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El Evangelio Según Marcos


Enviado por   •  22 de Octubre de 2013  •  3.145 Palabras (13 Páginas)  •  363 Visitas

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Análisis de "El Sur", "El evangelio según Marcos" de Jorge Luis Borges y "Aballay" de Antonio Di Benedetto

La reescritura como forma de producción literaria

por Gonzalo de Miceu

Una de las características esenciales de la escritura borgiana es, sin duda, la intertextualidad. Esta disposición a exhibir la presencia de un texto dentro de otro, o de la revisión de un mito, también es propia de Aballay. La pluralidad discursiva, que emplea tanto Borges como Di Benedetto, impone la reescritura dentro de la literatura. Una reescritura que enlaza una tradición de textos constitutivos de determinados espacios culturales con la literatura actual y existente, en un diálogo inagotable que mantiene como premisa recrear la literatura a partir de un nuevo orden. A través de una revisión de la literatura, que abarca todo género y tradición, proveer una nueva lectura de aquella región pampeana constituida como mito.

El Sur, exhibe la condensación de dos linajes en su protagonista Juan Dalhmann. Cada una de estas estirpes concentra un espacio cultural particular. El mundo paterno de Dalhmann toma forma en su abuelo alemán, pastor de iglesia evangélica, simbolizando aquel espacio de orden vinculado estrictamente al Libro. El mundo materno, el mundo de los Flores, se asocia con el criollismo de aquellas primeras colonizaciones, que imprime una visión singular del Nuevo Mundo como lugar utópico y de lo maravilloso, que se impuso a lo largo del descubrimiento de América y sus primeras islas. Francisco Flores muere en la frontera de Buenos Aires lanceado por los indios. Flores reivindica el mito del heroísmo a través de la construcción heroica de un pasado del cual sólo se conserva el casco de una estancia en el sur. Los restos de esa “larga casa rosada que alguna vez fue carmesí”, nos acercan a una fecha específica, donde tras derrotar a Lavalle, Juan Manuel de Rosas accede al gobierno de la provincia de Buenos Aires y logra constituirse en el principal dirigente de la Confederación argentina (1835-1852). Para este entonces, la llanura pampeana bonaerense había estado sometida al dominio blanco apenas en una franja estrecha junto al Paraná y el Río de la Plata. Desde entonces, la frontera se adelanta hasta una línea que pasaba aproximadamente por las actuales ciudades de Balcarce, Tandil y Las Flores . Durante los primeros años de su segundo gobierno, la política de Rosas para con los indios alternaría tratados de paz y donaciones con campañas de exterminio. Se puede aducir que la estancia que hereda Dalhmann pertenece a este período, en el cual las casas se pintaban de colorado con sangre de toro para ahuyentar enemigos. Este dato indica que fue construida posterior a un desplazamiento indígena y da fe de conquista, donde las tierras eran repartidas entre los soldados y financistas de campaña, que posteriormente, al no poder sostenerlas, eran vendidas a ingleses. De este modo, Borges recupera un mito pampeano, no como factor económico, pero sí desde el lugar del heroísmo.

Entre la confluencia de linajes Dalhman elige “ese antepasado romántico, o de muerte romántica” que se nutre de la tradición criollista. Borges pasa a enumerar una lista de elementos que son parte de mitificaciones pampeanas anteriores, a las cuales adhiere Dalhmann. En primer lugar menciona un daguerrotipo, primer procedimiento fotográfico que data del año 1839. Existen evidencias, que marcan la aparición del primer daguerrotipista en España, el abate francés Louis Compte, que viajaba de la fragata mercante Oriental, que se encontraba en viaje dando la vuelta al mundo. Las demostraciones de Compte en Río de Janeiro y Montevideo en 1840 son una referencia en la historia del daguerrotipo en América del Sur . El daguerrotipo representa una invención que incursionó con soberana importancia en la construcción mítica de América del Sur por parte de Europa. Borges también menciona la espada, la barba y estrofas del Martín Fierro que remiten directamente a tradiciones gauchescas anteriores. En el cuento también sobrevuelan referencias a otras obras literarias como Los cielitos de Bartolomé Hidalgo, en cuyos cielitos impera el tono agresivo contra los enemigos de la patria, o el Facundo: Civilización y Barbarie, donde Sarmiento absorbe la imagen de los viajeros ingleses del siglo XVIII y XIX que atraídos por las imágenes que les llegaban, enviaban hombres con motivos de negocio y exploración. Tanto en El Sur, como en El evangelio según Marcos, encontramos La Pampa descripta como un espacio sin límites, emparentada con el océano.

El oficio de Dalhmann como secretario de una biblioteca municipal, evidencia su afán erudito y su corte letrado. Este afán se intensifica con la ansiedad por leer Las Mil y una Noches de Weil para compararlo con la traducción popular. Omitiendo intereses particulares del autor, se transparenta la relación entre el gusto popular, entre Flores como prototipo romántico de la cultura nacional argentina de los últimos siglos, y los letrados; aquellos que sostienen el gusto popular. Distraído por su lectura, sufre un accidente y termina hospitalizado. Este es el instante del relato donde comienzan a confluir el mundo urbano y el mundo rural (el mundo del deseo). “A la realidad le gustan las simetrías y los leves anacronismos”, frase que despierta sospecha en el lector y abre el texto a una doble interpretación, comprendiendo una retórica realista y una fantástica que se expresa en el manejo de la temporalidad. El narrador se involucra en un doble proceso. Por un lado da cuenta de una dilatación temporal, donde “ocho días pasaron, como ocho siglos” y por otro, remite a horas y momentos exactos del día. En el viaje en tren hacia la estancia, es donde se manifiesta con mayor claridad esta duplicidad retórica de dos hombres, aquel “que avanza por el día otoñal y por la geografía de la patria, y el otro, encarcelado en un sanatorio y sujeto a metódicas servidumbres”. La descripción de los paisajes que Dalhmann observa a través de la ventana, se acerca a aquella mítica tradición pampeana. Frases como: “sueños de la llanura”, “su directo conocimiento de la campaña era harto inferior a su conocimiento nostálgico y literario”, “todo era vasto, pero al mismo tiempo era íntimo y de alguna manera, secreto”, son ejemplos de esta vacilación semántica que nos permite abordar el texto desde una doble retórica y al mismo tiempo dar cuenta de una tradición romántica que circunda El Sur. Cuando Dalhmann ingresa al almacén testigo de su duelo, algo “en su pobre arquitectura le recordó un grabado en acero, acaso de una vieja edición de Pablo y Virgina”. Pablo y Virginia, escrito por Jacques-Henri Bernardin de Saint-Pierre, autor francés prerromántico,

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