EL CLAN DEL OSO CAVERNARIO
Enviado por saruki • 2 de Noviembre de 2013 • 480 Palabras (2 Páginas) • 474 Visitas
La niña se despertó varias veces. Una de ellas empezó a gritar. Para Iza, los sonidos eran extraños, diferentes de las palabras que hablaba la gente del Clan. Iza seguía cuidando a la niña, que ya se encontraba mucho mejor. A la curandera le intrigaba su rostro, porque para ella era poco común. Las heridas estaban drenando el pus y la hinchazón había disminuido.
Levantaron el campamento por segunda vez. La curandera volvió a cargar a la niña a sus espaldas mientras viajaban para encontrar una cueva. Iza sintió que se despertaba en ella un calor afectuoso hacia la niña. Al nacer Iza había almacenado en su cerebro el conocimiento adquirido por sus antepasadas. Descendía del linaje de curanderas. Los recuerdos de la gente del Clan estaban diferenciados por el sexo. La diferencia en el cerebro del hombre y de la mujer estaba impuesta por la naturaleza y sólo confirmada por la cultura. A medida que viajaban el terreno iba cambiando progresivamente. Todas las mujeres experimentaban con las plantas que no conocían para averiguar si eran comestibles, venenosas o podía servir de medicina. La niña estaba mucho mejor, y aún sabiendo que Iza no la entendía, no paraba de hablar con ella. La volubilidad de la niña tenía intrigados a los miembros del clan y les inspiraba desconfianza. Creb se acercó donde se encontraban Iza y Ayla. Reconocía que sentía mucho interés aquella niña. Ningún niño ni siquiera los adultos tocaban a Creb. Sin embargo, la niña acariciaba sus cicatrices y pegaba su mejilla contra la de Creb. Empezaron a hablar los tres y la niña consiguió entender que cada uno le estaba diciendo su nombre. Después la niña les dijo su nombre, y aunque les costaba mucho pronunciarlo, lo dedujeron más o menos. A Ayla no le importaba que dijeran mal su nombre, había conseguido comunicarse con ellos. El verdadero deseo de Creb era pasar más tiempo con la niña y enseñarle a hablar su lengua. A la mañana siguiente volvieron a bajar en busca de una cueva. La pierna de Ayla estaba mucho mejor, hasta el punto de poder apoyarla y andar tramos pequeños. El clan dejó atrás la vasta estepa y durante unos cuantos días recorrió colinas ondulantes que poco a poco se hicieron más abruptas. El clan se detuvo a descansar tras haber alcanzado la cumbre de una escarpada pendiente. Brun y los hombres estaban decidiendo si debían darse media vuelta. Había nubes de tormenta por donde se encontraban. Mientras las mujeres esperaban, Iza dejó a Ayla en el suelo para descansar. La niña empezó a correr y Iza la perdió de vista. Se fue tras ella y vio a la niña, pero lo que vio más allá de la niña hizo que su corazón palpitara fuertemente. Regresó a toda prisa y le dijo a Brun que había encontrado una cueva.
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