Cazadores de microbios capitulo 10
Enviado por yolo97 • 2 de Septiembre de 2015 • Resumen • 605 Palabras (3 Páginas) • 28.611 Visitas
Capítulo X: Ross contra Grassi
En este capítulo se habla de las investigaciones de los dos científicos que ayudaron a erradicar el paludismo en el siglo XIX: Ronald Ross y Battista Grassi.
Ronald Ross era un médico nacido en la India que no sentía particular pasión por su profesión. Sin embargó, después de 1888 despertó su curiosidad por los montones de enfermos de paludismo en su país. Observó al microscopio la sangre de los enfermos de paludismo. El microbio causante de esta enfermedad ya había sido descubierto en 1880, y al no encontrar nada nuevo en las muestras realizó varios escritos argumentando que el paludismo se debía a un desarreglo intestinal.
En Londres conoció al médico inglés Patrick Manson, quien lo acogió bajo su ala y una vez más despertó su intriga respecto a este parásito. Observaron al microscopio al microbio del paludismo en sangre de marineros con una gran interrogante: ¿Cómo pasaba el parásito de un hombre a otro? La teoría de Manson era que los mosquitos bebían la sangre de los palúdicos, el parásito entraba en ellos, los mosquitos morían y caían al agua, agua que bebían las personas...
Ross, increíblemente motivado, regresa a la India con un arsenal de ayudantes, mosquitos y enfermos de paludismo. Descubre que el mosquito que transmite la enfermedad a los humanos es el de alas moteadas de pardo. De la misma manera, observa que las aves también se enferman de paludismo y experimenta con éstas. Una vez que los mosquitos están infectados y el parásito se desarrolla en las paredes de los estómagos de éstos, Ross descubre la gran verdad de la transmisión del paludismo: los mosquitos transmiten el paludismo al picar. Observó cómo los microbios se movían del estómago del mosquito a la trompa. Refutó la teoría de su padre científico y ganó el premio Nobel, pero se le acredita al doctor italiano Battista Grassi de los descubrimientos que ayudaron a eliminar el paludismo.
En 1898, Grassi parte a las tierras bajas, pantanosas y desoladas de Italia. Siendo prácticamente un experto en mosquitos, encuentra una especie de mosquito chupador de sangre característica y definida llamada zanzarone. Este mosquito tenía cuatro motas negras en las alas color pardo claro y al posarse, colocaba la extremidad del abdomen hacia arriba, diferente a los demás. Los naturalistas lo llamaron Anopheles claviger.
Grassi crió zanzarones junto con sus colaboradores Bastianelli y Bignami soltaron a los zanzarones en dormitorios de personas que nunca habían enfermado de paludismo, pero que se contagiaron. Una vez contagiados les dio medicamento e ignoró las críticas de periódicos locales.
Se documentó con los experimentos de Ronald Ross y los pájaros y descubrió que Ross tenía razón al observar los estómagos de los Anopheles hembras. Grassi incubó durante cuatro meses zanzarones y en las noches él y un grupo de amigos yacían sentados y descubiertos para ser picados por los mosquitos. Sin embargo, ninguno de éstos enfermó de paludismo. Grassi llegó a la conclusión de que "No son los hijos de los mosquitos, sino los mosquitos que han picado a un palúdico los que transmiten la enfermedad".
Comprobó sus hallazgos en Albanella el verano de 1900, protegiendo todas las ventanas con finas telas metálicas por las cuales ni el más sutil de los zanzarones podría pasar. Incluso él mismo se iba a dormir dos veces a la semana ahí. Su experimento fue todo un éxito, y de los 112 sujetos de pruebas, sólo 5 enfermaron. Grassi no obtuvo un Premio Nobel, pero fue aclamado en Italia y se convirtió en senador.
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