Campos De Fresas
Enviado por francobefart • 27 de Octubre de 2014 • 591 Palabras (3 Páginas) • 229 Visitas
En la habitación que comparte con su esposo Dan, y rodeada por su mamá, su padrastro y su mejor amiga, el próximo sábado la estadounidense Brittany Maynard, de 29 años de edad, le pondrá fin a su vida, en sus propios términos, tomando una sobredosis de medicamentos recetados por un médico.
El video en el que cuenta su historia, y que en Youtube tiene más de ocho millones y medio de vistas, conmueve y revive el inacabado debate en torno a la eutanasia y al derecho a morir con dignidad. (Lea también: 'Una decisión voluntaria y consciente que debe respetarse').
En enero de este año, a Brittany le fue diagnosticado un glioblastoma multiforme, un agresivo cáncer de cerebro que redujo sus expectativas de vida a seis meses. Poco tiempo después, consciente del desarrollo y el desenlace que tendría con esta enfermedad, decidió mudarse con su familia de California a Oregon, uno de los cinco estados de Estados Unidos donde la eutanasia está permitida.
Y luego se dedicó a viajar y a vivir con intensidad los últimos meses. “No puedo expresar el alivio que siento de saber que no moriré de la manera que me han descrito que lo haría si muriera de mi cáncer”, dice en el video Brittany, cuya historia le valió la portada de la última edición de la revista People.
A partir de su declaración este portal se ha llenado de videos de gente que la apoya y la anima, y también de aquellos que le piden que conserve la esperanza, e incluso que desista de su decisión. La polémica entre los primeros, que claman por el respeto de la autonomía personal, y los segundos, que esgrimen razones morales, parece no tener punto medio.
Juan Mendoza Vega, presidente de la Academia Nacional de Medicina, explica que el abordaje de temas como la eutanasia o el derecho a morir con dignidad se enrarece cuando se argumentan razones de tipo religioso: “Por supuesto que son sumamente respetables, de eso no hay duda –dice Mendoza Vega-, lo que no se puede admitir es que una persona pretenda imponer sus creencias, en temas como éste, a otro ser humano”.
Para Martha Lucía Acero, quien hace ocho años apoyó y acompañó a su hermano en la decisión de recurrir a la eutanasia, lo que hay en el fondo es cierto temor frente a la muerte entre quienes censuran actos como éste.
Como Brittany, su hermano también tenía un cáncer de cerebro, irremediable. “Tras dos operaciones no había sido posible extirparle el tumor por completo. Estaba muy mal, cada día más acabado y cansado. Ya no quería luchar más, e incluso tuvo un intento de suicidio”, dice Acero.
“Le preocupaba acabar convertido en una carga –recuerda-, y en algún momento, viéndose tan mal, tomó la decisión de buscar la eutanasia y habló con la familia. Mi mamá se resistió al comienzo, pero poco a poco él logró hacer que entendiera. Hablamos
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