Comentario de texto Los Gallinazos Sin Plumas
Enviado por mesp7113 • 4 de Noviembre de 2019 • Informe • 1.327 Palabras (6 Páginas) • 1.425 Visitas
Comentario de texto
“Los Gallinazos sin Plumas”
Julio Ramón Ribeyro fue un escritor peruano nacido en Lima el 31 de agosto de 1929 reconocido como uno de los mejores cuentistas de la literatura hispanoamericana del siglo XX. Estudió en la Universidad Católica del Perú y en Madrid, y presentó una tesis sobre literatura francesa en la Universidad La Sorbona. En 1953 ganó un concurso de cuentos del Instituto de Cultura Hispánica. En 1958 regresó al Perú para trabajar como profesor y director de extensión cultural en la Universidad Nacional de Huamanga y en 1960 regresó a Francia y trabajó como traductor y redactor de la agencia France Press. En 1983 ganó el Premio Nacional de Literatura en Perú y en 1986 obtuvo el cargo de embajador peruano ante la UNESCO. En 1993 regresó definitivamente a Lima y fue galardonado con el Premio Nacional de Cultura. Finalmente, en 1994 ganó el Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo y falleció el 4 de diciembre de ese mismo año.[1] Ribeyro perteneció a la corriente literaria de la Generación del 50. Esta corriente literaria nació en Latinoamérica en la década de 1950, justo después del terror que produjo la Segunda Guerra Mundial alrededor del mundo y durante las migraciones que se estaban dando en el Perú. La literatura de la Generación del 50 se caracterizó por su carácter urbano, por la sensibilidad social que exhibía, por representar insatisfacción y rebeldía ante el mundo caótico post-guerra, por el predominio de la simbología y por el ascetismo expresivo: decir más con menos palabras[2]. A través de la década de 1950 ocurrieron grandes cambios a través del Perú, América Latina y el mundo. A nivel mundial se estaba dando a cabo la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética. A nivel latinoamericano hubo una gran cantidad de cambios en el orden social de las personas y, más específicamente, en Perú, personas de las zonas rurales de provincia estaban emigrando a la capital en busca de una mejor vida, teniendo como resultado de estas migraciones los pueblos jóvenes en zonas de invasiones. El fragmento a analizar se encuentra en la tercera parte de la historia, después de que Efraín se cortase el pie en el muladar. Empieza con la frase “Tiene una herida en el pie”, dicha por Enrique hacia su abuelo.
El tema de la historia es el descuido que tiene un abuelo con sus nietos, priorizando la vida de un cerdo quien es la única forma de ingresos para la familia. El tema del fragmento es la prioridad que tienen los ingresos económicos frente a la salud y seguridad de las personas para esta familia inmigrante. El fragmento está dividido en cuatro apartados. El primero va desde la primera línea hasta la sexta y muestra el problema inicial del fragmento: la herida de Efraín. El segundo apartado empieza en la séptima línea y termina en la catorceava línea y muestra la despreocupación del abuelo frente a la salud precaria de su nieto. El tercer apartado se desarrolla entre las líneas quince y veintiuno y trata de la obediencia de los nietos a pesar de sus problemas con las órdenes. El último apartado empieza en la línea veintidós y sigue hasta la veintiséis. En este último apartado se ve cómo el abuelo puede llegar a apiadarse y, hasta cierto punto, redimirse no sin dejar de mostrar que su prioridad es el cerdo.
En la primera parte del fragmento el tema se muestra con la examinación del pie de Efraín. En la primera línea del apartado, con la frase “‘Tiene una herida en el pie’- explicó Enrique” se presenta el problema. La oración Tiene una herida en el pie nos dice a los lectores cuál es el problema y con el verbo explicó nos dice que el abuelo también tiene la información. Posteriormente, con las oraciones Don Santos examinó el pie de su nieto y La infección había comenzado se comprende, en primer lugar, que el abuelo mostró cierta preocupación por la herida y, en segundo lugar, da a conocer la gravedad del problema. En la siguiente parte del diálogo “¡Esas son patrañas! Que se lave el pie en la acequia y que se envuelva con un trapo” es dado a conocer, por el sustantivo patrañas, que al abuelo no le importó la salud de su nieto, a pesar de conocer la gravedad de su lesión. Y con la frase que se envuelva con un trapo se llega a conocer que en el corralón en el que viven no hay ni el más mínimo producto de medicina ni primeros auxilios.
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