El Mundo Clásico, La Epopeya De Grecia Y Roma

El prefacio del libro nos señala en primer lugar, el sentido y significado de la palabra “CLÄSICO”, que es de origen antiguo, derivado de la palabra CLASSICUS, que se le otorgaba a los reclutas de “primera clase”, en el ejército romano, por lo tanto lo clásico lo podemos entender como “lo de primera clase”, y es por esto que griegos y romanos toman prestado de culturas paralelas que los rodean algo de las artes, literatura, pensamiento, entre otros.

Existen dos lugares y dos periodos considerados como “clásicos”, como lo son ATENAS de los siglos V y IV a. C y ROMA desde I A. C hasta el año 14 d. C.

El autor, nos indica en el prefacio que su estudio comienza con el poeta épico de Homero, periodo clásico preclásico y termina con el periodo de Adriano, Emperador romano de 117 a 138, en esta época nos encontramos a Juvenal, ultimo poeta reconocido como un poeta clásico en el mundo conocido en la época.

El emperador Adriano y su gusto por lo clásico queda manifestado en que, por ejemplo en la ciudad de Atenas y otros edificios que el patrocino en su construcción están plasmados ciertos aspectos de carácter personal, inspirados en un mundo clásico. También sabemos de él que fue el único emperador que podría ser considerado una fuente primaria ya que recorrió todo el imperio y podemos reconstruir sus viajes a través de las monedas que mando a acuñar para dichos eventos, sin importar que fueran considerados como clásico o no. Son estos viajes los que le permiten contemplar el mundo clásico, pero sin lugar a dudar el lugar que admiró y venero fue Atenas, por considerarla una ciudad libre, es por el estilo de la ciudad, que le entrega muchos regalos, entre ellos una biblioteca.

Debido a las virtudes que esta ciudad posee es que surge la idea de celebrar cada cuatro años una gran fiesta de las artes y el atletismo, en donde se reunirán delegados de todas partes del mundo griego, superando los proyectos panhelénicos del pasado.

Adriano, tenia entre sus gustos la casería, adoraba su caballo, Borístenes, al que al morir le compuso unos versos, también sabemos de él que amó a Antínoo. El gusto y devoción por el mundo clásico que nos indica el autor, por parte de Adriano, se ve entorpecido ya que hubo muchos cambios desde la época de Homero hasta su época, uno de ellos y el mas perceptible es sin lugar a dudas el idioma, el griego y el latín provenientes de dos lugares distintos, pero con características similares ya que ambas surgen sin tener alfabeto, siendo solo lenguas habladas. El emperador habla y lee en ambas lenguas, pero su interés por el griego y las lecturas en este idioma, terminan por llamarlo el “grieguito”. Su origen es del sur de España, pero su educación y crianza son romanas.

Entre los viajes de Adriano, nos encontramos con que tuvo la oportunidad de viajar por Siria y Egipto, en donde habló griego y también visito Britania en donde habría hablado latín. El imperio romano durante su gobierno se calcula que

...