El Principe De Maquiavelo
Enviado por ferharp • 4 de Diciembre de 2012 • 2.099 Palabras (9 Páginas) • 403 Visitas
Capitulo XX
SI LAS FORTALEZAS, Y MUCHAS OTRAS COSAS QUE LOS PRINCIPES HACEN CON FRECUENCIA SON UTILES O NO
Hubo príncipes que, para conservar sin inquietudes el estado, desarmaron a sus súbditos; príncipes que dividieron los territorios conquistados; príncipes que favorecieron a sus mismos enemigos; príncipes que se esforzaron por atraerse a aquellos que les inspiraban recelos al comienzo de su gobierno; príncipes, en fin, que construyeron fortalezas, y príncipes que las arrasaron.
Nunca sucedió que un príncipe nuevo desarmase a sus súbditos; por el contrario, los armo cada vez que los encontró desarmados. De este modo, las del pueblo se convirtieron en las del príncipe.
Pero como no es posible armar a todos los súbditos, resultan favorecidos aquellos a quienes el príncipe arma, y pueden vivir más tranquilos, por esta distinción reconocen a los deudores del príncipe. Pero cuando se los desarma, se empieza por ofenderlos por su cobardía o desconfianza, se tiene poca fe en su lealtad; y cualquiera de estas dos opiniones engendra odio contra el príncipe. Y como el príncipe no puede quedar desarmado, es forzoso que recurran alas milicias mercenarias.
Ahora bien: cuando un príncipe adquiere un estado nuevo que añade al que ya poseía, si conviene que desarme sus súbditos a excepción de partidarios suyos durante la conquista; y aun a estos, con el transcurso del tiempo es preciso debilitarlos y reducirlos a la inactividad.
Antepasados que tenían fama de sabios, solían decir que para conservar a Pistoya bastaban las disensiones, y para conservar a pisa, las fortalezas; para gobernarlas mas fácilmente, fomentaban la discordia en las tierras sometidas, por estas razones los venecianos fomentaban en las ciudades conquistadas la creación de güelfos y gibelinos; este proceder se volvió en su contra, pues, derrotados en Vaila, uno de los partidos cobro valor y les arrebató todo el estado. Semejantes recursos inducen a sospechar la existencia de alguna debilidad en el príncipe.
Los príncipes son grandes cuando superan las dificultades y la oposición que se les hace. Un príncipe nuevo, a quien le es mas necesario adquirir fama que a uno hereditario, un príncipe hábil debe fomentar con astucia ciertas resistencias para que acreciente su gloria.
Pandolfo petrucci, príncipe de siena, gobernaba su estado con los que le habían sido sospechosos. Diré que los hombres que al principio de un reinado han sido enemigos, el príncipe podrá siempre y muy fácilmente conquistarle a su causa; y lo servirán con tanta mas fidelidad, el príncipe saca de ellos mas provecho que de los que, por serle demasiado fieles, descuidan sus obligaciones.
Con la situación anterior del estado, es difícil y fatigosamente podrá conservar su amistad, pues tampoco el podrá contentarlos, vera que es mas fácil conquistar la amistad de los enemigos, que la de que los que, eran amigos del nuevo príncipe y le ayudaron a conquistar el estado.
Los príncipes, para conservarse más seguramente en el poder, acostumbraron construir fortalezas que fuesen rienda y freno para quienes se atreviesen a obrar en su contra y fue un refugio seguro para ellos en caso de un ataque imprevisto.
Nicolas vitelli logro arrasar dos fortalezas en Citta. Guido Ubaldo, duque de Urbino, de donde lo arrojo cesar Borgia, destruyo las fortalezas de aquella provincia. Por consiguiente, las fortalezas pueden ser útiles o no según los casos, en unas ocasiones favorecen, en otras perjudican. El príncipe que teme más al pueblo que a los extranjeros debe construir fortalezas; pero el que teme mas a los extranjeros que al pueblo debe pasarse sin ellas. Pero, en definitiva, no hay mejor fortaleza que el no ser odiado por el pueblo.
Capitulo XXI
COMO DEBE COMPORTARSE UN PRINCIPE PARA SER ESTIMADO.
Nada hace tan estimable aun príncipe como las grandes empresas, raras virtudes. Prueba de ello es Fernando Aragón actual rey de España, pues de rey sin importancia se ha convertido en el primer monarca de la cristiandad. Sus obras han sido tan grandes y extraordinarias.
También concurre en beneficio del príncipe el hallar medidas sorprendentes en lo que se refiere a la administración, por encima de todo el príncipe debe ingeniarse por parecer grande e ilustre en cada uno de sus actos. Asimismo se estima al príncipe capaz de ser amigo o enemigo franco.
El abrazar un partido es siempre más conveniente que el permanecer neutral. Si dos vecinos poderosos se declaran la guerra el príncipe puede encontrarse: en que por ser los adversarios fuertes, tenga que temer a cualquiera de los dos que gane la guerra, O en otro caso siempre le será mas útil decidirse por una de las partes y hacer la guerra.
Grecia por los etoilos mando embajadores a los acayos , amigos de los romanos , para convencerlos de que permanecieran neutrales. Los romanos, por el contario, les pedían que tomaran las armas a su favor. Siempre veras que aquel que no es tu amigo te exigirá la neutralidad, y aquel que es amigo tuyo te exigirá que demuestres tus sentimientos con las armas.
Conviene advertir que un príncipe nunca debe aliarse con otro mas poderoso para atacar a terceros, si no, de acuerdo con lo dicho. El príncipe también mostrara amante de la virtud y honrara a los que se distingan en las artes. Asimismo, dará seguridades a los ciudadanos para que puedan dedicarse tranquilamente a sus profesiones, al comercio, a la agricultura y a cualquier otra actividad; y que unos no se abstengan de embellecer sus posesiones por temor a que se las quiten, y otros de abrir una tienda por miedo a los impuestos. Instituirá premios para recompensar a quienes lo hagan y a quienes traten, engrandecer la ciudad o el estado.
Capitulo XXII
DE LOS SECRETARIOS DEL PRINCIPE
No es punto carente de importancia la elección de los ministros, que será buena o mala según la cordura del príncipe. La primera opinión que se tienen del juicio de un príncipe se funda en los hombres que lo rodean: sin son capaces o files, podrá reputarse por sabio.
Hay tres clases de cerebros: el primero que discierne por si; el segundo entiende lo que los otros disciernen, y el tercero no discierne ni entiende lo que los otros disciernen. El primero es excelente, el segundo es bueno y el tercero inútil.
Con
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