EL ESTUDIO DEL PRESENTE Y EL DIAGNOSTICO

Debemos captar la realidad como presente, no perder de vista el carácter dinámico del presente y no reducir la realidad de las exigencias planteadas para que podamos reconocer el verdadero problema que al inicio no fue percibido, y podamos transformarlo en la referencia para determinar la política concreta. Se debe impedir que la concepción de futuro se reduzca a una práctica imposible, el sujeto debe saber distinguir lo viable de lo deseable.

Para poder elegir un proyecto primero se tiene que conocer el campo de opciones y sus posibilidades objetivas. Se reconstruye el contexto en que se ubican los sujetos sociales, encontrando el contenido específico de los elementos y la trama de relaciones que forma esa realidad en el presente y que se manifiestan en distintos planos, momentos y espacios, dada su complejidad se puede hacer una conceptualización, para ello es necesario pensar la realidad como una articulación es decir, donde un fenómeno en concreto requiere ser analizado desde diversos ángulos de enfoque los cuales se plantean con la lógica.

Cada aspecto de la realidad se considera de forma abierta y critica, como su relación con todos los demás aspectos que la integran, se observa y describe sin pretender encuadrarla dentro de un esquema teórico. En este tipo de diagnostico se pretende evitar las derivaciones propias de los prejuicios de las costumbre o de los intereses sociales particulares de determinados sectores de la población

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