Ejercicio de escritura creativa.

Personajes de carne y hueso.

¿Te imaginas ver enamorada a la maestra más estricta de tu colegio? Esa mujer que simplemente con verla causa terror entre los tumultos.

Monserrat , una maestra de matemáticas, una mujer inteligente y con un carácter agrio, tenía la características de decir las cosas como eran , sin endulzarla o agregarles cosas de más, para ella las cosas no tenían sentido si se adornaban. Dicha característica, molestaba a mucha gente y hacia que se alejaran de ella, aun entre los hombres era temida y pese a que era una mujer guapa, para ellos no era la mujer que quisieran tener a su lado, esto no le importaba a Monserrat, pues ella no estaba en busca de nadie, no quería ninguna pareja sentimental.  

Sin embargo, los caminos no están escritos, todo puede suceder, y Juan estaba listo para endulzar la vida de la maestra de matemáticas.

La puerta se abrió, él se sentó a su lado, le dio los buenos días, ella solamente contesto el saludo de manera simple, no volteo ni nada, él la observó. La tensión se sentía, Juan no estaba muy cómodo con el silencio, así que hizo la primera pregunta: ¿Qué materia impartes?  Ella, con un rostro confundido, volteo y contesto: “matemáticas”, él dijo: me presentó:” Soy Juan Mendoza e imparto la materia de Computación”, le extendió la mano a lo que ella sonrió , devolviendo el saludo, al momento de tocarse , algo se rompió en los dos, algo que al verse a los ojos, fue como si supieran que se estaban esperando.

Cada tarde se topaban en la cafetería, pero a pesar de eso, solamente se sonreían y ella se alejaba, cada tarde ella se pintaba con un labial rojo sabor fresa, cada tarde él esperaba el momento de invitarla a almorzar. Hasta que llegó el momento, fue como si los dos , esperaran  ese momento, él la invito a almorzar, ella con un tono tímido acepto, se sentaron y comenzaron a charlar; para Monserrat le resultaba todo este asunto algo nuevo, cuando él le pregunto qué pensaba de él , ella simplemente no sabía si decirle que al principio lo vio como un tipo fastidioso o tratar de usar las palabras que toda chica le diría a su enamorado, no sabía sí debería de ser ella, o intentar ser alguien más, ese tipo de chica que todo hombre espera, fue entonces cuando ella dijo : ¿Cuándo me pedirás que sea tu novia?  , él se comenzó a reír  y le contestó: Cuando me digas sí.

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