Conflictos en la pareja
Enviado por • 16 de Mayo de 2014 • Informe • 2.160 Palabras (9 Páginas) • 285 Visitas
Existen dos creencias básicas que crean conflictos en la pareja.
Si mi pareja me ama:
Va a ser y actuar como yo quiero (porque eso es lo mejor para los dos).
No vamos a tener problemas de comunicación (porque nuestro amor va a resolver todas las dificultades)
Estas creencias son erróneas, porque hay muchas cosas que hacemos y que lastiman a nuestra pareja o que provocan problemas y que no están relacionadas con la falta de amor.
Pueden estar provocadas por falta de habilidades, mitos y creencias equivocadas, problemas personales, etc.
Pero quién está convencido de estas creencias, ve las diferencias y los problemas como falta de amor.
Recuerda que cada persona viene de familias diferentes, con costumbres distintas, en donde un mismo gesto o conducta puede significar diferentes cosas.
Veamos el siguiente ejemplo:
Martha viene de una familia en donde se considera que la mujer tiene los mismos derechos que el hombre.
Le enseñaron a luchar por lo que quiere.
Aprendió de sus padres que cuando la mujer no está de acuerdo con su pareja, no tiene que aceptar sus deseos.
Lo hablan, lo negocian y si es necesario lo discuten.
En la familia de Enrique, el papá es el que decide todo.
La mamá siempre acepta sus decisiones.
El es una persona autoritaria y ella sumisa.
Enrique ha visto esto toda su vida y cree que es lo normal.
Enrique y Martha se van a casar.
¿Qué crees que espera Enrique de su mujer?
Y ¿cómo crees que va a actuar Martha ante la conducta y expectativas de su pareja?
La conducta de uno va a ser mal interpretada por el otro, provocando molestia o enojo en los dos.
Por mucho que se quieran, si no hablan sobre lo que cada uno espera del otro, si no tratan de entender y aceptar sus diferencias y establecer nuevas "reglas" para ellos, el matrimonio no va a funcionar.
Y no tiene nada que ver con el amor.
Esta misma situación se da entre amigos, socios que comparten un interés común o cualquier relación cercana.
El problema básico, como pareja, es la falta de comunicación.
En lo personal, cada uno tiene que tomar consciencia de su forma de pensar, de sus sentimientos, la forma de expresarlos, sus expectativas, creencias personales, etc.
Tiene que reconocerlos y responsabilizarse de ellos, para no culpar a la pareja de aspectos personales.
Pero en cuanto a las expectativas de la relación y las molestias provocadas por dicha relación o por la conducta de la pareja, la única forma de resolverlas, es hablándolo.
regresar a las causas.
Límites.
La relación de pareja es una relación de dos.
Hay aspectos que no se comparten con nadie más.
En algunas ocasiones, compartimos una parte de esa relación con ciertas personas: amigos, hijos o familiares.
Para que cualquier relación funcione es importante que existan límites claros.
¿Tienes definido hasta donde, cuando y quienes pueden intervenir en tu relación?
¿Lo has hablado con tu pareja o cada uno de ustedes da por hecho que el otro piensa igual?
¿Hablas con tu pareja sobre lo que sí se permite entre ustedes y lo que no se acepta?
¿Lo que comparten con los demás y lo que sólo es entre ustedes dos?
¿Tienes claro cuanto tiempo es sólo para tu pareja y cuanto es para los demás o para otras actividades, incluyendo a los hijos y al trabajo?
Una relación de pareja está compuesta por dos personas y son esas dos personas quienes deciden qué límites poner, cuando hacerlo y con quién.
Los límites favorecen el respeto y la unión entre los miembros de la pareja. No los descuides.
Si no ponen límites claros, por no lastimar a la familia o amigos, están dañando la relación de pareja.
Cuando no hay límites, la intimidad se afecta y se crea un gran resentimiento hacia la pareja o hacia los demás.
regresar a las causas.
Intimidad.
La intimidad se refiere a una relación basada en el apoyo físico y emocional, la confianza y la libertad que comparten dos personas y que da como resultado una conexión especial.
Es lo que nos permite compartir nuestros pensamientos, sentimientos, sueños, etc., sin temor a que la otra persona utilice esa información para causarnos dolor o malestar.
Mientras mayor la intimidad y el espeta, mayor probabilidad de unión y bienestar en la pareja.
¿Qué tan cerca, física y emocionalmente te sientes de tu pareja?
¿Te gusta estar con ella, ustedes solos o lo evitas, buscando siempre la compañía de otras personas?
¿Cómo te sientes cuando están ustedes dos solos?
Es normal que la distancia entre las parejas varíe.
La intimidad aumenta y disminuye, de acuerdo a las diferentes situaciones por las que atraviesa la relación.
Los cambios personales también hacen que la distancia se modifique constantemente.
A veces es mayor, a veces menor.
Esto es normal.
¿Pero qué sucede cuando preferimos estar siempre rodeados de otras personas?
¿Cuándo nos sentimos incómodos o molestos si sólo estamos nosotros dos?
Cuando esto se da, es el momento de prestar atención.
Algo está sucediendo en nuestra relación.
¿Te sientes cómodo y seguro cuando compartes con tu pareja tu mundo personal?
¿Tus pensamientos, sentimientos, valores personales, defectos y temores?
¿Sabes que van a ser escuchados y respetados, aunque piensen de manera diferente?
Recuerda que cada persona tiene un concepto distinto de intimidad y que no todos tenemos las mismas necesidades.
Hay quien disfruta o necesita de mucha intimidad y hay quién, por diferentes motivos, le tiene miedo, se angustia ante ella o necesita de un mayor espacio personal.
Cuando nunca hay distancia, se crea dependencia.
Cuando la distancia es excesiva, cada uno acaba haciendo su vida por separado.
La intimidad puede perderse por:
Falta de respeto.
Mal manejo de las emociones. Las propias y las de la pareja.
La rutina.
Los problemas.
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