El Crimen En La Tragedia Griega

El crimen es la parte medular de la tragedia

¿Qué es el crimen en la tragedia griega? Y como dos “asesinatos” son tan distintos. El crimen es el conector de la historia, por medio de él se desarrollan escenarios, momentos, personajes, que están diseñados para que construyan dentro de la narrativa una cadena de sucesos que desencadenan en el crimen protagonista de la tragedia y es a partir de este crimen que se organizan los sucesos posteriores; en el crimen se evidencian elementos históricos y culturales a través de la complejidad de sus personajes, contados en un tiempo y un espacio.

Crimen es la acción voluntaria de afectar a alguien más, está vinculado con el concepto de delito que etimológicamente viene de “abandonar”, en este caso, el camino establecido por la ley; que al ser contrariada o violada, trae consigo un castigo. La aplicación del castigo es tan cultural así como el diseño de la ley. Aquí encontramos el primer argumento que diferencia entre un asesinato por sacrificio a los dioses y uno pasional, en el marco de la tragedia Griega.

La voluntad y el libre albedrio son quienes determinan la existencia de criminalidad o no en los actos de infracción o transgresión de la ley. Pero cuando el delito es cometido por petición divina como es recurrente en muchas mitologías, la culpa reviste otras características, puesto que no recae completamente en el actor del pecado. La expiación individual de las faltas, castigadas sin importar el motivo, se vuelve pensamiento colectivo solo después de la aparición del estoicismo y del cristianismo en la historia occidental.

En el mundo antiguo, la culpa individual, aunque conocida, no era pagada con la pena del actor material únicamente, sino, que podía trascender generaciones o el castigo abarcar toda una comunidad; así, vemos en la tragedia griega como las imprudencias son saldadas por todos los miembros de una familia o por la progenie de un infractor. En la tragedia Griega, así como en todo el mundo antiguo, existe la culpa ancestral.

La ley cultural griega tiene a sus dioses como pilar de sus costumbres, pero estas son leyes inviolables para un simple hombre, transgredirlas despierta la ira de los dioses ¿quién quiere hacer enojar a los dioses? Un hombre se encuentra frente a un enorme dilema personal, cuando tiene que considerar matar a su propia hija, los sentimientos y contrariedades que soporta como sujeto, donde prima el miedo, suscitado por el castigo social, porque los afectos personales no puede tener más peso que el bienestar colectivo. La venganza, como reacción humana, tiene el propósito de cobrar, de saldar algo que creemos nos adeudan y no admite indulgencias, no permite la impunidad. La infidelidad cometida por una mujer, convierte a Orestes en hijo y verdugo, que por amor levanta el hierro cortante y rebana como cerdo a su madre, castigando así sus ultrajes. Este castigo, que

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