El Aspecto Humano De Las Empresas (resumen)
Enviado por degantejorge593 • 5 de Abril de 2015 • 4.876 Palabras (20 Páginas) • 1.711 Visitas
En este libro se propone demostrar la tesis de que el lado humano de las empresas es “de una pieza”, o sea que los principios teóricos que sigue la gerencia en cuanto al control de sus recursos humanos determinan el carácter total de la empresa. También deciden la calidad de las generaciones posteriores de gerentes.
Principios teóricos de administración
La administración y los conocimientos científicos
La aplicación de los conocimientos científicos a la consecución de sus diversos objetivos interesa a todos los profesionales. El profesional aprovecha su saber científico y el de sus colegas, así como el que vaya adquiriendo con su experiencia personal.
Al progreso de toda profesión acompaña la capacidad de predecir y controlar. Una de las tareas principales del administrador es organizar el esfuerzo humano para servir a los objetivos económicos de la empresa. El buen administrador depende, en grado considerable por cierto, de su capacidad de predecir y controlar la conducta de los hombres a su cargo.
El que una empresa prospere económicamente significa, entre otras cosas, que la gerencia ha logrado atraer gente competente a la corporación, organizando y dirigiendo sus esfuerzos hacia la producción y venta benéfica de bienes y servicios. Muchos gerentes están de acuerdo en que se duplicaría por lo menos la eficiencia de sus organizaciones si fuesen capaces de explotar al máximo el potencial humano.
Hoy la mayor parte de los administradores tienen forzosamente que valerse de “intermediarios” en forma de asesores o personal científico social, o consultar publicaciones, entre boletines científicos y suplementos dominicales de prensa, para interpretar la teoría y la investigación o para valorar la exactitud científica de las propuestas o pretendidos hallazgos.
El profesional no necesita ser un científico, pero tiene que poseer los conocimientos suficientes para poder utilizar competentemente el caudal de la ciencia.
Todas las actividades del administrador se basan en la teoría.
El gerente debe tener competencia técnica en determinado campo para poder entenderse con los profesionales de esa especialidad.
La ciencia se ocupa del progreso del saber; la administración, como cualquier profesión, trata de conseguir objetivos prácticos.
Otro motivo igualmente importante de que el administrador no utilice las enseñanzas de las ciencias sociales concierne a la equivocada idea de la naturaleza del control en el campo de la conducta humana. En ingeniería, el control consiste en acomodarse a las leyes físicas. No se trata de que la naturaleza se someta a nuestros deseos.
Muchos de nuestros intentos por controlar la conducta humana violan directamente la naturaleza del hombre en ligar de representar adaptaciones selectivas. Consisten en procurar que la gente se comporte como nosotros queremos, sin atender a las leyes de la naturaleza.
La lógica práctica de los estímulos se basa en que la gente quiere dinero y trabaja más para ganarlo en mayor cantidad.
Sin embargo, los planes de incentivos no toman en cuenta algunas otras características.
Indudablemente el plan corriente de incentivos tiene una eficiencia limitada como método de control.
Cuando no logramos los resultados que nos habíamos propuesto tenemos a buscar la causa en cualquier parte menos donde casi siempre suele estar; en nuestra selección de métodos equivocados de control.
Solo examinando y poniendo a prueba nuestros principios teóricos podemos abrigar la esperanza de hacerlos más perfectos, de eliminar las contradicciones, mejorando así nuestra capacidad de predictores.
Solo cuando reconozcamos que el control consiste en la adaptación selectiva a la naturaleza humana y no en el intento de someter esta y sus reacciones a nuestros deseos podremos mejorar nuestra capacidad de control.
Debe ocuparse tanto de los valores sociales generales como de los que entran en juego en sus propósitos y planes para ejercer control absoluto sobre todos los miembros de su empresa.
Es natural que el administrador se consagre a los objetivos económicos de la empresa, pera la historia de la legislación social ha indicado que solo en tanto se definan y protejan los valores humanos, la sociedad concederá libertad a la empresa para perseguir estos objetivos.
Métodos de influencia y control
Los principios convencionales derivaron primordialmente del estudio de modelos (la organización militar y la iglesia católica) que difieren en aspectos importantes de las empresas industriales modernas
La teoría clásica de la organización adolece de “etnocentrismo”: desconoce la importancia del medio político, social y económico para dar forma a las empresas y su influencia en las prácticas administrativas.
Los principios de la organización clásica se basan en una serie de suposiciones sobre la conducta humana.
Si hay una idea que inspire la teoría corriente de la organización en todos sus aspectos es la de que la autoridad es el medio esencial e indispensable para el control administrativo.
La fuerza física es un medio legítimo de dominio social sobre ciertas formas de conducta delictiva.
La persuasión en sus diversas facetas representa otro medio de control social.
Finalmente, existe esa forma de influencia que suele llamarse “ayuda” profesional.
La verdadera ayuda profesional no consiste en creerse dios ante el cliente, sino en poner a su disposición el conocimiento y las capacidades de su profesión.
El control eficaz consiste en “adaptaciones selectivas” a estas circunstancias.
El éxito de toda forma de influencia o control social depende en última instancia de alterar la capacidad que tienen los demás de lograr sus objetivos o satisfacer sus necesidades. Si no hay algo de dependencia, no existe margen para el control.
La eficiencia de la autoridad como medio de control depende ante todo de la capacidad de imponerla por medio del castigo.
La interdependencia en el seno de las empresas es algo más que dependencia hacia arriba y hacia abajo: requieres también dependencia lateral.
La empresa es el órgano económico de la sociedad y de todos sus miembros.
La actividad del administrador de empresas no es única ni fija; desempeña, más bien, un conjunto de funciones diversas.
El grado de flexibilidad que convendría adoptar en las funciones ejecutivas para influir en la conducta de los demás no solo está limitado por las ideas teóricas y actitudes del propio gerente, sino por las expectaciones o reacciones de sus subordinados.
La necesidad de la flexibilidad funcional coloca de cuando en cuando al administrador en una situación imposible.
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