El Gato Negro

Durante los siglos XIX y XX se escribieron obras del género gótico que por su calidad y peculiaridad han perdurado y hasta la fecha se consideran una parte muy importante de la literatura universal.

Tal es el caso de El gato negro de Edgar Allan Poe, El almohadón de plumas de Horacio Quiroga y Puerta condenada de Julio Cortázar. Estos cuentos representan muy bien la literatura gótica, pues abordan temas trágicos y fatalistas donde el terror es predominante.

Estos temas se ven reflejados en el tono y el ambiente de las tres obras, que aunque son diferentes en trama y personajes, el hecho de que pertenezcan al mismo género literario las hace de algún modo similares. En los tres cuentos, los autores desarrollan el tono y el ambiente en modos parecidos pero que en realidad son distintos. En el gato negro hay un tono muy lúgubre desde el inicio y hay una atmósfera de tensión permanente, similar al caso de El almohadón de plumas que tiene un tono terrorífico y un ambiente lleno de miedo por la muerte de Alicia. Puerta condenada difiere un poco con los otros dos cuentos, pues aunque su tono es más cotidiano, el ambiente en que se desarrolla la historia resulta ser aún más tenebroso que el de las demás historias.

En el caso del almohadón de plumas se comenta en una revista que “La atmósfera del relato es densa y lúgubre. La muerte se respira en cada párrafo, sobre todo en la descripción de la casa habitada por el matrimonio de Jordán y Alicia, en la que imperan los campos semánticos relativos a lo blanco, marmóreo y helado.”(4)

Los autores se valen de procedimientos que acoplan y hacen coherentes el tono y el ambiente en relación con el tema de cada uno de los cuentos, éstos se notan en seguida que una persona comienza a leer el cuento, pues tanto el tono como el ambiente nos hacen sentir inmersos en la obra e incluso hacen que parezca que nosotros estamos en ella.

En las tres obras se recurre a figuras retóricas entre las cuales figuran: el eufemismo en El almohadón de plumas en frases como “su marido heló sus soñadas niñerías de novia” (3), en Puerta condenada se muestra una comparación en “la voz era muy baja pero tenía un tono ansioso que le daba una calidad teatral, un susurro que atravesaba la puerta con tanta fuerza como si hablara a gritos.” (3), o como la metáfora que vemos en el gato negro en la frase: “la ternura que abrigaba mi corazón”(1).

Considero que la mayoría de las historias tienen alguna enseñanza implícita y éstas no son la excepción; El gato negro nos recuerda que no debemos actuar guiados por los impulsos ni por instinto sino pensando y tomando en cuenta sentimientos positivos, pues eso es lo que nos hace diferentes de los animales. El almohadón de plumas tiene un mensaje muy importante que es un claro ejemplo de la poca higiene y las condiciones en que vivían en otras épocas, además de resaltar los peligros

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