de obreros. Pero, Durante el silo XIX, con el tiempo tales códigos se hicieron menos violentos, por la implementación de sistemas administrativos más modernos y sistemáticos.

Por otro lado, la cultura de las elites empresariales estaba imbuida de las tradiciones de paternalismo y autoridad para orientar las “relaciones industriales” con los cual quedaban absorbidos por acciones sociales que trascendían la empresa misma.

otro factor a tener en cuenta es la formación empírica de los directivos se orientaban a los aspectos específicos de la producción de las empresas lo que no facilitaba el intercambio de experiencias y personal entre ellas.

Las diversas iniciativas de producción escrita sobre los problemas de los talleres y fabricas fueron dando forma a un saber más sistemático y racionalizado y sus autores, en los países de mayor desarrollo industrial, La labor de estos primeros teóricos se centró en pensar las practicas que tradicionalmente habían asumido en las empresas para organizar e trabajo, muchas de ellas derivadas de la experiencia de toda una vida como empresarios técnicos, directivos o consultores.

Los primeros directores de fábrica pretendieron recoger por escrito su saber empírico practicando en las empresas con objeto de establecer principios universales dirigidos a la organización del trabajo, que pudieran explicarse independientemente de sus especificidades. Las practicas discursivas, es decir, prácticas que lograron trascender la acción empírica e inmediata y constituirse en un saber formalizado en textos escritos, estas prácticas delimitan todo un conjunto de enunciados que definen todo aquello que puede decirse, expresarse e imaginarse.

La administración como saber empírico, que para la época se adquiría exclusivamente en el mundo de los negocios, y la administración como corpus teórico que iniciaba a si su visibilidad y legitimidad desde las instituciones de educación superior, ámbito donde se centralizan las prácticas de enseñanza de la sociedad moderna.

CAPITULO 5

LOS PRINCIPIOS DE LAS ADMINISTRACION

 La división del trabajo ha sido un principio bien aceptado desde los días de Adam Smith, ha mediados del siglo xviii. El estudio detallado y el análisis de los procesos empezó con el desarrollo del ramo textil y había alcanzado un elevado estado de evolución en 1832.

Aunque en los últimos años los autores se han preocupado más en insistir sobre sistemas especiales enfocados al mundo industrial, que en desarrollar el esqueleto de un verdadero arte científico de la administración.

La administración se encuentra muy lejos de haber alanzado la categoría de una ciencia, sin embargo, La búsqueda de sus principios fundamentales es de gran importancia.

Los principios que regulan la administración son:

• El empleo sistemático de la experiencia: el análisis cuidadoso de lo que se va a intentar, y su referencia a los registros y normas de rendimientos existentes. En muchos casos, puede encontrarse que se presenten vacíos en la experiencia existente.

La experiencia tiende a mezclar la práctica tradicional. Es la forma más útil. Todo tipo de experiencia tiene que mezclarse en la mente de un hombre antes de que pueda utilizarse prácticamente; de aquí se sigue que la nueva experiencia debe cristalizarse, tan rápidamente como sea posible, en nuevas prácticas.

• El control económico del esfuerzo: tiene el objetivo de producir una acción organizada por ende es necesario controlar el esfuerzo en varias formas. Estas son división, coordinación, conservación y en las empresas industriales remuneración.

1. División de esfuerzo: principio universal en todas las actividades de       fabricación. Comenzando con el diseño que controla el límite máximo de división eficaz, normalmente se encuentra aconsejable que se divida también la operación en procesos. Habitualmente, estos corresponden cada uno a una máquina. Hasta cierto punto se controlan por los ajustes.
2. Coordinación del esfuerzo: en el momento en 1que empezamos a dividir el esfuerzo, tenemos que empezar también a disponer su coordinación. El esfuerzo administrativo no posee la misma tangibilidad y precisión que el diseño y el funcionamiento.
3. Conservación del esfuerzo: significa seguir la línea del mínimo esfuerzo para alcanzar un fin dado.
4. Remuneración del esfuerzo: tiene muy poca relación con los demás manejos del esfuerzo, porque estos serían siempre necesarios, aunque no se ofrecería remuneración alguna.
5. La función de comparación: la comparación se halla al final de la cadena y registra lo que se ha hecho y, en algunos casos, decide también si se ha hecho de conformidad con el diseño.

• El fomento de la eficiencia personal: las condiciones de la eficiencia personal son estas: el individuo tiene que sentir la dirección, tener el estímulo y la recompensa adecuada, ser físicamente idóneos y estar en buenas condiciones físicas, y recibir una asignación definida de la responsabilidad.

CAPITULO 4

ORGANIZACIÓN Y TEORIAS ORGANIZACIONALES

El estudio de las organizaciones tiene una vital importancia en nuestro desarrollo económico y constituye una porción muy significativa del objeto sobre el cual se aplica la Administración. La administración (del estado, del sector privado y también en términos educativos) ha merecido una mayor atención en sus tareas convencionales: administración financiera, de mercados, de la producción, de personal.

Organización se refiere a organizaciones productivas; de servicio: privada, publica; grandes, medianas y pequeñas, etc.es muy importante entonces tener en cuenta que el concepto de organización es más amplio al de empresa. Las organizaciones son organismos sociales, orientados al logro de objetivos con una división dada del trabajo.

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