El Pequeño Vampiro
Enviado por npsspa • 23 de Mayo de 2015 • 7.445 Palabras (30 Páginas) • 204 Visitas
LOS PERSONAJES
Anton Bohnsack (hijo)
A Anton le gusta mucho leer novelas de terror, especialmente de vampiros. Vive muchas aventuras con sus amigos vampiros y con el paso del tiempo se hace cada vez más valiente. Gracias a ellos aprende muchas cosas acerca de la existencia de estos seres. Anton es muy leal hacia ellos, y les ayuda todo lo que puede. Así que no sólo rescata a Rüdiger y Anna de numerosos peligros, sino que también ayuda a que los peligrosos familiares de sus amigos permanezcan a salvo de los seres humanos.
Rüdiger von Schlotterstein
Rüdiger, el pequeño vampiro, se convirtió en vampiro cuando era niño, hace más de ciento cincuenta años. La edad que refleja es incierta, aunque su abuelo dice en una ocasión que ya ha llegado "a la edad de trece años para un vampiro". A lo largo de su dificultosa existencia, siempre se ha preocupado principalmente de sí mismo y su propio interés. A pesar de ello, nunca deja en la estacada a sus amigos. Le muestra a Anton el mundo de los vampiros y emprende con él cosas de las que normalmente no era capaz. El pequeño vampiro
está enamorado de Olga von Seifenschwein, aunque ella nunca le hace caso y se aprovecha de él. Tiene mucho respeto por su hermano mayor Lumpi y trata de imitarle continuamente. Con su hermana Anna siempre tiene las típicas peleas de hermanos.
Anna von Schlotterstein
Anna es la hermana pequeña de Rüdiger y Lumpi. Su apodo inicial es "Anna la Desdentada", puesto que aún no tiene los dientes de vampiro y se alimenta de leche. Está enamorada de Anton e intenta no convertirse del todo en un vampiro, aunque no puede hacer nada al respecto. Es la más sensata de sus hermanos y, aunque es la más pequeña, se convierte en "Anna la Valiente" tras demostrar las cosas que es capaz de hacer.
Lumpi von Schlotterstein
Lumpi, apodado "el Fuerte", es el hermano mayor de Anna y Rüdiger. Se convirtió en vampiro cuando tenía unos 15 años. Como ya estaba en la pubertad, a menudo tiene fuertes arranques temperamentales. Es muy impulsivo y se divierte asustando a Anton. Lumpi es miembro de un grupo de vampiros que mantienen una competición cuyo fin es demostrar quién es el mejor vampiro.
Tía Dorothee
Dorothee von Schlotterstein-Seifenschwein es la tía de Rüdiger, Anna y Lumpi. Es uno de los vampiros más sanguinarios y se hace en cierto sentido cargo de los vampiros pequeños. Se comporta a menudo como una estricta institutriz, y suele espiar a los niños. Su marido, el tío Theodor, fue asesinado por Geiermeier, a quien Dorothee profesa un
odio especial. Su desprecio por los humanos no le impide enamorarse de Igno Rante, si bien creyendo que es un vampiro, y robar más adelante el corazón del señor Cisneros, profesor de la academia de baile de Anton.
Los padres de Anton
No creen en vampiros. La madre de Anton es maestra y su padre trabaja en una oficina.
PERSONAJES SECUNDARIOS
Olga von Seifenschwein
Olga es la sobrina de la tía Dorothee. Vivía en un castillo en Transilvania, hasta que sus padres fueron asesinados por cazadores de vampiros. Olga, debido a su descendencia nobiliaria, es altiva, arrogante y gusta de utilizar a los demás para su propio interés; desea que la llamen "la señorita von Seifenschwein". Se considera especialmente guapa y trata de conseguir a Anton. Entre ella y Anna se establece una abierta enemistad. Rüdiger está enamorado de ella.
Helga Bohnsack
La madre de Anton es profesora, no cree en vampiros y le molesta mucho la manía que tiene su hijo con ellos. Por ello reacciona a menudo con severidad y envía a Anton a un psicólogo.
Anton Bohnsack
El padre de Anton no se toma el fanatismo por los vampiros de su hijo tan a la tremenda. Normalmente trata de mediar entre Anton y su madre. A menudo intenta pasar su tiempo libre con Anton, tratando de hacer cosas que cree que le pueden gustar a su hijo, como unas vacaciones aventureras. En los primeros libros, su nombre no era Robert, sino Anton, como su hijo.
El
guardián del cementerio, Geiermeier
Su nombre es Hans-Heinrich. Geiermeier se ha marcado el objetivo de acabar con todos los vampiros del cementerio y poder así decorarlo y cuidarlo como un parque. Está constantemente malhumorado y siempre lleva encima cabezas de ajos. Sospecha de todo el mundo. Ni tan siquiera un infarto de miocardio le hace cesar en su empeño de cazar a los vampiros. Su ayudante, Schnuppermaul, siempre hace las cosas mal, en su opinión.
El jardinero del cementerio, Schnuppermaul
El descerebrado ayudante de Geiermeier es de Stuttgart. Su mayor preocupación es poder ensuciarse o resfriarse en la caza nocturna de vampiros. Traba amistad con Lumpi sin saber que es un vampiro; le llama educadamente "el señor von Schlotterstein" y "mi joven amigo".
El psicólogo, el señor Schwartenfeger
El doctor Jürgen Schwartenfeger es el psicólogo al que Antón acude habitualmente. Con él suele hablar de la semana y de las vacaciones. En realidad debe acabar con el fanatismo de Anton hacia los vampiros, pero el psicólogo cree en ellos y ha desarrollado un extenso programa con el que quiere curarlos de su miedo al luz del sol.
Udo Holzapfel
Amigo de Anton. Se hace pasar por Rüdiger cuando los padres de Anton le exigen a este (Anton) que les presente a sus amigos.
RESUMEN DE EL PEQUEÑO VAMPIRO
CAPITULO 1 La cosa en la ventana
Un sábado por la noche, aprovechando que sus padres salieron a comer, Anton se preparo
para ver una película policial. Como todavía no empezaba, se pudo a leer una novela de terror. A Anton le encantaba todo lo que tuviera que ver con el terror y los monstruos. En su pieza tenia por ejemplo un poster de King-Kong. Le dio hambre y fue a la cocina, cosa que no le gustaba hacer de noche. . ¡Odiaba el pasillo, con la lámpara eternamente rota que nadie reparaba! ¡Odiaba los abrigos que se balanceaban en el ropero y que parecían ahogados! Y ahora le daba miedo incluso la liebre disecada del cuarto de trabajo de su madre, a pesar de que otras veces a él le gustara tanto asustar con ella a otros niños.
Saco del refrigerador jugo de manzanas y queso y al llegar a su pieza no escucho el televisor encendido. Eso quería decir que algún ladrón había entrado a su pieza, pensó.
Efectivamente, la TV estaba apagada. Llegó hasta su nariz un curioso olor enrarecido y a moho como el del sótano, y así como si se hubiera quemado algo. ¿Vendría
...