Donde este mi corazon.
Enviado por lanami3 • 4 de Agosto de 2016 • Resumen • 9.838 Palabras (40 Páginas) • 370 Visitas
Donde esté mi corazón
Autor : Jordi Sierra I. Fabra
PRIMER LATIDO:
Uno
Ella se cayó de espaldas y él le dio la mano para que se levantara, sorprendida y avergonzada ella se puso de pie, ella lo miraba y vio que era atlético, cabello negro (suave) , lo que más le fascinaba eran sus ojos, nariz y labios que eran perfectos, él pareció más sorprendido y asustado que ella, como la miraba, que ella lo tranquilizo diciendo que está bien, y que venía distraída y no le había pasado nada, ella se fue rápido pero sentía que él la miraba, una docena de metros más allá entró a una panadería , suspiro aliviada y no sabía de qué.
Dos
Escucho la voz de Carolina, su mejor, su única amiga verdadera, era verano, hacía calor, ella iba con bolsas a su casa, su amiga la llamó ¡montse! Y paro a descansar un rato, las ramas de unos pinos de los señores Ferrer la protegieron del sol, mientras Carolina trotaba hacia ella con su top y minifalda, le envidió un poco, ella iba con una camiseta cerrada desde el cuello y nos vaqueros (blujeans) ella nunca podría llevar un escote, un biquini, ni siquiera un traje de baño escotado, nunca más, su amiga venia a preguntarle que harían en la noche, y montse le contó que se había encontrado con un chico que habían visto unos días antes y le contó de su caída, su amiga la retó porque no le pregunto el nombre y nada, se notaba que el chico era timido. Su amiga le recordó a un tal Arturo y después se dio cuenta que había metido la pata, como siempre, entonces Montse se quejó con amargura, dejalo es que todavía sigo sensibilizada, y siguieron caminando hacia la casa de Montse y Carolina la ayudó con las bolsas.
Tres
Le molestaba que todos siguieran tratándola como una enferma. Ya no lo era. ¿o sí ? a veces tenía la sensación de que los fantasmas del pasado la perseguirían el resto de sus días, sería una anciana y todavía le preguntarían si se encontraba bien, su madre le preguntaba ¿Cómo estás? Si no fuera por todo lo que la visto llorar y por lo delgada que esta su mamá ya que era víctima de los nervios, le habría dicho algunas cosas, seguro que ella estaba mejor, teniendo en cuenta que estaba falta hace….. la mamá le dijo es que no voy a poder preguntarte nunca, pero lo haces cada 5 minutos le dijo Montse, aparecieron sus hermanos, el mayor Julio y su hermano menor Dani, ahora su hermano mayor le preguntaba ¿Cómo estaba? Y la mamá le dijo que no le preguntara nada a “doña susceptible” porque se molestaba, en cambio su hermano menor siempre la atormentaba sin el menor remordimiento de conciencia, pero ahora le había leído la cartilla al chico, así que no la molestaba, ¿Cómo podía llevar una vida normal así? Montse salió de la habitación sin decir nada, aceptando los hechos, pero rebelándose silenciosamente contra ellos.
Cuatro
Se sentía tan rara. Tan diferente. Un año antes, el verano había sido como todos, es decir, un asco por tener que quedarse en Vallirana, sin salir de vacaciones, pero maravilloso por poder estar junto a Arturo, los pensamientos llegaban a embotarla , aun mas sus emociones, que le producían un vértigo , aquella sensación de irrealidad, a veces no sabía ni que cara poner, que decir, como enfrentarse a su nueva vida con la apariencia de normalidad, para ella misma era alucinante, así que imaginaba lo difícil que debía ser para los suyos, su familia, sus amistades, el mundo entero. Pero estaba viva, eso era lo único que contaba. Viva. Aunque no dejaban de recordarle que casi se trataba de un milagro. En su habitación , era su espacio propio y ahí se sentía bien, a salvo de todo mal. Más allá de la puerta: su madre en la cocina, dándole vueltas a la cabeza, su padre trabajando y apartado durante unas horas de todo aquello, pero igual pendiente del teléfono y de su miedo, superado, no derrotado; su hermano mayor, a punto de ir a la universidad y lleno de planes, recuperándose del impacto de aquellos meses pasados en los que, casi de milagro no perdió el curso; Dani, el rey de la pequeña piscina, con la cual acercarse a ella era una temeridad, que se pasaba, el día mirándola como si fuese un fantasma; Carolina, siempre dispuesta a animarla, convertida en su fuerzas moral. Montse de espalda al espejo se iba a poner un traje de baño no muy seductor, el único que había encontrado cerrado por el cuello, una rareza, al quedar desnuda y tratar de tomar el traje de baño girando un poco, se vió reflejada en el espejo por un momento, cerró los ojos, cogió el traje y volvió a darle la espalda al espejo. Entonces se percató de lo absurdo que había sido esto, si ella la primera en no enfrentarse a la realidad ¿Cómo pretendía que su familia lo entendiera? Luego giró y se enfrentó a su imagen en el espejo. La cicatriz, que nacía de su garganta, bajaba en una espantosa vertical atravesándole el cuerpo casi hasta el ombligo. Era como una cremallera (cierre) que no se abría. Una cremallera rosada y salpicada por trazos horizontales, pasaba por sus pechos como un rio seco, y aun siendo espantosa, eterna, sabía que representaba la puerta de su esperanza, la clave de su nueva vida, la cicatriz no era más que la huella visible, de lo sucedido. Se llevó la mano derecha hasta ella, la tocó , era la primera vez que lo hacia , cerro los ojos y escuchó los latidos de su corazón, la vida es muy extraña, pero sólo cuando se está a punto de perderla tomamos conciencia de lo que vale y de que lo es todo, porque no tenemos nada más. Montse llenó sus pulmones de aire y se puso el traje de baño. Tiempo, necesitaba tiempo, a fin de cuentas, estaba aprendiendo a vivir de nuevo. (P. 23)
Cinco
Carolina y Montse estaban sentadas en una mesa del casino, y se encuentran con el chico que la paró cuando se cayó Montse, él se acercó a ellas, el chico parecía recién salido de un anuncio de televisión, un anuncio de gente sana. Carolina lo interrogo preguntando si no era de ese lugar, el dijo que era forastero, acababa de llegar de llegar al pueblo y no conocía a nadie. Carolina lo invito a sentarse y Montse se sentía muy nerviosa.
Seis
Carolina le preguntó de donde era y él dijo de De Tarragona y venia a buscar trabajo, Carolina le dijo que todos del pueblo se iban a buscar trabajo a Barcelona y el venia a este pueblo a buscarlo.
El estaba en una pensión “La Rosa” hasta que encuentre algo mejor, él seguía mirando a Montse, pero las preguntas siempre las hacia Carolina, pero él miraba a Montse, él se llamaba Sergio , y ahí se presentaron los 3. Entonces Carolina quiso dejarlos solos y armo una mentira que tenia que encontrarse con un tal Ismael que no existía, y los dejo solos.
Siete
Comenzaron a caminar, sin aparente rumbo, pero Montse se dirigía hacia su casa, él le preguntó si le había molestado que se acercase a ellas, y Montse trató de ser amable, diciendo que no. Pero él le dijo que ella estaba muy seria y Montse dijo que ella era así, él dijo que no le creía, que era como si ella se controlara todo el tiempo, Montse le iba decir que él también parecía muy nervioso, muy tenso, pero optó por no hacerlo. Carolina tenía razón él era muy tímido, y además se sentía muy solo. Conversaron muchas cosas neutras, de música, deportes, como si los 2 trataran de huir de asuntos conflictivos o personales y era absurdo si acababan de conocerse. Aunque a Sergio se le notaba que ella le gustaba. Ella le contó que no había sido un mal año para ella, hasta había perdido el año escolar, entre otras muchas cosas que he perdido, ella le mostró su casa y se despidió, era temprano, notó Montse que él miró el reloj, pero se despidió y eso fue todo.
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