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Consolidado El Gran Tablero Mundial, La Supremacía Estadounidense Y Sus Imperativos Geoestratégicos


Enviado por   •  18 de Abril de 2014  •  4.089 Palabras (17 Páginas)  •  523 Visitas

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EL GRAN TABLERO MUNDIAL

LA SUPREMACÍA ESTADOUNIDENSE Y SUS IMPERATIVOS GEOESTRATÉGICOS

I. INTRODUCCIÓN.

Desde la antigüedad, la zona euro-asiática ha sido el más importante escenario del progreso y choque de diversas civilizaciones, las que con el tiempo, producto de su creciente poder militar, fueron convirtiéndose en imperios que ejercieron su influencia sobre gran parte del mundo conocido (Roma, China ). Sin embargo, cuando su dominio se fue socavando, la restauración imperial se volvió imposible.

El imperio mongol , que mantuvo su control político apoyándose principalmente en conquistas militares, para luego adaptarse a las condiciones locales, comprendió un área tan vasta que constituía el símil de lo que fue la URSS y la actual China juntas.

A partir del siglo XV, entonces Europa se convirtió en el centro del poder global, con hegemonías europeo-occidentales que buscaron consagrar su poder en ultramar, no alcanzándola nunca en la propia Europa. De ellas, destacan Rusia (sucesora del imperio Mongol), España hasta mediados del siglo XVII, Francia hasta 1815 y Gran Bretaña hasta la Primera Guerra Mundial (I G.M.).

Sin embargo, ninguno de los imperios antes mencionados fue global. Hubo que esperar hasta el siglo XX, para que, apareciera en el escenario mundial un país de otro continente que alcanzaría durante ese siglo un rol preponderante y hegemónico: Estados Unidos de Norteamérica (EE.UU.).

II. NACE UNA POTENCIA MUNDIAL.

Previo a la I G.M., EE.UU. ya era una potencia económica, constituyendo el 33% del PNB mundial.

Estallada la Gran Guerra, su intervención se materializó en una proyección militar sobre Europa sin precedentes, que influyó favorablemente en el resultado de esta. Por otra parte, su campo de acción diplomático se vio fortalecido y tomó un rol preponderante, al intentar aplicar sus propios principios para cooperar en la solución de los problemas internacionales de Europa. Como resultado anexo, el continente europeo se encontraba devastado por la guerra y sin ninguna potencia que prevaleciera sobre las demás, lo que dio inicio al fin de su preponderancia política, económica y cultural sobre el resto del mundo.

En la II G.M., su intervención, en conjunto con la Unión Soviética (URSS), permitieron la derrota de Alemania, a la vez que se dio inicio a la rivalidad entre estas dos grandes potencias, una marítima – EE.UU. – y otra terrestre – URSS –, que representaban a América del Norte versus Eurasia (bloque sino-soviético).

La URSS, con su doctrina comunista, de dominio en Europa oriental y con China como aliado (comunista, pero con una base de aplicación diferente) versus EE.UU. con Europa occidental, Japón y Corea del sur como aliados estratégicos.

El resultado de esta pugna de poder e intereses, se decidió finalmente en base a acciones no militares. La fortaleza económica, cultural y tecnológica de EE.UU., versus la ortodoxia dogmática del comunismo, su estancamiento económico, la ruptura del bloque sino-soviético y el rechazo del gobierno de Moscú por parte de la población no rusa, terminó por desintegrarla, dejando a EE.UU. como la gran potencia de hegemonía mundial hasta nuestros días.

III. El Tablero Euroasiático.

Según el autor, “Eurasia es la principal recompensa” geopolítica para Estados Unidos, área geográfica del planeta en donde se han desarrollado los acontecimientos más relevantes de la humanidad, los grandes imperios y por supuesto fuente de riquezas que la hacen deseadas por los estados-naciones con ambiciones de primacía global. Actualmente, Estados Unidos ejerce su influencia en Eurasia; ya que, sus gobernantes han comprendido que de ello depende su permanencia como potencia hegemónica mundial.

La tesis de Brzezinski es válida, debido no solamente a que Eurasia es una gran porción de tierra. A saber, posee el 75 % de la población mundial, más del 60% del PBI internacional, es la región políticamente más activa, cuenta con las potencias económicas, militares y nucleares del globo.

El tiempo que perdure la hegemonía será de importancia fundamental, no solo para los intereses de Estados Unidos, sino también para la mantención de la paz mundial. El fin de su hegemonía o bien la emergencia de una nueva potencia capaz de disputar esta supremacía, produciría una situación de inestabilidad generalizada en el planeta y por ende anarquía.

La presencia de Estados Unidos en Eurasia, desde el término de la II Guerra Mundial, pretende contener periféricamente este espacio terrestre como una medida de impedir el crecimiento de potencias que pretendan disputar su hegemonía mundial. EE.UU., al igual que Francia (Napoleón) y Alemania (Hitler), sigue la teoría de Mackinder en cuanto a la importancia del continente Euroasiático: “Quien gobierne Europa Central dominará el Heartland (Tierra Corazón), quien gobierne el Heartland dominará la Isla Mundial; quien gobierne la Isla Mundial dominará el mundo.”

Pero ¿cómo ejerce su poder, influencia y anhelada permanencia como superpotencia EE.UU. en la actualidad? A diferencia de los antiguos imperios autárquicos, que imponían su dominio en base al sometimiento, Estados Unidos basa su estrategia de dominio en la democracia, buscando acuerdos y coaliciones que le permitan mantener su presencia militar en Eurasia. En efecto, ha logrado imponer sus términos a través de los frentes Económico, Político, Cultural y Militar.

La disolución de la Unión Soviética, trajo como consecuencia el surgimiento de nuevas repúblicas. Esta diversidad de estados obligó a plantear mecanismos multilaterales para el logro de objetivos. Consecuente con su política de potenciar acuerdos y coaliciones, EE.UU. inicia una ofensiva para cautivar el interés de estos nuevos Estados (Ej: la OTAN), además de apoyar el fortalecimiento de la UE. EE.UU. se da cuenta de que el uso directo del poder tiende a sufrir el rechazo de la comunidad internacional y que el arsenal nuclear ha reducido su utilidad para lograr objetivos nacionales. Finalmente, la interdependencia económica hace poco rentable la imposición a través de una maniobra militar para ejercer poder e influencia.

El autor, presenta entonces la geoestrategia en Eurasia como un juego de ajedrez en donde el movimiento de las piezas en el tablero lo imponen los estados con la mayor voluntad política por ejercer un protagonismo tendiente a imponer sus intereses o participar de los beneficios.

Estados Unidos centrará su esfuerzo de dominio en base a maniobras militares, la diplomacia, el fomento de coaliciones y la cooptación más el despliegue de recursos políticos. Lo anterior, con el fin de neutralizar la influencia de otros estados en su plan geoestratégico. Por lo tanto,

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