Digresión Sobre La Sociología De Los Sentidos. George Simmel

Percibir con los sentidos a otro hombre u hombres tiene una importancia sociológica muy importante. Más claro con los sentidos de la vista y el oído, esto por su presencia sensible en el mismo espacio, claro esta que con estos sentidos no podemos determinar el conocimiento total de una persona, es solo lo que alguien experimenta cuando ve u oye a alguien, determina si es de su gusto o desagrado.

Para Simmel los ojos desempeñan una función sociológica particular, por un lado explica, que una mirada da vida a una relación mutua y pura que exista, siendo esta la más inmediata de las relaciones sociales creando una unión. Esta unión creada por una simple mirada es la unión con la reciprocidad más perfecta que existe en el campo de las relaciones humanas, ya que para que exista se necesitan de dos personas compartiendo miradas. Pero la significación sociológica depende principalmente del rostro que se ofrece como el primer objeto de la mirada de hombre a hombre ya que este refleja todo el pasado y ha tomado forma de rasgos físicos.

El hombre recuerda mejor lo oído que lo visto, a pesar de que las palabras y sonidos son más fortuitos que las imágenes. La oposición que existe entre el oído y la vista es la prolongación del doble papel para el que parece designada por si sola la vista, esto determina en la división de trabajo de los sentidos, pero en conjunto se complementan mutuamente, la vista percibe la permanencia del hombre mientras que el oído se queda con sus expresiones transitorias que después desaparecen.

Sociológicamente la diferencia entre la vista y el oído, es que el oído se caracteriza por la falta de reciprocidad que produce la mirada cara a cara, esto solo es posible con la ayuda del lenguaje. Otra diferencia es que la vista se encuentra frente a objetos de la propiedad privada ya que posee lo visible, el oído no posee nada ya que en cuanto aparece ipso facto desaparece. Estas diferencias producen sociológicamente muy diversas relaciones entre los individuos, según que sus asociaciones descansen sobre uno u otro sentido.

Frente a la significación sociológica de la vista y el oído, queda en segundo termino la de los sentidos inferiores aun cundo en el olfato no sucede esto, con el olfato no se forma un objeto, las sensaciones del olfato no siempre se pueden describir con conceptos y es por eso que encuentran muy pocas resistencias de pensamiento y voluntad las antipatías y simpatías, siendo estas de gran importancia en la relación sociológica. A medida que se afina la civilización, decrece la agudeza perceptiva de los sentidos, al paso que aumenta la sensibilidad para lo agradable o desagradable dé la impresión, este crecimiento trae consigo mas repulsiones que alegrías.

Al hombre moderno le molestan incontables impresiones, en consecuencia se tiene la tendencia a la individualización del hombre moderno, esto lleva consigo un

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