Medico De Cuerpo Y Almas
Enviado por marjho • 27 de Noviembre de 2013 • 2.812 Palabras (12 Páginas) • 634 Visitas
ENSAYO DEL LIBRO “MEDICO DE CUERPO Y ALMAS”
De Taylor Caldwell
Este ensayo habla sobre la vida de lucano o mejor conocido como San Lucas, uno de los grandes evangelistas en la religión católica, cristiana, judía y entre otras, un evangelista que habla sobre la vida de Jesucristo, (en el presente ensayo nos referiremos a Jesucristo como: Dios, Jesús, Cristo, el mesías, el redentor, el liberador) Lucano fue el único apóstol que no era judío y que nunca vio a cristo. Todo cuanto ha escrito en su evangelio, lo supo de oídas por la madre de Jesús o testigos del mismo o por los apóstoles y a pesar de eso fue uno de los apóstoles más importantes, al igual que Saulo de Tarso mejor conocido como el apóstol Pablo, este creía en que Jesucristo no solo había venido a salvar a los judíos sino a todo el que creyera en él, tampoco conoció a Jesús mas sin embargo también ha sido uno de los más grandes evangelista ambos tenían mucho en común.
Lucano es el hijo de Eneas, esclavo liberto, contable, escribiente y gestor del archivo del tribuno romano Diodoro y de su esposa Iris también una liberta. Ambos han educado a su hijo en la doctrina del Dios Desconocido, una de las tradiciones monoteístas existentes en la época que enlazan con el cristianismo en la zona del Mediterráneo, si bien su padre también “adora” al resto de dioses griegos que sin embargo Lucano rechaza.
Diodoro, tras ser nombrado gobernador romano de Antioquía (Siria), encandilado por el pequeño Lucano y su potencial, decide tomarlo como protegido y darle la misma educación que a su hija Rubria a manos del tutor griego Cusa. Allí también es donde toma contacto con la tradición judía de adorar al “Dios Desconocido”, sin embargo Lucano piensa que es un Dios para todos los hombres y no solo para los judíos.
La historia empieza narrando los lazos familiares que se guardan unos con otros. A final de cuentas es una gran familia que tiene unas bases en el amor, respeto, justicia e igualdad. Esta última muy marcada por el manejo de esclavos, que a pesar de que Diodoro sí los tenía, no marcaba diferencia alguna con respeto al trato que recibían, eran queridos y respetados, y no eran considerados esclavos. Diodoro creía fielmente que para él la patria era primero, ya que si se dedicaba a los hijos lo que ellos heredarían sería amor, sin duda, pero con un gobierno deshecho
El amor se manifiesta de varias maneras, Diodoro ama a su esposa y a su hija, pero siempre ha amado a Iris, su compañera de juegos, a quien la madre de Diodoro consideraba como su hija, quien contrajo matrimonio con Eneas, esclavo del padre de Diodoro y liberto de éste quien a pesar de respetar en cuerpo y alma a su esposa, su espíritu está inquieto, ya que siente que le es infiel. Y Aurelia, esposa de Diodoro, le ama con infinito cariño, pero lamentablemente se da cuenta de lo que siente su esposa por Iris, quien es también su mejor amiga, y confidente. Sin embargo, no dice algo, porque es muy bondadosa y comprensible, y sabe que también la ama a ella.
Diodoro ve a Lucano como un hijo, y tanto es así que le promete mandarlo a Alejandría a estudiar medicina, ya que ve la pasión de éste y la gran inteligencia, y sabiduría de Lucano desde niño.
En una ocasión y como precedente de la decisión de mandarlo a Alejandría, y como una de las escenas más importantes de la historia, una Estrella aparece en el cielo y a todos llamó la atención, para esto Lucano estaba en la fuente del patio de Diodoro, y sostenía una piedra entre sus manos, y rezaba por Rubria, hija de Diodoro (que se encontraba muy enferma y que tiempo después Keptah maestro de lucano y médico de la familia de Diodoro, le confesaría que Rubria iba a morir y que no se podía hacer nada para salvarla), durante esa escena Lucano le habló a Diodoro sobre el Dios Desconocido, y era tanta la emoción que sintió Diodoro al escucharlo que creyó estar escuchando a un sabio y no al niño inocente que tenía sentado a un costado suyo.
En esa conversación Lucano le confiesa su gran devoción a ese dios, y le dice que refiere a él como Padre, que es misericordioso, que ama a todos los hombres, sus hijos, que es amable y que cuidaría de su hija, Rubria. Diodoro lo acompaña a su casa, y Lucano le encarga llevarle la piedra brillosa, y una bolsita de hierbas a Rubria, le dice que las hierbas deben ser vertidas en vino caliente y que la niña las debe beber. A continuación, Diodoro siente curiosidad por el futuro del niño, y éste le contesta que quiere servirle a Dios a través de la medicina. Le dice Lucano que Dios le ayudaría a entrar a la universidad de Alejandría y que se lo pagaría con su devoción durante toda su vida. Y conmovido por la plática y la inocencia del niño, decide mandarlo a la universidad de Alejandría cuando sea mayor, y mientras Keptah, el médico familiar, será su tutor.
A partir de ese día toma clases junto con Rubria, y su amor crece cada día más por ella. Lucano saben que la muerte de Rubria está próxima. Y maldice a Dios, y no lo entiende, no comprende por qué hace que las personas sufren, ni por qué tienen que ser personas inocentes si es un Dios justo y amoroso, un huracán toma lugar y Lucano pierde a su padre, pero no se siente afligido, ni siente dolor, sino vergüenza de sí mismo, por haberle tratado como inferior, y por haberse alejado tanto de él, Después de cierto tiempo fallece Rubria, pero su madre Aurelia, espera un hijo, pero Diodoro está tan devastado por la muerte de su hija que abandona a su esposa espiritualmente, y se encierra en su biblioteca, Lucano va a hablar con él y de alguna manera Diodoro siente que le llevó el mensaje que estaba esperando, se dio cuenta que no tiene que llorar por los muertos, sino disfrutar a los que aún viven. Y la admiración hacia Lucano sigue creciendo.
Lamentablemente Aurelia se pone mal, Keptah y Lucano le atienden, pero solo pueden salvar a uno; si salvan a la madre, es posible que se desangre, y si salvan al pequeño es posible que no sobreviva por ser tan prematuro. Tanto el médico como su aprendiz se encuentran en un dilema, al decirle a su esposo, elige a su esposa, ya que sin esposa no podría cuidar del hijo. Después de una cansada operación se da por muertos a ambos, madre y niño. Lucano toma al frágil niño en sus manos y empieza a darle respiración y a hacer latir su corazoncito, con sus suaves dedos colocados en su pecho. El niño vive.
Diodoro siente el corazón destrozado, ya que falleció su hija y su esposa, y murió sabiendo que amaba a su mejor amiga, es lo que más le pesa. Se retira a Roma, para alejarse de todo eso. El pequeño Prisco, se queda bajo el cuidado de Iris, a quien Aurelia confió todo en su lecho de muerte. Después de aceptar que se aman, y se han amado desde niños, y ambos están
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