El Agente Secreto
Enviado por Axomarlu • 25 de Marzo de 2014 • 681 Palabras (3 Páginas) • 397 Visitas
Hace solo unos meses Sarkozy prometía reformas para que su país pudiera combatir a los pederastas asesinos. En todo el mundo y en los países más democráticos, la lucha contra los pederastas y los asesinos de niños es una labor constante desde hace décadas. En Estados Unidos, incluso algunas leyes llevan el nombre de niños asesinados. Es importante recordarlo para los figurones de relumbrón que se pasean por los foros afirmando que no hay que legislar a golpe de pasión.
En un país serio y democrático, preocupado por la seguridad de sus ciudadanos, con un Gobierno decidido a garantizar la integridad de los niños, no sería extraña «la ley de la niña Mari Luz», hecha para que ningún otro asesino de niños actúe con impunidad. En Estados Unidos, la ley Lindbergh, aprobada tras el secuestro del retoño del famoso aviador, igualaba el castigo del secuestro con el de homicidio. Nada desproporcionado, porque secuestrar es matar en vida.
En nuestro país hay decenas de miles de pederastas metidos en Internet. Hasta el presunto autor de la muerte de Mari Luz Cortés, la niña de Huelva, aprendió a navegar por la Red para acosar a las pequeñas. Sus víctimas, empezando por su propia hija, tienen edades de entre 5 y 13 años. En el juicio, celebrado en Sevilla, donde se le condenó por abusar de la hija, se le diagnósticó una grave patología mental que no le impide ser más listo que el hambre. A ver qué loco, como él, pone en venta la casa que tiene en alquiler, en un presunto delito de tentativa de estafa. A ver qué loco sale huyendo del barrio El Torrejón, avisado de que, en cualquier momento, la sospecha se transformará en certeza. Qué loco, mire usted, maquina una acusación de delito sexual contra el profesor de gimnasia al que extorsiona exigiéndole, «por lo menos», sesenta mil euros. Es un loco cuerdo. Libre. Dos veces condenado por abuso sexual a niños e inserto en un presunto proceso de transformación. Crisálida de pederasta mutando en el capullo social, acogedor, subvencionado, hasta convertirse en posible asesino en serie. Los padres de la niña Madeleine McCann se interesan ante la posibilidad de que el supuesto culpable de la muerte de Mari Luz, lo sea también del secuestro de su hija.
La «ley de la niña Mari Luz» debería ser corta y muy clara, encaminada a aligerar los trámites contra los asesinos de niños, abusadores sexuales, traficantes de pornografía infantil y criminales que tengan de cualquier modo por objeto a los pequeños. En España faltan de su casa demasiados niños. Los más recientes son Sara Morales y Yeremi, en Canarias; y Amy, en Mijas, Málaga. Los asesinos de niños no son tratados con el rigor que merecen: la instrucción y el juicio de sus casos deberían tener prioridad, los trámites acelerados, y sus expedientes marcados con el remoquete de urgente. Que ningún otro pederasta tenga patente de corso. Se dice que el ahora investigado estaba en la calle
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