Comparativo Kafka y Baudelaire

Revolución más bonita de mi Miseria

                                       El concepto de revolución normalmente es asociado con actos impetuosos por defender ideas o cambios repentinos que se dan en la sociedad. Sin embargo, Charles Baudelaire y Franz Kafka se encargaron de lograr una revolución silenciosa y reflexiva, con el fin de hacer una declaración. A pesar de ser tildados por la sociedad sea por su contenido textual o por su inocultable rechazo por ciertos comportamientos políticos de su época. Por lo tanto, estos dos escritores son catalogados como revolucionarios, que sin importar su condición socia l se encargaron de exponer sus ideas.

         Las experiencias literarias “El Proceso” y “Las Flores del Mal” a pesar de no ser exactamente del mismo género literario y/o temas, se vinculan por un sutil hilo; la reflexión que dejan al lector y no solo eso la crítica que hacen de la sociedad y el Estado que están llenos de: opresión, falacias y excesos de poder. Sus textos muestran una constante lucha contra ellos mismos y contra el otro. Por eso en sus textos se ve una representación oscura y confusa de los ámbitos sociales y políticos. Además, su gran de sufrimiento espiritual.

         Baudelaire se encontraba en una época de cambios: la Modernidad, llena de glamur, etiqueta y clases sociales, donde lo que más importaba era tu estado social y económico. Pero Baudelaire era diferente, nunca fue el típico dandy que se caracterizaba por su elegancia, sino que destacó más por su intelecto convirtiéndolo en todo un flaneur, que odiaba la burguesía, sin embargo, vivía de ella.

Por su parte Kafka lanza un par de frases poderosas que van en contra de todo los que el sistema espera por “los funcionarios eran muchos sentidos como niños” (Kafka, 1803,136) o en el momento en el que Josef K, el acusado en su libro “El Proceso” decide tomarse la ley por sus propias manos demuestra la falta de credibilidad o respeto hacia ella. Con la finalidad de que sus obras tengan la capacidad de expresar un significado más allá de lo moral.

La dolorosa adolescencia de Baudelaire no fue el final de sus sufrimientos, pues su vida fue un constante martirio, desde romances prohibidos, familia disfuncional, repudio hacia la sociedad hasta la dolorosa enfermedad que lo llevaron a escribir perturbadores obras liricas, que sin necesidad de graficas explícitas que generan sensaciones incomodas al lector.

        Por otro lado, tenemos al misterioso Franz Kafka, un checo que no vivió exactamente en el mejor momento histórico, pero logro dejar un legado, aunque limitado en cantidad muy poderoso en cuanto a calidad. Narrativas con un lenguaje complicado, no obstante, rico en conocimientos. Gran parte de esto se debe a su experiencia, vivir en un momento de opresión no solo por su condición de civil, sino por su religión, donde ser judío podría llamarse pecado. Esto lo motivo a creer una identidad falsa que de cierto modo lo indujo a dictar la exterminación de los ejemplares originales.

         Que el hilo que los une sea delgado no significa que sea precisamente una cosa, sino que hay derivaciones de este, por ejemplo, la presencia constante del rechazo de las figuras de autoridad a causa del abuso de fuerza y poder, cito “(…) no hay duda que detrás de todas las actuaciones de esta corte, y en el caso de mi arresto y la diligencia actual, se esconde una gran organización (…)” (Kafka,1803, 71). Teniendo en cuenta las épocas de desarrollo hubo un desequilibrio los afecto directamente; en el caso del francés, el comienzo de un nuevo modelo de organización política como lo fue el Estado Moderno y la Primera Guerra Mundial que tuvo repercusión en la vida del individuo de clase media. Es Baudelaire vivió durante el desequilibrio social y la jerarquización y Kafka que tuvo que vivir los inicios de momento que históricamente siguen siendo muy violentos al recuerdo.

        Y a pesar de vivir en tiempos tan distintos manejaron las situaciones, que de cierto modo los llevaron a escribir de manera tan singular y real, dejaron marca en la sociedad, por su crítica y más allá de la crítica por su reflexión. Como la capacidad de Baudelaire de embellecer algo tan tenue como la muerte en un alivio, “La muerte nos permite vivir y nos consuela.” una frase tan cálida y fina que nos brinda su poema “La muerte de los pobres”. (Baudelaire, 1976, 193).

        Por otro lado, una compilación de ensayos de Baudelaire llamada “El pintor de la Vida Moderna” en la que expone tres ideas fundamentales: el arte se ve limitado por las etiquetas, rechazo hacia las obras que no van más allá de la época pues el artista siempre debe pensar más allá de y dice cómo cree que la interpretación de las obras debe hacerse desde la libre visión individual del artista clasificando así su forma de pensar al artista moderno. Estos postulados dan paso a la forma en la que él ve el arte como una forma de vida.

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