Dr. Jekyll

No cabe duda que el primer capítulo del libro “Del extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde”, nos deja reflexionando lo que plasma en sus líneas. A pesar de ser relativamente un capítulo corto tiene la capacidad de transmitir la importancia de ser discretos y pensar dos veces antes de hablar, no únicamente al expresar una opinión sino también cuando buscamos saber más de lo que pasa a nuestro alrededor.

Es verdad que en muchas ocasiones hemos escuchado decir ya sea a nuestros padres o maestros que es indispensable preguntar para aprender, sin embargo como bien lo menciona el conocido dicho, “la curiosidad mato al gato”. Hay que considerar que existen mucha veces donde debemos evitar inmiscuimos más de la cuenta sobre todo cuando de ante mano hay señales que advierte peligro, como en el caso de la historia que cuenta este capítulo.

Nosotros como adolecentes estamos en una etapa de nuestras vidas en las que buscamos saber de todo, inclusive de muchas circunstancias que por nuestra edad aún no es prudente saber, y sobre todo hoy en día cuando la información la tenemos a la mano, basta contar con un dispositivo que tenga conexión a la web para tener accesibilidad a cualquier tipo de información.

Como tal la idea original de tener tanta disponibilidad de datos e información ha sido algo que sin duda ha revolucionado la forma de vida del hombre en la actualidad, no obstante como se ha mencionado anteriormente se debe tener cautela sobre lo que se desea saber y sobre lo que se habla ya que aun existen temas que siguen siendo considerados como un tabú y más en una sociedad tan tradicional como lo sigue siendo la mexicana.

Con todo esto no quiero decir que sea malo tener siempre la inquietud de mantenernos constantemente informados y de igual forma compartir lo que conocemos con las personas que nos rodea; lo verdaderamente importante es saber lo que podemos decir y de igual forma lo que es sensato preguntar a los demás.

Por tal motivo reflexionemos siempre antes de compartir o pedir cualquier tipo de información, experimentemos en cabeza ajena y no seamos de aquellos ingenuos que suelen lamentar lo que les suden en lugar de prevenirnos para así no pasar un mal rato.

...