Clitemnestra contra el prototípico hombre griego

Clitemnestra contra el prototípico hombre griego

Clitemnestra contra hombre

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Clitemnestra y su camino en contra del avasallamiento impuesto por el hombre griego

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Reina Clitemnestra: Maldita zorra

Clitemnestra: te adoro amor, me iré a dormir, mañana le ponemos título a la wea lksjkjk.

Javiera Alvarado

José Díaz

Valentina Marín

Castellano y comunicación, paralelo 2

A lo largo del tiempo, a la mujer se le han impuesto diferentes roles dentro de la literatura. Uno de los que más ha llamado la atención, por su perversión y psicología, es el de la reina Clitemnestra, dentro de la tragedia Agamenón, escrita por Esquilo. Nosotros en el presente ensayo, pretendemos analizar y describir la figura de Clitemnestra bajo el enfoque de la particularidad presente en este personaje femenino.

Para este análisis, primero veremos el contexto en donde se crea la obra, luego nos centraremos en el argumento de esta, para terminar con un análisis más profundo del personaje de Clitemnestra.

Para empezar, hay que fijarnos en el contexto en donde fue creada la obra. La tragedia Agamenón, fue escrita por Esquilo, en Atenas de la Antigua Grecia, en el siglo V a.c. Este fue el siglo de oro para los griegos, en donde la cultura era alcanzable para todos. En este contexto se realizaban concursos todos los años en Atenas, los cuales consistían en representar tres tragedias de diferentes autores. Esquilo fue uno de los más reconocidos junto con Sófocles y Eurípides.

Resulta fundamental destacar también el hecho de que todas las tragedias estaban fundadas en un argumento conocido, por lo tanto, no eran historias nuevas, y no se competía por la originalidad de estas, sino que por la manera en la cual cada autor lograba representar la historia, mediante el lenguaje lírico y los recursos propios que ofrece la tragedia. De hecho, la historia de Agamenón también fue representada por Sófocles, pero son totalmente diferentes la una de la otra. Cabe mencionar, además, que Agamenón de Esquilo, forma parte de la trilogía de tragedias titulada: La Orestía, que se centra en una serie de muertes mediados por la Erinis, diosa encargada de los asesinatos de sangre, en contra de la familia real de Tebas.

También debemos enfocarnos en el argumento de la tragedia, que como se expresa anteriormente en este escrito, es de conocimiento general y en esta obra es el siguiente: Agamenón se ausenta de su reino durante 10 años en búsqueda de la conquista de Troya. Ante la idea de que Agamenón sacrificó a la hija que concibió con Clitemnestra para que él pudiera partir a la guerra, porque los dioses Apolo y Artemis lo han dejado atrapado en Tebas, le resulta inaceptable a nuestra reina Clitemnestra. Entonces comienza a preparar la venganza de la muerte de su hija junto a su amante Egisto, que consiste en matar a su marido. Luego de vencer en Troya, Agamenón se dirige de vuelta a casa, junto a su profetiza y amante, Cassandra. Cuando llega al palacio, Clitemnestra lo sale a recibir ofreciéndole mil y un honores, adoptando una postura bastante viril al respecto, guardando compostura y actuando fría. Le exige caminar por la alfombra púrpura y Agamenón cree que es por la victoria de la guerra, pero Clitemnestra esconde sus verdaderas intenciones con este acto, haciendo el juego del honor de guerra versus el sacrificio que simbolizaba en ese entonces el caminar sobre la alfombra púrpura. Finalmente se cumple el presagio que Cassandra y otros han profetizado; Clitemnestra da muerte a Agamenón y a su amante, Cassandra, tal cual se ha planeado con Egisto para tomar el poder del reino.  

Como podemos observar, el personaje de Clitemnestra tiene un papel muy importante en el argumento de la tragedia de Esquilo. Es la provocadora de la muerte del Rey Agamenón, el mismo que conquistó Troya con su ejército en una duradera batalla.

La mejor arma de Clitemnestra son sus palabras, las que irá afilando más y más a través de la tragedia. Esta misma no representa a la típica mujer griega de la época, si no que la misma obra la caracteriza como una mujer: áspera, autoritaria, fría, vengativa y que a través del engaño se mueve entre la gente. Ella misma no deja avasallarse por ningún hombre, ni siquiera por su esposo que es un rey.  La vemos siempre a la defensiva, llegando a la discusión con quien se le cruce en el camino, lo que ella disfruta hacer. Ella deja su dote de autoridad bien claro en escena y lo demuestra con el cuidado del reino, durante los diez años que duró la guerra de Troya. Al regreso de su marido, se presenta un conflicto de autoridades, ella se niega a regresar la conducción del reino a su legítimo gobernante.  

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