Como razonan los abogados. Sobre la solución de los problemas jurídicos
Enviado por Anny Garcia Ubando • 27 de Octubre de 2015 • Ensayo • 2.363 Palabras (10 Páginas) • 629 Visitas
Contenido
INTRODUCCIÓN I
CÓMO RAZONAN LOS ABOGADOS 1
CONCLUSION
INTRODUCCIÓN
Sobre la solución de los problemas jurídicos…
La solución de los problemas jurídicos tiene dos aspectos: el práctico y el teórico. La única forma en que el abogado puede aprender a resolver los problemas jurídicos es resolviéndolos, para que su trabajo sea aceptable tiene que seguir éste a los cánones del pensamiento jurídico eficaz.
Y para ello la adquisición de hábitos útiles es esencial para triunfar en el juego. La teoría por sí sola no proporcionara hábitos útiles. En el mejor de los casos la enseñanza jurídica ha creado una combinación de dos métodos.
El objetivo de este libro es hacer explícito lo que está implícito en una buena enseñanza jurídica. Y el objetivo final de este libro es proporcionar una buena base para los hábitos de trabajo e, incidentalmente, para la crítica que le indique la naturaleza de los errores en las ocasiones cuando uno se da cuenta que el razonamiento jurídico se ha extraviado.
CÓMO RAZONAN LOS ABOGADOS
La historia natural de la solución de problemas. El razonamiento jurídico está encaminado a solucionar problemas y nuestro primer interés recaerá en la forma natural de la solución de problemas.
Los problemas se presentan en conjunto. El impulso inicial es obviar la dificultad con alguna solución fácil y repentina: siempre que podeos, tendemos a sustituir el esfuerzo del razonamiento reflexivo por respuestas comunes y poco exigentes. Pero cundo los problemas no se rinden a este tratamiento tan sumario y cuando nos percatamos de ello, empezamos el proceso de análisis.
Cuando se pone la experiencia anterior con problemas similares se convierte en una fuente de idea para las soluciones. Se reconoce la solución del conjunto de problemas y se actúa en consecuencia. Algunas veces, el proceso no llega a buen fin.
El mundo es demasiado grande para que un hombre pueda comprender todo por sí solo; y el ámbito del trabajo jurídico es una infinidad dentro de lo infinito.
Muchas de nuestras creencias las tomamos prestadas de otros; una gran parte del conocimiento lo hemos adquirido mediante la aceptación ciega, de las conclusiones alcanzadas por otros. Pero el conocimiento aceptado ha demostrado muchas veces ser falso e inadecuado; y sabemos que debemos ser sensatamente escépticos. Por ello es recomendable que sometamos a juicio crítico la opinión autorizada que llevamos a cabo para solucionar nuestro problema. Nuestro razonamiento eficaz cuando se trata de resolver el problema está orientado por el propio problema y por el propósito de resolverlo.
Ahora, se sabe que los sabios eminentes infunden fácilmente respeto. Pues cualquier solución que afirme una posición a la que se ha llegado por la aceptación de una autoridad, es un esfuerzo de la estabilidad que acogemos con agrado, mientras que una duda puede significar una serie de cambios y de adaptaciones. Y en tanto, la opinión autorizada es como máximo una ayuda para solucionar los problemas actuales. Es probable que en la solución de cualquier problema jurídico se ha tomado en cuenta hasta cierto punto, una opinión de autoridad. Pues a menudo es una parte útil y esencial del proceso del razonamiento reflexivo, pero su empleo puede representar la perpetuación del error.
La persona que posee cierta práctica en la solución de problemas adquiere la capacidad de pensar con seguridad ahorrando gran parte del tiempo que se pierde en el proceso de razonamiento cotidiano. Puede decir por qué las otras posibles soluciones son menos deseables y porque su conclusión es la correcta.
Si el abogado quiere triunfar en la parte de su vida dedicada al ejercicio de ley debe incluir una gran dosis de pensamiento reflexivo. La reflexión meticulosa no ofrece una total garantía de que esta sea la correcta.
Debemos tener en cuenta también que dado que el lenguaje es siempre abstracto y que la abstracción por lo regular va acompañada de cierta pérdida de la riqueza de la experiencia, el lenguaje es una fuente de olvido tanto como de recuerdos.
Experiencias pasadas y problemas actuales. El objetivo de la educación jurídica es proporcionar experiencia en la solución de problemas antes de que el estudiante ejerza su carrera. La experiencia pertinente tiene que movilizarse a fin de emplearla cuando surgen los problemas.
Los problemas presentes deben evocar un recuerdo de la experiencia pasada, la cual puede ayudar a solucionarlo. Cuando se ha aplicado una regla en el pasado para llegar a resultados apetecibles, los límites de aplicación se han extendido a menudo más allá de su utilidad.
La lógica y la solución de problemas. Durante siglos los dialecticos han tratado de descubrir las formas que validan el pensamiento. Si hay alguna forma inherente a todo razonamiento correcto, la solución jurídica aceptable de los problemas debería ejemplificarla.
Sugieren teorías que cuando se amplían y modifican por obra del pensamiento y del trabajo surgen más preguntas relativas a los hechos, que de nuevo sugieren una ampliación y modificación de las teorías. El proceso alterno continuo hasta que se reconoce una solución y se actúa en consecuencia. Los hechos y las teorías sin trascendencia se descartan, hasta que, al fin, surge la solución (que algunas veces es falsa).
El proceso del razonamiento tiene que ver algunas veces con los símbolos. El punto más difícil es la comprensión de que puede pensarse en las cosas sin el uso de símbolos. Las cosas en sí no tiene significado. Solo podemos pensar en las osas en si cuando podemos sustituirlas por significados. En resumen, el pensamiento, incluso en el plano más concreto, es abstracto; ya que sin abstracciones, las cosas son únicas, desemejantes de todo lo demás, sin un nombre ni forma significativos.
La lógica tradicional es una ayuda crítica más que constructiva, una técnica para diagnosticar el problema reconocido más que un medio para empezar a trabajar. La lógica es explicita y formal. Si la posición del lógico es que las formas que dan validez a las conclusiones están relacionadas en cierta forma con los buenos hábitos y, a veces son útiles para poner a prueba los hábitos, entonces no tenemos nada contra él.
Inferencia inmediata. Los lógicos distinguen entre la inferencia mediata y la inmediata. En la inferencia inmediata solo “se da” una proposición, y sus implicaciones se infieren. En la inferencia mediata “se dan” dos o más proposiciones, y sus consecuencias se infieren. La comprensión de una sola premisa es inferencia inmediata.
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