El Decamerón - El Pecado Compartido

Un joven fraile sale de sus aposentos para buscar apagar un deseo que nunca antes había sentido. Encuentra a una joven doncella campesina, y a base de palabras dulces logra convencerle de satisfacer sus deseos. Ya en el cuarto del fraile, comienza a encender la pasión que claramente no debía consumar.

En ese rato, el padre abad pasa por los pasillos después de haber tomado su siesta, y oyendo que algo raro pasaba dentro de la habitación del joven fraile, pega su oreja la puerta y escucha claramente dos voces, entre ellas, la de la doncella.

El padre se retira, pensando en cómo castigaría al joven, pero el fraile en toda su astucia, visita al padre para decirle que había olvidado algo, y como era costumbre de los que salían del convento, le encargó la llave de su habitación. El padre se encontró embebido en un gozo de autoridad, pensando en si debía exponer a la joven y al fraile frente a los demás o preguntarle a la muchacha lo sucedido.

Mas no ocurrió lo planeado, al encontrarse con la muchacha, decidió consumar sus propios deseos, cayendo así en la misma falta que cometió el fraile. Al llegar el joven fraile, el padre abad comenzó a darle una reprimenda, del cual el fraile se libró astutamente, diciéndole al padre que él también era merecedor de un castigo. Viéndose descubierto, lo perdona y ayuda a la muchacha a salir inadvertida del convento.

Nadie sabe, a lo mejor ahora el padre y el joven fraile se alían para meter una que otra doncella al convento de vez en cuando.

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