Dios es redondo

Ensayo del libro: Dios es redondo de Juan Villoro

Segundo Periodo

Juan Villoro encuentra la forma de narrar emociones, sentimientos, ideas, persepciones, momentos y anécdotas en un sólo libro. No sólo en el caso de Dios es redondo se puede encontrar esta habilidad del escritor y periodista en otras obras, es famoso por su novela ****. Y es que tiene una particular forma de narrar se traslada al lector al momento preciso de los hechos.

Dios es redondo es un libro que habla de fútbol. De la pasión en la que Villoro se ve inmerso, de los partidos o hechos que a presenciado y una que otra plática con conocedores del tema. Para una persona que no es tan conocedora del fútbol, también puede ser interesante leerlo porque la clave para todo escritor, es poder transmitirle a cualquiera un sentimiento. En este caso es asi.

Si no se tiene conocimiento acerca de los personajes (la mayoría iconos futbolísticos) es probable que se llegue a tener una noción. Lo interesante es la historia que cuenta o en este caso las historias. Juan Villoro mezcla la anécdota con los argumentos y a veces citas o comentarios que sustentan su punto de vista. Es profunda la manera en la que detalla cada acontecimiento no sólo por fuera, si no poniendo claro lo que el personaje mencionado esta sintiendo o piensa.

En el libro Villoro aclara que es amante del fútbol, aunque también de otros deportes. En este caso comparte la idea de que en el fútbol se encuentran las raíces por ejemplo el lugar de procedencia, la cultura el lugar donde vives, una identidad que en este caso el escogió al Necaxa porque quiso, aunque fueran los electricistas, además una forma de creer que como dicen el fútbol es religión pero lo más importante, una vida, porque en este libro queda claro que un partido de fútbol te remonta a la niñez, en el esta la infancia que dificilmente se puede soltar.

Villoro invita a los lectores a enamorarse del fútbol como él lo hace o mínimo a verlo de otra forma. Se narran hechos que todos conocemos pero que pocos saben definir claramente. ¿Quién se fija realmente en los festejos futbolísticos? Villoro adentra a los lectores a conocer las manifestaciones humanas dentro de un festejo provocado por un gol. Describe a Cuauhtémoc Blanco platicando una anécdota en la que el futbolista fue amonestado por su celebración perruna y además de una detallada descripción del tipo de jugador que es, es decir ese que envidia al que lo hace todo bien y como debe de ser.

Para sustentar una opinión debe haber argumentos y Villoro los tiene.

Envuelve tanto con argumentos de profesionales con citas que van desde Nietzsche hasta Sartre, pero usa opiniones propias que vienen de su propio sentimentalismo y que son reales, la pasión nace desde la camiseta a la que se le tiene un cariño, al miembro del equipo por el que muchos

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