Carlos Fuentes

La chica sin vida

Todo inicia con un anuncio de periódico para encontrar empleo donde Felipe Montero recibe un trabajo como secretario de la Señora Consuelo. Saga la ayudante del Gral. Consuelo le explica el trabajo a Felipe montero y él acepta los términos ya que la paga era de 4 mil pesos. El trabajo de Felipe Montero era organizar y reescribir las memorias del Gral. Consuelo. Un día Felipe Montero conoce a Aura (la sobrina de la señora consuelo) cuando la señora Consuelo le pide que le muestre o que su recamara, Aura sin saber y sin querer enamora profundamente a Felipe Montero con sus cautivadores ojos verdes.

Aura le dice a Felipe Montero que había una cena en una hora; cuando Felipe Montero revisa su recamara presenta algo de asombro al ver los objetos tan antiguos que se encontraban en su recamara y de lo brillante que se veía esta. Al momento de la cena Aura le hace saber a Felipe Montero que la Sra. Consuelo no va a estar presente, mas sin embargo, lo espera después de la cena en su recamara. Después de la cena Felipe Montero sigue las instrucciones que Aura le da y se dirige a la recamara de la Sra. Consuelo, la Sra. Consuelo le pide que empiece lo más pronto su trabajo y le da sus primeros manuscritos. Al siguiente día despierta y ya teniendo sus pertenencias acomodadas, desayuna e inicia su monótona labor pensando en el dinero y su futuro que le esperaba, pero después de comer, habiendo notado que tanto Aura como la Sra. se comportaban de igual manera pero a Felipe Montero no le importo ya que él solo deseaba, anhelaba, imploraba tener un encuentro con Aura, así que se retiro hacía su cuarto sin mencionar nada.

Después de ese día el decidió seguir haciendo su trabajo aunque no dejaba de pensar en el por qué del gran parentesco entre la Sra. Consuelo y Aura. Cada vez que Felipe Montero recibía los manuscritos del día se daba cuenta de nuevas cosas muy interesantes, cosas que para él le favorecían para sus pequeñas fantasías aunque al mismo tiempo los manuscritos le daban pesadillas cada vez más extrañas para Felipe Montero las cuales él tomaba como alucinaciones. Felipe Montero mientras más se fijaba en lo que pasaba más loca creía a la Sra. Consuelo aunque al mismo tiempo no le importaba ya que él se fijaba en Aura evitando lo que en verdad ocurria.

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