El Decameron

El Decamerón, es conocido en el mundo, como uno de los libros más importantes de la Literatura Universal. Y no tenia el gusto del saber porque, pero ahora que lo he leído me doy cuenta de la genialidad que posee. Es una obra muy diversa, que noche a noche nos envuelve con las historias que estos 10 ocurrentes personajes, se cuentan entre ellos. Nacido de la pluma del autor florentino Giovanni Boccaccio, se impuso como un fiel retrato del pensamiento de la sociedad de la Europa Medieval, aunque debo decir, que a través de los cientos de personajes y argumentos se logra colocar en nuestra imaginación, con un talento admirable, temas inherentes a nuestra condición humana: El amor, La Fortuna y la Inteligencia. Cada personaje tiene un momento donde juega el papel de Narrador, con una historia que se produce a causa de un recuerdo, o de algún tema que salió en la conversación para ilustrar un punto. Siendo esta última, la que más llamó mi atención, porque se ilustran diez maneras diferentes de un punto común, logrando unificar varios puntos dentro de la novela. Y algo que me pareció fantástico, es que mientras estas en una narración, das un salto repentino a otra y esta se convierte en la protagonista, llegando al punto que obtiene una autonomía que logra desprenderse del contexto; se olvida el dónde están, y porque llegaron ahí los nuevos personajes. Es aquí, donde viene otro de mis puntos favoritos: Los Personajes. Son humanos, y a mi se me habría ocurrido de todo, menos enfatizar en los Errores que podemos cometer como personas. Y es algo que se enfatiza en todas las historias; se ilustran pecados y mas tarde los personajes se justifican en el nombre de Dios. Lo que me pareció curioso es el hecho, que estas historias se encargan de entretener y divertir a estas personas, que de alguna manera se distraen y gozan mientras un continente se cae a pedazos. Sea como fuere, a mí me pareció una lectura muy buena, que sin duda tendré que leer completa. Por otro lado, creo que esta vida que tenemos es muy corta como para preocuparse por detalles insignificantes, y debemos vivirla disfrutando nuestra existencia, casi como si fuera un derecho que tenemos como hombres. Si es cierto o no este derecho creo que no es tema de discusión, pero ciertamente, es lo que hacen los personajes. Contarse divertidísimas historias para pasar el tiempo escuchándolas y escapar del mundo que les rodea…

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