Capítulo uno“El Mochaorejas. Resumen y análisis
Enviado por juangydg • 8 de Abril de 2025 • Ensayo • 2.293 Palabras (10 Páginas) • 34 Visitas
CAPÍTULO UNO“EL MOCHAOREJAS”
RESUMEN Y ANÁLISIS
Tras la narración de la introducción a su libro en la cual nos podemos situar y poner perfectamente en la piel del autor, nos encontramos con el capítulo uno, un capítulo lleno de verdades y declaraciones que bien podrían escandalizar los pensamientos de cualquier mexicano sea o no sea conocedor del mundo jurídico; declaraciones que sin duda nos dejan con la boca abierta y que nosllevan a la pregunta: “¿Cómo puede ser posible que suceda esto?”. En este capítulo se nos habla acerca de Daniel Arizmendi ex policía, o mejor conocido por el apodo que los medios le atribuyeron en el año de 1998 cuando se le aprendió a las afueras de su domicilio: “El Mocha orejas” debido a que a durante su séptimo secuestro, le cortó una oreja a Leobardo Pineda, propietario de distintas bodegas en Ixtapaluca, Estado de México. Daniel Arizmendi se le dio las sentencias máximas de secuestro, delincuencia organizada, posesión de armas de fuego y homicidio calificado. Así como también se le quiso culpar de un intento de homicidio en la cárcel de Almoloya. En el relato de Jesús Lemus en su primer capítulo, se nos abre una ventana hallado más humano, donde podemos observar a un desgastado, arrepentido y sin esperanza Daniel Arizmendi, con quien acompañado de otros sentenciados por delitos igualmente de secuestro, nuestro protagonista y autor se encuentray sostiene una charla en donde salen a la luz diversas verdades que ganan su lugar en este libro de reflexión de vida y veracidad, donde si bien se nosplantea como eje rector a Daniel Arizmendi, también salen a flote otrosescándalos del sistema penitenciario, jurídico e incluso político de nuestro país.En este capítulo se nos da la bienvenida por la puerta negra, donde nossumergimos a los rincones inhumanos del sistema penitenciario de nuestropaís, encontrando declaraciones de realidades que distan mucho del respeto alos derecho humanos, en donde nos encontramos desde baños de agua heladadurante invierno hasta la privación de derechos como tener visitas defamiliares. E incluso declaraciones que afirman que la ayuda y atención jurídicadeja de existir desde el momento en el te dictan sentencia, sin mencionar lostratos inhumanos como golpizas o humillaciones de dejar a los reos desnudos,y las pésimas condiciones de salubridad y dignidad que tienen en lasinstalaciones penitenciarias. Así como también se exponen inquietantesconfesiones que te llevan inmediatamente al camino de la crítica, el análisis y elasombro, donde mencionan a grandes miembros de la policía o del gobiernoque se vieron en colaboración o tratos con los sentenciados que podemosencontrar como personajes en este primer capítulo, mencionando nombrecomo Alberto Pliego Fuentes, y citando declaraciones fuertes como: “Pero nohay gran diferencia entre los que estamos aquí encerrados y los que andan en la calle con la fachada de policías, a final de cuentas todos andamos tras elbillete, sólo que unos lo hacemos sin el fuero policiaco y otros sí se escudan enque son gobierno”, declaraciones que sin duda nos llevan a desear indagar mas sobre el tema, despertando nuestra incomodad como ciudadanosmexicanos. Algo que se puede destacar ampliamente y que nos deja el autor como ultimopunto a tocar en su capítulo para despertarte el interés de seguir leyendo es elhecho de que él nos narra que el hombre que veía: encorvado, débil, golpeadoy reflexivo era muy diferente y muy distante de la imagen que los medios ledaban a Daniel Arizmendi, incluso nos muestra su lado mas humano almostrarlo con un habla profundo, reflexivo y que hasta los mismos compañerosde la cárcel señalan de filosófico, así como también se aventura por el terrenode mostrarnos su fe y miedos, el cual era el miedo a la muerte, un miedo tanhumano que dista mucho de ser el miedo que un monstruo tendría, monstruoque fue el como los medios lo señalaron. Un capítulo controversial y quedespierta nuestro criterio e inclusive ética y moral en muchos aspectos que megustaría abordar en la conclusión del presente análisis.
CAPÍTULO DOS“LOS NARCOSATÁNICOS”
RESUMEN Y ANÁLISIS
Desde el recibidor de este capítulo ya nos topamos con una situación de declaraciones fuertes, donde la habilidad de pluma y de hazaña periodística de nuestro autor resalta en su conversación con el reo Juan Sánchez Limón quien le confiesa al autor su participación en el grupo político conocido como el“Yunque” cuya composición no hace mas que causar aun mas revuelo ya queinvolucra no solo a partidos políticos e instancias gubernamentales, sinoinclusive a grupos religiosos, ya que el grupo político del Yunque surgió en lazona limítrofe de Michoacán y Guanajuato, en lo que fue el bastión deresistencia de la Guerra Cristera, y se fortaleció cuando la Iglesia católicabuscó popularizar su lucha contra el avance del comunismo, apoyando a lasfamilias de algunos veteranos que participaron en la también denominadaCristiada, a través del partido del PAN (Partido de Acción Nacional).En este contexto el entrevistado Juan Sánchez Limón declara a nuestro autor que entregaba al procurador de Guanajuato, 300 mil pesos mexicanos,cantidad que era una “cuota” para dejarlo “trabajar”. Así mismo el entrevistadomenciona que llegó a participar en las reuniones del famoso grupo antesmencionado del Yunque, en el cual irónicamente realizaban colectas paraayudar a niños huérfanos de la iglesia, en donde tan sólo de entrada había quedar 20 mil pesos, y ya adentro del evento se daba lo que cada uno quisieraaportar, mencionando así que el encuestado llegó a dar 200 mil pesos juntocon su grupo de amigos para ayudar a los niños huérfanos. En estasdeclaraciones podemos toparnos con una situación que nos arrastra a unadiscrepancia ética y moral, si bien primeramente se nos aterriza a lasorprendente situación que si bien muchos mexicanos conocen o sospechan,aquí se nos confirma de golpe, en donde se nos dice que el gobierno denuestro país efectivamente trabaja en conjunto con la delincuencia, en dondesólo basta con una “cuota” para permitirles a los delincuentes seguir haciendosus fechorías, una demostración de que el gobierno no busca el erradicar de estos problemas sino que incluso hasta fomenta a que estos continúen acambio de dinero o diversos favores, formando una tóxica relación en dondelos perjudicados somos los ciudadanos mexicanos, formando una clase decompetencia indirecta en donde el fin en común de ambos es meramente elmonetario, mostrándonos que aquí no hay ningún “bueno” en el cuento. Así mismo se nos abre una ventana a un horizonte de duda y que a unapersona religiosa podría escandalizar, ya que: ¿Cómo es posible que el dineroque obtienen algunas instituciones religiosas provenga de las manos dediferentes grupos delictivos a través de estos grupos políticos que se jactan dehacer trabajo en beneficio y ayuda social?. Una verdadera ironía que sin dudarompe el corazón de esperanza y fe en la humanidad.Y es posteriormente donde llega el personaje de Álvaro Darío de León Valdés,mejor conocido como “El Duby”, sobreviviente de la secta de losnarcosatánicos, una banda delictiva que dio mucho de que hablar a los mediosy al escándalo público cuando se vino abajo el 9 de abril de 1989, cuandoaprehenden a David Serna Valdez justo en los momentos en que transportabauna carga de mariguana hacia Estados Unidos, a bordo de su camioneta pickup, deteniéndolo a la altura del kilómetro 39 de la carretera Matamoros-Reynosa.El Duby es sin dudas uno de los personajes más llamativos que podemosencontrar en el libro de Jesús Lemus, ya que en su contexto criminológico nosencontramos con la mezcla de esquizofrenia, adoración al Diablo, ritossatánicos y demás elementos que mezclan a la violencia del narcotráfico con elromerito de una mente perturbada y convaleciente de una fuerte enfermedadmental, dando una combinación sumamente intrigante.De acuerdo con nuestro autor El Duby quien había estado preso desde hacemas de 16 años desde la narración del libro de Jesús Lemus; redacta que sumartirio no es el soportar de las inhumanidades que se viven día a día dentrode la cárcel sino que el verdadero encierro es el que tienen los demoniosdentro de su mente, tales demonios tienen un nombre y es: la esquizofrenia,que de acuerdo con sus propias palabras es estar sujeto a los caprichos de sumente, a los vaivenes de su condición emocional que se desata a la menor provocación lo azota en el interior de su celda manteniéndolo postrado en unrincón la mayor parte del tiempo. Esta condición resalta mucho y su estado sepuede corroborar por lo que encontramos narrado en el presente capítulo,donde nuestro autor le pregunta si es cierto que creé en el diablo y este leresponde:“Cómo no voy a creer en el Diablo si todos los días lo veo, si siempre está aquí,si diario se acuesta conmigo en la cama y me susurra en los oídos. Su voz seoye toda la noche. Hay ocasiones que me hace reír, pero la mayoría de lasveces me da mucho miedo, me hace llorar, me hace arrepentirme de todo loque me ha tocado vivir...” Además que se menciona sobre los ataques que le daban en su celda, debidoa la falta de suministro de sus medicamentos correspondientes. Algo queabriendo paréntesis y pegándonos a los criterios establecidos por los derechos. En este capítulo, y cerrando el paréntesis anteriormente expuesto, el autor ytestigo Jesús Lemus nos muestra el retrato de el “El Duby” como la vívidapintura de una alma en pena, un cadáver en vida, uno de los tantos que siguendeambulando por los pasillos de las penitenciarias, mostrándonos que El Dubyprobablemente no tenía conocimiento de lo que estaba haciendo o que lo hizobajo su trastorno mental de esquizofrenia, porque incluso hay algo que llamó miatención y es que en este capítulo se menciona sobre el sonado caso deestudiante americano Mark Kilroy, quien de acuerdo con lo medios fuetorturado y dado en sacrificio para sus ritos, homicidio que común ypopularmente le atribuyen a El Duby, pero quien en su encuentro con el autor declara que él no lo hizo que él solo mató al líder de su banda: JesúsConstanzo, porque él se lo pidió, ademas de que asegura de que está vivoporque de acuerdo con sus creencias el iba a revivir gracias a las ceremoniasque practicaban las cuales también en éste capítulo narra El Duby a detalle,mismas ceremonias que fueron gustadas por los medios debido a los grandeshorrores que cometían como extracción de huesos, desmembramiento departes del cuerpo, o beber la sangre de los que (con descuerdo) con los medioseran víctimas pero que en este capítulo El Duby menciona que a ninguno se lemató, sino que todos lo hicieron de forma voluntaria ya que deseaban ser inmortales. Lo que me llevó a creer que debido a su trastorno mental se leadjudicaron dichos delitos cuando él pudo no cometerlos. Concluyendo así quees un capítulo que estoy segura es uno de los mas interesantes que podemosencontrar en el libro de Jesús Lemus.
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