Cuento Maravilloso

Un día estaba corriendo como todas mis mañanas por la plaza de Turenje, me encanta pasar por ahí, es verde, hay perros, etc. Pero mi día siguiente al salir de mi casa en camino a la plaza a correr, me encontré con dos extraños amarillos ñomos, o eso parecían, me empezaron a tratar de decirme muchas cosas, pero no entendía nada. Los invite a mi casa a que pasen, moviendo la mano para darles a entender que pasen, les ofrecí un café pero con la cabeza me hicieron comprender que no querían, entonces al rato me di cuenta como podía hacer para que los ñomos me pudieran decir por que venían y que me intentaban decir antes. Empezaron a hacer dígalo con mímica, ¡no podía parar de reírme, eran tan graciosos! Hasta que la parte de las risas se habían acabado, entendí algo muy raro, me habían dicho que había una ?julor? que por lo que entendí es una bruja en nuestro idioma y que yo tenía que luchar contra ella. No les creí al principio nada de lo que me decían y pensaba que era un sueño, pero luego al salir de mi casa a correr un enorme remolino paso por enfrente mio, parecía tener a una bruja en el medio, mientras que el remolino pasaba entendí que la bruja decía ? este es el momento, no seas cobarde, ven a luchar? me asuste demasiado, seguí de largo y continué mi camino, pero la plaza ya no era como antes estaban los arboles cortados, los perros andaban sueltos, y ya no era lo mismo de siempre, al rato volvieron los ñomos, me dijeron por lo que entendí que debía luchar con la bruja por que sino destruiría todo. Con miedo me prepararon los ñomos a luchar y espere hasta el día siguiente en el que luchare con la bruja. Llegó el día, con mucho miedo me vestí y salí para la plaza, esta vez vino la bruja con toda su tropa, luchamos y casi me derrota pero cuando caí al piso encontré una espada que se dice que el único que puede agarrar la espada era el que estaba con el bien, la agarre y llevaron a la prisión a la bruja. Todos se pusieron muy felices e hicimos una fiesta para festejarlo. Recreamos la plaza y todo lo destruido y seguimos nuestras vidas.

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