El Evangelio Según Marcos.
Enviado por mtassano • 9 de Octubre de 2014 • 720 Palabras (3 Páginas) • 233 Visitas
1) Análisis del título. (Reflexionar sobre el motivo de la ausencia del "san").
Durante su vida, Borges varias veces se declaró agnóstico (e incluso ateo). De todas formas, y encontrando en esto un paralelismo con el personaje de Balta-sar, ha llegado a confesar que cada noche, antes de dormir, rezaba un Padre-nuestro por pedido de su católica madre.
En una oportunidad argumentó: “Melancólicamente no creo en Dios, pero es tan extraño este mundo, que no quisiera excluir la posibilidad de un ser omni-presente”. Este, un sentimiento de angustia y decepción por aquello que la condición humana no ha podido alcanzar, está sumamente presente en toda su obra.
En El evangelio según Marcos, omitir el “san” simboliza una ausencia.
Para Borges, las palabras son símbolos compartidos y, por lo tanto, hacer que una palabra desaparezca acarrea que su significación se esconda. El autor se resigna a lo que no existe; y esta es una resignación dolida, pero sin queja.
2) ¿Qué paralelismo puede establecer entre el protagonista y Cristo?
El Evangelio según Marcos describe a Baltasar, el protagonista, como un mu-chacho promedio, calmo, de cualidades poco especiales en apariencia, pero un gran poder de oratoria. Posee, además, una voluntad sumisa, pero ideas abso-lutamente marcadas y una enorme capacidad de convencimiento. Estas cuali-dades permiten relacionarlo fácilmente con Jesucristo, quien también es des-cripto como un hombre común a simple vista, pero que sabe convencer con la palabra.
Ambos son “extranjeros” que llegan a lugares donde no hay mucho que hacer, pero sí muchísimo que enseñar.
Jesucristo parte de Nazaret para predicar en Jerusalén, mientras Baltasar nace en Buenos Aires y desarrolla su destino en Los Álamos. Es interesante acotar que, tomando en cuenta esto, ambos personajes deciden dirigirse hacia el sur.
Los dos, a pesar de sus frágiles apariencias, se caracterizan por tener el coraje necesario para conseguir sus metas.
La madre de Baltasar es una persona religiosa y creyente (como la virgen Ma-ría), mientras su padre se trata de un librepensador que poco tenía que ver con la religión (como José).
Por otro lado, tanto Jesucristo como Baltasar gustan de enseñar, por más difícil que parezca y por más dura que se muestre la recepción del mensaje.
Los Gutres escuchan cautivados el Evangelio que el protagonista les hace lle-gar y, para ellos, tal es el parecido de Baltasar Espinosa con el predicador que se les enseña, que terminan convirtiéndolo en su “profeta”.
Este hecho queda sellado luego de que Espinosa realiza una curación, que las poco forjadas mentes de los campesinos toman como un milagro (“Espinosa la curó con unas pastillas. La gratitud que esa curación despertó no dejó de asombrarlo…”).
Tras ser cuidado, mimado y venerado
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