El Medico De Cuerpo Y Almas
Enviado por orladigi • 5 de Mayo de 2014 • 915 Palabras (4 Páginas) • 415 Visitas
PROLOGO
PROLOGO
Este libro ha estado elaborándose durante cuarenta y seis años.
Al Dr. Samuel A. Vogel y Frances Vogel Buffalo, Nueva Cork
La primera versión fue escrita cuando yo tenía doce años, la segunda a los veintidós años de edad, la tercera a los veintiséis y durante todo este tiempo nunca dejé de trabajar en la obra.
Desde mi niñez, Lucano o Lucas, el gran apóstol, ha sido una obsesión para mí. Fue el único apóstol que no era judío. Nunca vio a Cristo.
Todo cuanto está escrito en su elocuente aunque mesurado Evangelio lo supo de oídas, por testigos de Cristo, de su Madre, de los discípulos y de los apóstoles. Su primera visita a Jerusalén tuvo lugar un año después de la Crucifixión.
Y sin embargo fue uno de los apóstoles más importantes. Al igual que Saulo de Tarso, conocido más tarde por Pablo, el Apóstol de los Gentiles, creyó que Nuestro Señor había venido no sólo para los judíos sino también para los Gentiles. Tenía mucho en común con Pablo, por que Pablo tampoco había visto nunca a Cristo. Cada uno de ellos recibió una revelación individual. Los dos hombres tuvieron dificultades con los primeros apóstoles porque éstos creyeron testarudamente y durante un tiempo considerable que Nuestro Señor se encarnó y murió para salvar sólo a los judíos y se mantuvieron en esta creencia incluso después de Pentecostés.
¿Por qué me ha obsesionado siempre San Lucas y por qué le he amado desde la niñez? No lo sé. Ante esta pregunta sólo sé citar una frase de Nietzche: “Se oye —ni se busca ni pregunta quién da— no he podido elegirlo por mí mismo”.
Este libro trata de Nuestro Señor solo indirectamente. Ninguna novela ni libro histórico puede narrar la historia de su vida tan bien como la Santa Biblia. Por lo tanto la historia de Lucano, o San Lucas, es la historia de la peregrinación de todos los hombres, que a través de la desesperación y la vida en tinieblas, el sufrimiento y la angustia, la amargura y la pena, la duda y el cinismo, la rebelión y la desesperanza han llegado a los pies y la comprensión de Dios. La búsqueda de Dios y la revelación final son las únicas cosas que dan sentido a la vida del hombre. Sin ellas el hombre vive como un animal irracional, sin consuelo ni sabiduría y toda su vida es vana, sin que lo evite su posición social, poder o nacimiento.
Un sacerdote, que nos ayudó a escribir el libro, afirmó que San Lucas “fue el primer trovador de Nuestra Señora”. Únicamente a San Lucas reveló María el Magnificat, que contiene las más nobles palabras escritas en cualquier literatura. El amó a María más que a ninguna otra mujer en su vida.
Mi esposo y yo hemos leído más de mil libros acerca de San Lucas y de su época; y al final de esta novela se da una nota bibliográfica para quien quiera que desee continuar leyendo sobre el tema. Si el mundo de San
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