Carta A Un Joven Profesor

CARTA A UN JOVEN PROFESOR

El libro elegido para mi recesión ha sido “Carta a un joven profesor”. A pesar de ser un relato corto en él se abordan muchos puntos importantes del sistema educativo y se desarrollan ideas muy interesantes como replica a una serie de críticas que hace el autor a algunos procedimientos así como instituciones o a la propia Administración. Me ha parecido un libro muy interesante ya que como digo no es una loa a la educación ya que incluye críticas muy bien argumentadas al sistema y rompe en algunos casos con tópicos que rodean a la educación y a los docentes.

Uno de ellos se menciona en el primer capítulo, donde el autor se centra en deshacer la creencia de que la labor de los profesores de primaria no es tan importante como la de los de secundaría. El autor nos invita a “superar la representación tradicional que pone en oposición a la enseñanza primaria y secundaria “. Para él tan importante y difícil es “enseñar lectura en el primer curso de primaria como introducir a los adolescentes del último curso de bachillerato a la poesía de Mallarmé”

En el segundo capítulo nos habla de la importancia que ha podido tener en algún momento uno o varios profesores que nos hemos encontrado en nuestra época como alumnos. Esa persona que nos ha despertado la curiosidad por una asignatura que quizá hasta ese momento nos era indiferente y quien nos guió sin, en muchos casos, saber que era más que un mero transmisor de información. Todo esto es lo que nos alienta a intentar que se produzca el acto pedagógico. Entonces aspiramos a un encuentro ideal con alumnos perfectos. Pero, a veces, el abismo que hay entre nuestro ideal y la realidad nos hace sufrir, y muchas veces nos sentimos culpables de no poder alcanzarlo, cuando la administración de la escuela nos exigen cumplir al pie de la letra con unos procesos que en ocasiones no priman la función pedagógica. Por eso es importante que los que trabajan en educación tengan presente los hechos reales y no se queden con el ideal.

En el siguiente capítulo nos habla de la democratización de la educación dando acceso a todo el mundo a la escuela y a una formación. Sin embargo, el conflicto llega cuando los administradores deciden con total impunidad dónde, cómo y cuándo se debe dar el acto pedagógico. En ocasiones el profesor se puede ver inmerso en un complicado sistema de evaluación y corrección, en el intento de encontrar la forma de que un alumno pueda comprender los contenidos, etc. que hace que les aborde la sensación de no enseñar lo esencial de verdad a nadie, la de no haber cumplido con la función. Pero el autor nos recuerda que aunque en algún momento toda la burocracia, etc. nos parezca inútil y un obstáculo en el camino es necesario ya que nos lleva a un sistema escolar mucho más democrático que todavía sólo está en una fase embrionaria.

A continuación el Philippe Meirieu nos habla de ocupar su inteligencia como una “actividad, accesible pero difícil, difícil pero accesible”. Para ello sólo hay que ser rigurosos en la elección de materiales y muy preciso el enunciado y claras las instrucciones. Consiste en acostumbrar a los alumnos que encuentren por si mismos la información que ellos mismo construyan y descubran su propio saber.

El riesgo en este proceso es el de adquirir la mente del otro y controlarla o dirigirla directamente como la pantalla del televisor pero el autor se niega a “renunciar a los valores que considero propios del acto educativo”.

En el capítulo 5 el autor nos habla de la necesidad por parte del profesor de infligir motivación y trabajo, sin que ninguno sea condición indispensable para que se dé el otro. Esforzarse en hacer surgir la motivación del estudiante acompañándolo en su evolución, para que vaya encontrando el placer. Así, también, hay que trabajar con el mismo empeño para realizar un trabajo basándose en la motivación.

Por otro lado Meirieu, en el siguiente capítulo, nos habla de cómo actúan los estudiantes hoy en día en clase: como si estuvieran frente al televisor, “zappean” ya que mientras el profesor está dando clases los alumnos están haciendo diferentes actividades y esto va en detrimento de la atención. Los chicos y chicas hoy en día tienen una conducta caprichosa y con reacciones

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