El Pefume
Enviado por • 13 de Mayo de 2013 • 762 Palabras (4 Páginas) • 289 Visitas
PRIMERA PARTE
A mediados del siglo XVIII ,nace en Francia Jean-Baptise Grenoullie en medio de una población acostumbrada al hedor. Accidentalmente sobrevivió al parto, en el que su madre lo iba a dejar morir como había hecho otras cuatro oportunidades, pero alguien se dio cuenta y la denuncio ante la policía que la condenó a la guillotina. El niño entonces pasó a manos de una institución religiosa, donde se le bautiza, de ahí comienza a pasar de nodriza en nodriza, ya que por alguna razón todas lo despreciaban, llega a donde el padre Terrier a quien le confiesan que su repulsión deriva de que no huele a nada, el mismo siente repulsión y por eso se lo da a madame Gaillard, una mujer de mediana edad que carecía del sentido del olfato, y que tal vez por eso soportó durante ocho años, al tiempo que le dejaron de pagar del convento; y durante los cuales, los otros niños le habían aprendido a temer y a odiar, al igual que madame Gaillard, que lo consideraba vidente.
Cerca de allí, vivía un curtidor de cueros llamado Grimal, que requería de un ayudante joven; entonces, madame Gaillard decidió enviarlo allí, por unos pocos francos y segura de que no sobreviviría por mucho tiempo, debido a la peligrosidad del oficio. Pero no fue así, Grenoullie pasó allí, casi siete años, después de los cuales le encontró sentido a su vida: entonces decidió ser un creador de perfumes.
Hizo lo imposible para ser contratado por Baldini, uno de los más prósperos y prestigiosos empresarios en el campo de la perfumería. Hasta que lo logró, y allí empezó todo, aprendió a mezclar aromas utilizando los instrumentos adecuados, aprendió el lenguaje del gremio y sobre todo la técnica de la destilación, lo que le permitió sintetizar aromas de plantas y flores, aunque de ninguna otra cosa. Grenouille estuvo con Baldini tres años, y después fue despedido; no sin antes haberle amasado a éste una gran fortuna a costa de su sorprendente talento.
SEGUNDA PARTE
Jean-Baptise Grenouille, que ya contaba con 18 años, se encaminó hacia Orleans. Pero cuanto más se adentraba en la soledad del camino, libre de olores humanos, más se acrecentaba su gusto por aislarse de los hombres, capricho que lo llevó a internarse en una montaña llamada “Plomb du Cantal”, la región más inhóspita y alejada de los hombres de todo el reino. Allí permaneció siete años, viviendo únicamente en su reino de olores, creado por él mismo, gobernado por él mismo; y hubiera vivido allí por el resto de sus días de no haber sido por esa duda que le surgió, su propio olor. Y por más que intentó, no logró descifrarlo, entonces convino devolverse a la civilización para crearse un propio olor, que lo hiciera aceptable en el mundo.
Llegó a un poblado, donde cayó en manos de un marqués, que lo arregló para presentarlo ante todos como la comprobación de una teoría suya. Permaneció un tiempo con éste, alrededor
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