Civilización y barbarie en el matadero.

CIVILIZACIÓN Y BARBARIE EN EL MATADERO.

“Allá en la capital de Buenos Aires

a dudar me enseñaron los doctores

de Dios, de la virtud, del heroísmo,

del bien, de la justicia y de mí mismo.”^[1]

Martín Del Barco Centenera.

INTRODUCCIÓN.

El matadero, es el primer cuento argentino, es una construcción que critica a la argentina del siglo XX. Su creación data entre 1838 y 1840, descubierto por Juan María Gutiérrez entre los papeles de Echeverría y puesto en circulación en 1871, en la Revista del Río de la Plata.

Es un texto muy breve en el que se encuentra contenida una gran cantidad de violencia, en el cual se cuestiona la verdadera identidad de la literatura nacional.

Es un texto que sigue produciendo una sensación de confusión en el lector; el cuento posee un núcleo dramático en el que culmina la narración.

Su propósito es relatar la situación política del momento,  de inicio a fin la narración es impecable en la que se pasa de la pasividad a la acción a partir del episodio en que accidentalmente un niño es degollado.

Es este cambio en el que del mismo modo podemos apreciar el desarrollo de nuestra hipótesis, la cual expondremos a continuación.

HIPÓTESIS.

En El matadero, el autor desarrolla una dicotomía barbarie- civilización, la cual plantea como la base de la sociedad argentina de la época, para esto, me centraré en ciertos textos que estudia dicha dicotomía.

Esto puede observarse en los siguientes momentos: La zona histórica, la cuaresma, la abstinencia de carne, la iglesia y sus mandatos, el diluvio, el pánico entre los fieles, declarar a los unitarios como los culpables de la catástrofe, la escasez de carne y sus consecuencias, el matadero vacío, las disposiciones del gobierno, la matanza, el matadero y la descripción del ambiente, el ofrecimiento del primer novillo al Restaurador, presentación de la población, la pelea con el toro, el niño degollado, el inglés que se cae, el sacrificio del toro, y por último la llegada de unitario, su tortura y muerte.

DESARROLLO.

Barbarie:

En el texto podemos observar distintas patologías que para el autor son el sistema de una sociedad contaminada, esto, se vuelve la justificación de la brutalidad de su naturaleza y así mismo, en el poder y seguridad que les da tener la daga en la mano, una daga que pronto se convierte en una extensión de su brazo.

La gente que está en el matadero, está acostumbrada a desarrollarse entre un mundo que ve la matanza como algo normal y sin ella se encuentran insatisfechos.

El derramamiento de sangre y la muerte funcionan en el código social como una manera de tener cierto coraje, el matadero es un microcosmos idéntico al estado de las cosas que rige a la federación de Rosas.

Dentro del texto, la presencia de los federales es percibida por medio de los letreros pintados en las paredes del lugar “

Bauzá en su texto dice que “el sadismo, independientemente del placer que pueda provocar al que lo cometa, es para esas corporaciones marginales la prueba que el victimario ofrece a sus congéneres de hasta dónde puede llegar en un rapto de locura”.^[2]

Civilización:

Esta otra parte de la dicotomía está representada por el joven unitario, que el final de la historia es agredido y asesinado por los federales.

Durante el ataque, el joven es la parte seria, pasiva, etérea, bello, su lenguaje es cuidado, su vestimenta es el símbolo de lo que es civilizado.

En algún momento, al final del cuento, la gente del matadero logra hacer estallar en rabia al joven, casi como si estuviera preso de delirio gracias al sometimiento y la humillación:

El joven, en efecto, estaba fuera de sí de cólera. Todo su cuerpo parecía estar en convulsión: su pálido y amoratado rostro, su voz, su labio trémulo, mostraban el movimiento convulsivo de su corazón, la agitación de sus nervios. Sus ojos de fuego parecían salirse de órbita, su negro y lacio cabello se levantaba erizado. Su cuello desnudo y la pechera de su camisa dejaban entrever el latido violento de sus arterias y la respiración anhelante de sus pulmones.^[3]

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