Donde Esta La Franja Amarilla
Enviado por Biachy • 30 de Marzo de 2013 • 2.663 Palabras (11 Páginas) • 594 Visitas
¿Dónde está la franja amarilla?
¿Dónde está la franja amarilla? (originalmente Colombia, el Proyecto Nacional y la Franja Amarilla) es un libro escrito a manera de ensayo por William Ospina en marzo de 1996. Su título surge de una metáfora con respecto a la bandera y los partidos políticos tradicionales. En éste, intenta responder a una pregunta realizada a él por una amiga norteamericana:
No entiendo, con el país que ustedes tienen, con el talento de sus gentes, por qué se ve Colombia tan acorralada por la crisis social; por qué vive una situación de violencia creciente tan dramática, por qué hay allí tanta injusticia, tanta inequidad, tanta impunidad. ¿Cuál es la causa de todo eso?1
Con el argumento de que en efecto, Colombia es en el planeta el país con mayor índice de criminalidad, en el cual muchos de los ciudadanos están desamparados, gran parte de la población vive en extrema pobreza y existen alarmantes condiciones de burocracia, impunidad y corrupción,2 Ospina comienza a redactar introduciéndose en la historia económica, social, política y educativa del país, comparándolo con otros, en particular Francia, al que llama el país de la Revolución, que es respetable porque tiene orgullo y porque tiene dignidad,3 mientras en Colombia es visible la pasividad de sus habitantes, que se conforman con anunciar a los cuatro vientos los atropellos cometidos contra ellos, pero no hacen nada por solucionarlos.3
Si bien ha habido, para Ospina, intentos de crear una identidad nacional, como la Expedición Botánica a cargo de Mutis y la Comisión Corográfica,4 comienza a mencionar las traiciones cometidas contra ese sueño, incluyendo a los comerciantes interesados sólo en su propio beneficio,5 a los dirigentes políticos (príncipes de aldea con vocación de virreyes)6 al poder otorgado sin miramientos a las fuerzas militares,6 el que Colombia haya preferido auspiciar los intereses de otros países y no los propios (como en el caso del canal de Panamá, que generó su independencia),7 la apertura económica iniciada por Santander,8 las guerras civiles que generaron la constitución de 1886,8mediante la cual el país se vio sumido en una administración clerical donde Iglesia y Estado se fundieron en una amalgama indiferenciada y nefasta,9 originando La Violencia pese a los esfuerzos de Murillo Toro, Tomás Cipriano de Mosquera y José Hilario López.8
Se inicia la narración de los eventos ocurridos una vez se debilitó la hegemonía conservadora, comentando lo realizado por López Pumarejo10 y Gaitán;10 a este último le atribuye la generación de enemistad contra el bipartidismo aristocrático por parte del proletariado,10refiriéndose al país político y el país nacional, por lo que Gaitán contó con el apoyo del pueblo aún cuando la prensa lo calumniaba.11 Ospina hace énfasis en la Marcha del Silencio, con cuya realización el bogotano se convertía en el principal líder político del país y el seguro futuro presidente,12 así como en los logros sociales alcanzados como alcalde de Bogotá y luego como ministro de educación.13
Según el autor, cuando el éxito de Gaitán se hizo imparable, los partidos tradicionales iniciaron tres etapas antirrevolucionarias en contra del caudillo:13 14 el asesinato, que generó el Bogotazo; La Violencia; y el Frente Nacional, con el que todo el país quedaba en manos de liberales y conservadores adinerados que aseguraban su sucesión en el poder y mantenían desamparados a los pobres, por lo que Ospina considera el 9 de abril de 1948 como la fecha más aciaga del siglo para Colombia,14 pues en ella se confirmó dramáticamente la ruptura de la continuidad del orden social original;14 siendo esta afirmación la que puede considerarse, en resumen, como la respuesta a la pregunta primordial.
De acuerdo con el planteamiento del autor, la Violencia no fue un enfrentamiento a secas entre godos y cachiporros, como se ha conocido históricamente,16 en cambio, lo fue entre godos y cachiporros pobres,17 mientras los dirigentes de sus partidos –los ricos-, únicamente los financiaban para matarse entre sí.17Todo ello finalizó con el abrazo de Alberto Lleras y Laureano Gómez, con el que no hubo ningún ganador, pero sí un saldo de 300.000 campesinos muertos.17
Este ensayo del libro propiedad del autor William Ospina, se basa en la actual vivencia que desarrolla el pueblo de Colombia, en cuanto a su idiosincrasia actual, baluarte del subdesarrollo humano, económico, político y social en que vive.
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Una pregunta puede ser no solo el desenlace de una respuesta si no suscitar muchas interrogantes, más aún cuando esta pregunta está relacionada con diferentes hechos que han tratado de tener respuesta en cada uno de nuestros hogares por generaciones; hasta llegar a una como la nuestra en la que ni siquiera nos hacemos esta clase de interrogantes…
Para responder a estos interrogantes el autor se ha tomado el trabajo de resumir la historia, el desangramiento del pueblo y el estado colombiano; quizá basado en que quien no conoce su pasado está destinado a repetirlo; su relato cuenta cómo desde hace siglos atrás se acostumbro a los dirigentes, a las riquezas y el poder de manejar los bienes y patrimonios del pueblo según los intereses de unos pocos; explica como cuando el pueblo teniendo todavía voz y voto (no como lo tenemos ahora que es solo un engaño para que nos sintamos menos oprimidos y menos olvidados) permitieron que ante sus ojos los gobernantes manipularan sus intereses, guiados por su retorcidos criterios.
Es doloroso como la fe y esperanza de una mejor nación estén extintos casi por completo, cada vez más en unos que en otros, y la palabra patria carezca completamente de significado, que además de esto usen a las personas que son más afectadas y a quienes más las beneficiaran cualquier tipo de reforma real, para cumplir propósitos de odio y muerte hacia quienes quieren cambiar en algo o en mucho el destino de este país, cada una de las personas que actúan en los desafortunados hechos de impunidad y maldad se mueven quizá por la falta de fuerza, amor y la supuesta pasión que ahora incentivan en el exterior, muchas personas pobres que por el mismo dinero que los burócratas reciben por vender nuestros sueños asesinan las únicas palabras de estima que quieren aclarar el camino para una democracia menos imperfecta.
El dinero indudablemente puede dañar corazones, mentes y en el caso de un país como el nuestro, el futuro sin estimar que más adelante sus hijos y nietos afrontaran las consecuencias de su felicidad y estabilidad momentánea; deben tener cegado el entendimiento para que precisamente quienes están encargados y en la capacidad de hacer algo por lo demás no quieran hacerlo, que no entiendan o entendieran la dimensión que tienen estos altibajos
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