El Funcionamiento De Los núcleos Narrativos En La Declaración De La Señora Milagros Ramoneda En La Novela Rosaura A Las Diez.
Enviado por veronika29 • 19 de Octubre de 2013 • 1.986 Palabras (8 Páginas) • 794 Visitas
El funcionamiento de los núcleos narrativos en la declaración de la señora Milagros Ramoneda en la novela Rosaura a las Diez
Introducción
“...Comprender un relato no es sólo es seguir el desentrañarse de la historia,
es también reconocer estadios proyectar los encadenamientos horizontales
del hilo narrativo sobre un eje implícitamente vertical: leer (escuchar) un relato,
no es sólo pasar de una palabra a otra, es pasar de un nivel a otro [...]
el sentido no está “al final del relato”, sino que lo atraviesa...”
(Ronald Barthes)
Según Ronald Barthes , la lingüística se detiene en la frase: es la última unidad de que cree tener derecho a ocuparse; si, en efecto, ésta al ser un orden y no una serie, no puede reducirse a la suma de las palabras que la componen y constituye por ello mismo una unidad original, un enunciado, por el contrario, no es más que la sucesión de las frases que lo componen: desde el punto de vista de la lingüística, el discurso no tiene nada que no encontremos en la frase: «La frase, dice Marinet, es el menor segmento que sea perfecta e integralmente representativo del discurso» En la lingüística no podría, pues, darse un objeto superior a la frase, porque más allá de la frase, nunca hay más que otras frases...”
En el siguiente informe, se trabajará con el análisis de las funciones distribucionales del relato de Ronald Barthes, en la declaración de la Señora Milagro Ramonseda de la novela: “Rosaura a las Diez” . En primera instancia, definiremos las funciones distribucionales, de las cuales haremos hincapié sólo en una de ellas: los núcleos. Por consiguiente, se arribará al objetivo de este trabajo que es analizar los núcleos narrativos a lo largo de la declaración para determinar su función dentro del la misma.
Por último, se expondrán las conclusiones a las que se ha arribado.
DESARROLLO
Ronald Barthes, en su “Introducción al análisis estructural de los relatos” postula: dado que todo sistema es la combinación de unidades cuyas clases son conocidas, hay que dividir primero el relato y determinar los segmentos del discurso narrativo que se puedan distribuir en un pequeño número de clases, en una palabra, hay que definir las unidades narrativas mínimas. Es necesario que el sentido sea desde el primer momento el criterio de unidad: es el carácter funcional de ciertos segmentos de la historia que hace de ellos unidades: de allí el nombre de funciones que inmediatamente se le ha dado a estas primeras unidades. Las funciones son unidades de contenido que fecundan el relato con un elemento que madurará más tarde al mismo nivel, o, en otra parte, en otro nivel.
Por consiguiente, este modelo funcional que propone Barthes, tiene que ver esencialmente con la narratividad, es decir, con la esencia fundamental del relato en cualquiera de sus variantes, desde la literaria hasta el relato de carácter científico como relación de sucesos concatenados de manera espacio-temporal y aun causal; en otros términos, el modelo funcional se ocupa directamente de la sintaxis de la acción.
El modelo funcional tiene su esencia en la identificación de funciones, que pueden ser de dos tipos: unidades distribucionales o núcleos que constituyen el esqueleto del relato y las catálisis, cumplen la función de rellenar los espacios entre núcleo y núcleo. (de esta última no nos ocuparemos en este informe).
Barthes, define como funciones cardinales, núcleo o nudos, aquellas funciones que dirigen la acción o situación hacia el final o desenlace, abren, mantienen o cierran una alternativa en la trama del relato. Son a la vez consecutivas y consecuentes.
Por consiguiente, los postulados antes mencionados pueden evidenciarse en el relato de la señora Milagro Ramoneda a partir de una serie de núcleos que se presentan a continuación:
“Llega Camilo Canegato a la Pensión, la Madrileña”
_ “...Todo esto comenzó, señor mío, hará unos seis meses, aquella mañana en que el cartero trajo un sobre rosa con un detestable perfume a violeta. O quizá no, quizá será mejor que diga que empezó hace doce años, cuando vino a vivir a mi honrada casa un nuevo huésped que confesó ser pintor y estar solo en el mundo...”
Este primer núcleo narrativo produce avanzar la historia y de esta manera, le ofrece al lector conocer al personaje principal. En este sentido, Barthes, postula que este tipo de núcleo abre una alternativa consecuente para la continuación de la historia. Lo que viene después, afirma Barthes, es leído como caudado por.
A continuación, otro núcleo que aparece es el siguiente:
Llega la primera carta para Camilo Canegato)
_ “... Hace aproximadamente seis meses, como le dije al principio, ocurrió algo insólito. Déjeme que le cuente despacio. Estaba yo en el comedor,(...) cuando oí que voceaba en la calle (...) El cartero le puso en la mano un sobre (...) Allí decía, bien claro: “Señor Camilo Canegato. Hospedería la Madrileña...”
Luego, llega la segunda carta:
_ “... En la segunda carta Rosaura escribía: “Camilo. Basta de señor...”
Llega la tercera carta:
_ “... Otra carta nos sacó del terror. Leímos: “Usted me preguntó ayer, y dale con ayer...”
Llega la octava carta:
_ “Finalmente, a la octava estación de mi calvario, quiero decir, a la octava carta de Rosaura, todo se solucionó de la manera más feliz...”
Lectura de la carta ocho:
_ “Está bien. Me convencieron. De modo que sí usted me permite, Señora Eufracia... y me quedé mirándola, mientras sostenía el sobre contra el pecho, como para darle a entender que me correspondía leer la carta a solas...”
Camilo cuenta como conoció a Rosaura:
_ “Entonces él se sentó en una silla, al extremo de la mesa, y comenzó a hablar...”
Camilo trae el retrato de Rosaura:
_ “ Y así fue. Una noche vi que entraba en casa con un envoltorio chato y rectangular, que metía furtivamente en su cuarto. En seguida supe que era el retrato de Rosaura. Puse sobre aviso a mis hijas, y en un momento en que nadie nos oía le
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