El Mexicano Psicologia De Sus Motivaciones
Enviado por monsemrp • 3 de Octubre de 2012 • 1.169 Palabras (5 Páginas) • 1.440 Visitas
Introducción
El mexicano, psicología de sus motivaciones es un libro que habla sobre características y peculiaridades de la personalidad del mexicano vistas desde un punto de vista psicoanalítico, explicando por qué se vive así mismo como subyugado, carga que trae consigo desde la invasión española en la cual no solo fue esclavizado sino también se le impuso nuevas creencias, dioses y simbolos a los cuales tenían que adorar dejando atrás a aquellos dioses que les ofrendaban sus vidas a cambio de cuidar a su pueblo y reverdecer sus campos.
No solo este acontecimiento ha marcado la personalidad de los descendientes aztecas ya que tanto el estereotipo de la madre abnegada, proveedora e inmaculada como el del típico padre dominante, castigador e indiferente han jugado un rol muy importante para dar pie a lo que hasta hoy se conoce como la psicología del mexicano.
Desarrollo
El origen de la conceptualización de lo que hoy se conoce como la psicología del mexicano se da en la invasión española donde se corrompieron las creencias y se impuso una nueva cultura de un gran arraigo espiritual, renunciando a su religión politeísta para dar toda su fe a un solo Dios.
A partir de esta mezcolanza de razas, producto de la invasión surge un nuevo linaje, el mestizo, el cual es fruto de un español que utilizo a su madre india para satisfacer sus placeres, de aquí es que surge la ambivalencia a sus progenitores, manifestando odio hacia el padre el cual es un objeto total de agresión.
Los sentimientos hacia la madre son más confusos e intensos debido a que la madre es el objeto proveedor de amor y alimento, la figura que reconforta y alivia, pero por la cual nace un odio debido a la sumisión ante los dominios del padre y por no poder defenderlo cuando éste ha sido duro con él.
Debido a esto hace uso de varios mecanismos de defensa: la negación (niega su pasado para protegerse de recordar); la compensación (mantiene una imagen de violencia heredada del padre para ocultar su flaqueza); la proyección (ve en los demás los defectos que no quiere ver sí mismo); la identificación (no encuentra identidad original e imita).
Pese al odio hacia su padre no tiene más que aprender de él e imitarlo cubriéndose con la máscara del machismo de carácter meramente varonil para que con el paso de los años cumpla con el mismo paradigma con el que ha cargado desde hace ya varias generaciones anteriores, tener una mujer sumisa y abnegada, estereotipo de la ambigua madre mexicana.
La mujer mexicana, esa mujer minimizada en las canciones populares, la ingrata que siempre abandona al ausente, al mexicano y que por tanto este se cansa de rogarle; la flor silvestre que no es ni rosa y mucho menos flor de liz, solo flor de campo que crece junto al nopal, que descarga todos sus sentimientos afectivos a través del ser madre, con sus muñecas, sus hermanos, sus hijos, sus nietos. La expresión de su sexualidad solo acarrea desprestigio, esterilidad y satanización.
El mestizo, además de tener una marcada ambivalencia hacia sus padres también la tiene hacia su raza ya que sabe que jamás podrá ser español, pero también niega su parte indígena encontrándose en el limbo de ambas razas.
Santiago Ramírez en 1977 menciona que el padre que prevalece es la del español, un padre sin calor, al que se le odia al no querer recordarlo pero que se trata de ser como él; siendo los franceses símbolo posterior del padre, ellos son la parte refinada de Europa que si se quiere, después los Estados Unidos, aunque ellos
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