El Diablo De Los Numeros

El diablo de los números

En esta historia Robert es un niño que muy a menudo tiene sueños muy extraños él no es muy buen estudiante y no le gustan las matemáticas, Pero en sus sueños empieza a aparecer el pequeño diablo que trata de explicarle de una manera mas divertida las matemáticas pero Robert sigue sin quererlas entender.

En sus sueños Robert va a lugares extraños pero que siempre tienen que ver con los números, el diablo explica y explica y muchas veces Robert se pone nervioso y no sabe que responder.

A medida que transcurre la historia el diablo de los números enseña en los sueños de Robert, de una forma diferente generando un idea muy acertada de ver las matemáticas, a tal punto que en las doce noches las cuales el diablo de los números, enseña de una forma bastante innovadora, dando a conocer teoremas matemáticos tan complejos, pero expresados en una comprensión distinta que a la vez mas es más eficiente.

Se puede concluir que la de manera trascendental, nos hacemos una idea vana sobre las números y los cálculos, debemos jugar con los números, no complicarnos por algo tan sencillo, ver las cosas de diferentes maneras, encontrar distintos tipos de soluciones. Los números no los debemos delimitar como enemigo, sino como un aliado en solución de problemas.

Durante doce noches, el diablo de los números visitará los sueños de Robert para descubrirle algunos de los secretos de las Matemáticas. Y, sobre todo, para hacerle ver que no son esa cosa tan terrible y tan insoportablemente insufrible que la mayoría de los niños (y de los adultos) piensa.

Ayudado por su magia, el diablo le descubrirá los secretos de nuestro sistema de numeración y de las letras utilizadas por los romanos; los números primos y los triangulares; las raíces cuadradas y las potencias; los conejos que Fibonacci utilizó para descubrir su famosa serie y la forma de hacer figuras geométricas casi imposibles de hacer…

La duodécima noche, Robert es invitado a visitar el infierno/cielo de los números, donde compartirá mesa con todos los grandes matemáticos de la Historia. Allí conocerá, por ejemplo al inventor de la palabra matemática, Pitágoras, al chino inventor del número cero y al Gran Jefe de todos los diablos de los números: el inventor del número uno. Al final de la cena, Robert es aceptado como aprendiz de los números.

La pena es que el nombramiento deberá guardarlo como un gran secreto. Sin embargo, a partir de ahora, la estrella de oro de cinco puntas que le entrega su diablo de los números le servirá de amuleto para resolver los liosos problemas que su profesor plantea cada día en clase.

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