EL PRINCIPITO
Enviado por vaol1 • 7 de Abril de 2013 • 688 Palabras (3 Páginas) • 308 Visitas
EL PRINCIPITO
Valeria Alejandra Osuna Lizárraga
18/02/2013
Claudia Nava
Después de leer “El principito”, tuve que hacer este ensayo en el cual hago mi reflexión acerca de este.
Volví a leer lo que fue mi “avance” y me di cuenta que realmente aun no le encontraba sentido al libro cuando lo hice, pero ahora sí.
El autor siempre nos recuerda que el libro está hecho para niños y para personas que aún tienen "los ojos de niño”. Siempre, en todo el libro, nos hace notar que los adultos somos muy superficiales siguiendo ritos que resultan estúpidos pero sobre todo creyendo que vemos las cosas de un punto de vista más "adecuado" cuando realmente no es así.
También, toma al principito como personaje que nos hace ver que nuestro comportamiento de adulto es extraño, tonto y sin sentido. Por eso, en cada planeta que visita, siempre encuentra un adulto que, según el principito, es una persona rara.
"Las personas mayores son muy extrañas" (se dice el principito después de hablar con el rey)
"Las personas mayores son decididamente muy extrañas" (después de hablar con el vanidoso)
"Las personas mayores son decididamente muy pero muy extrañas" (después de hablar con el bebedor)
"Decididamente, las personas mayores son enteramente extraordinarias" (después de hablar con el hombre de negocios).
Y, algo que me gusto mucho de este libro, es ese amor tan sincero y tal vez ingenuo del principito por su rosa. Ese amor que me conmueve a pesar de mi casi-visión de adulta.
"Si alguien ama a una flor de la que no existe más que un ejemplar entre los millones y millones de estrellas, es bastante para que sea feliz cuando mira las estrellas. Se dice: "Mi flor está allí, en alguna parte...". Y si el cordero come la flor, para él es como si, bruscamente, todas las estrellas se apagaran. Y esto, ¿no es importante?"
El principito tenía cierto temor de que el cordero, que le había dibujado quien nos narra la historia, se comiera a su rosa a quien consideraba única en el mundo.
Sí, casi al final del libro, se encuentra con un jardín lleno de rosas como la suya y se dice a sí mismo abatido: "Me creía rico con una flor única y no poseo más que una rosa común y corriente. La rosa y mis tres volcanes que me llegan a la rodilla, uno de los cuales quizá están apagado para siempre. Realmente no soy un gran príncipe...". Pero después de haber domesticado al zorro y de haberse dado cuenta que el zorro era único para él, vuelve a donde la rosas y les dice: "No son en absoluto parecidas a mi rosa; no son nada aún. Nadie las ha domesticado y no han domesticado a nadie. Son como era mi zorro, no era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo lo hice
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