Cartas del Diablo a su Sobrino de C.S. Lewis, enseñanzas
Enviado por Alejandra Carranza • 27 de Agosto de 2016 • Informe • 2.597 Palabras (11 Páginas) • 388 Visitas
Cartas del diablo a su sobrino
Clive Staples Lewis
A continuación se presentará lo que se ha aprendido del ser humano en cada carta de Escrutopo a su sobrino Orugario.
Carta I
Se nos hace muy difícil creer en lo extraordinario debido a que todo el tiempo tenemos algo conocido a la vista y el razonamiento no siempre nos ayuda a llegar a la verdad, pues nos planteamos muchas dudas que nos hacen permanecer en ellas sin querer confiar en que existe algo mas allá de este mundo. También se llega a aprender que el ser humano si necesita del conocimiento de cualquier cosa, ya que será lo que le ayudará a llegar a la verdad, por eso los demonios no quieren que nos culturicemos y la ignorancia es un gran problema para la sociedad.
Carta II
Es importante que la religión y creencia en Dios se inculque en una persona desde que es pequeña, ya que los hábitos y costumbres estarán apegadas a la misma. Mientras que alguien que de grande se convierte le es mucho más complicado porque no entiende que la iglesia no es un museo de santos, es un hospital de pecadores. Dios nos da el libre albedrio, y con ello podemos escoger entre afrontar todos los problemas con nuestra fe firme o simplemente rendirnos, la ventaja de poder superar estas pruebas es que nos hace más firmes en la fe.
Carta III
Ser cristianos no significa simplemente saberse la palabra al pie de la letra, se trata también de aplicarla en nuestra vida todos los días. No por centrarnos en nuestra formación interior vamos a descuidar lo que sucede alrededor nuestro y quitarle importancia a esos acontecimientos que también son significativos en nuestras vidas. La manera en que nos dirigimos a otros es sumamente importante, pues nuestros gestos pueden interpretarse de diversas maneras, por lo que se debe cuidar las palabras, tonos y repito, gestos al momento de querer decir algo, tratando de ser lo más amables posible.
Carta IV
Muchas veces caemos en el error de querer centrarnos completamente en nosotros mismos, en nuestros pensamientos y sentimientos, en vez de pensar y sentir con la mente y alma de Dios. Creemos que nuestro razonamiento es mucho más lógico cuando en realidad es solo un demonio el que nos tienta a caer en la cuenta de que esto es totalmente correcto. Debemos tener ese anhelo de conocer a nuestro Padre como quien verdaderamente es y no crear nuestra “propia versión” de quien creemos que pueda ser. Por eso es muy importante que nos interesemos por aprender de Dios, no inventárnoslo.
Carta V
“El vino es la recompensa de todos los esfuerzos de los demonios” porque provoca la angustia y el desconcierto de un alma humana. Me gusta cuando se le dice a Orugario que el deber debe anteponerse al placer, la que siempre he pensado que la verdadera satisfacción se alcanza al lograr algo que teníamos como meta alcanzar, no en un simple momento de felicidad que puede que después traiga total decepción hacia nosotros.
Carta VI
El ser humano tiende a caer en el egocentrismo muy fácilmente, debido a que los sentimientos de miedo y ansiedad o los sentimientos propios de caridad hagan que la persona se centre mas en ella misma y no tome en cuenta el entorno que lo rodea. Siempre habrá benevolencia y malicia en nuestros corazones, es nuestro deber guiarnos por los buenos sentimientos y no dejar que los malos de envidia y odio nos arrastren. En tiempos de guerra que en lo personal puedo interpretar como “malos tiempos” en nuestras vidas es cuando más necesitamos ser fuertes y no dejar que el miedo nos consuma. La buena voluntad, intelecto e imaginación nos ayudaran a llegar a estar más cerca de Dios.
Carta VII
Los demonios son muy astutos, y sabrán como tentar y hacer caer al humano indirectamente. Se presentan de una manera en que los podamos considerar buenos, fijándose en nuestras debilidades como fuente principal para atacar. Muchas veces enfocamos toda nuestra atención en un idealismo que podemos llegar a considerarlo parte de nuestra religión, haciendo así del mundo un fin y de la fe un medio. Como podemos tomar de ejemplo en esta carta el patriotismo y pacifismo, que pueden hacer que la persona se preocupe más de la propaganda de estos ideales que de sus oraciones.
Carta VIII
El amor incondicional que nos promete Dios, junto con la promesa de que el servicio a Él implica libertad, no es propaganda como muchos demonios nos han hecho creer a lo largo de nuestras vidas, es la mera verdad. Pues estamos sujetos a la ley de la Ondulación, porque el Señor querrá hacer que regresemos siempre a seguir su camino lleno de afecto. Lo más bello de Dios es como está dispuesto siempre a recibirnos con los brazos abiertos a pesar de que nos alejamos continuamente de Él, y constantemente deja que tomemos nuestras decisiones porque no quiere manipularnos y nos deja en libertad. Es un gran padre.
Carta IX
“El ataque tiene mucho mayores posibilidades de éxito cuando el mundo interior del hombre es gris, frio y vacio”, ya que nuestra salud y estado de ánimo influyen mucho en que caigamos en las seducciones de placeres de los demonios. Pero cuando tratamos estos placeres de forma sana, normal y satisfactoria estamos en el terreno de Dios. Los demonios logran evitar que regresemos a nuestro Padre Celestial, evadiendo la ley de la Ondulación, haciendo que logremos reconocer nuestra religión como una “fase nada más”.
Carta X
Muchos caemos lentamente en la tentación de alejarnos de Dios, por medio de la astucia de nuestros demonios quienes nos hacen creer que no tiene nada de malo lo que estamos haciendo e incluso pueden llevarnos a odiar la religión y a nuestro Creador. No nos dejan creer que al caer en un “nuevo placer” en realidad estamos cayendo en una tentación creada por un demonio. Las vanidades mundanas, la elección de amigos y el valor del tiempo son cosas que sin querer descuidamos y a las que debemos ponerle más atención. A veces nos creemos capaces de poder “lidiar” con las malas amistades, sin darnos cuenta de la mala influencia que estos pueden ser para nuestra alma.
Carta XI
Escrutopo describe cuatro causas para la risa:
• Alegría: aquella aceleración en el ritmo de la vida celestial, a la cual temen los demonios.
• Diversión: procede del instinto del juego, fomentan la caridad, el valor y el contento; aunque a veces nos pueden distraer de la voluntad del Señor.
• Chiste: nace de la percepción de la incongruencia. En el tema del sexo para los chistes están las personas que lo hablan porque da a lugar a incongruencias y las que utilizan el chiste como excusa para hablar del sexo. También hay personas que
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