El Ultimo Grumete De La Baquedano
Enviado por Aida1171 • 17 de Abril de 2013 • 1.904 Palabras (8 Páginas) • 840 Visitas
Lectora Cuento El Padre
Tiempo: 2 horas pedagógicas
Nivel: NB5
Aprendizaje esperado: Lograr a través de la comprensión lectora del cuento El Padre, respeto y valoración hacia los padres y antepasados, destacando en ellos, los sacrificios que realizaron por mejorar los niveles de vida de sus familias.
Actividades de los alumnos: Como motivación para el inicio de la clase se informará a los alumnos que leerán un cuento escrito por el escritor Olegario Baeza, entregándoles antecedentes bibliográficos de él, algunos hechos históricos y las características de las costumbres de la época en que el autor escribió el cuento.
Invitar a los alumnos a formar grupos, se les entrega el documento 1 y el profesor(a) da lectura en voz alta a su contenido, los alumnos responden la guía en un tiempo asignado de 10 minutos.
Cuando finalicen la actividad se les pide que guarden su guía y que procedan a leer individual y silenciosamente la primera parte seleccionada del cuento (los que terminan de leer antes deben guardar silencio respetando los tiempos de lectura de sus compañeros)
Se vuelven a reunir y revisan sus respuestas del documento 1 para verificar si son acertadas o si no tenían relación con lo sucedido. Estas verificaciones las realizan oralmente.
Se entrega a los grupos el documento 2 para que les den lectura y procedan a responderlo grupalmente. Para esta actividad se les asignan 15 minutos.
La segunda parte del cuento es entregada a los alumnos para que la lean silenciosa e individualmente. Una vez que finalizan la lectura es importante darles tiempo para que expresen libremente los sentimientos que surgen de la lectura e intercambien sus sentimientos y opiniones.
Los grupos se disuelven y se les entrega a cada alumno el documento 3 para que realicen las actividades indicadas en la guía.
Documento 1
Antes de la lectura...
1. Subrayen el propósito que más se acerca al interés que tienen por realizar esta actividad
Para conocer el contenido del cuento.
Para practicar la lectura en voz baja y en voz alta.
Para obtener información.
Para seguir instrucciones.
Para demostrar que he aprendido.
2. ¿Qué les sugiere el título de este cuento?
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3. ¿De qué creen que se tratará el cuento?
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4. ¿Qué personajes podrían aparecer en el cuento?
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5. ¿En qué tiempo y lugar estará situada?
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6. ¿Qué sucederá?
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GRUPO Nº:
INTEGRANTES:
EL PADRE (primera parte)
(Olegario Lazo Baeza)
Un viejecito de barba blanca y larga, bigotes enrubiecidos por la nicotina, manta roja, zapatos de taco alto, sombrero de pita y un canasto al brazo, se acercaba, se alejaba y volvía tímidamente a la puerta del cuartel. Quiso interrogar al centinela, pero el soldado le cortó la palabra en la boca, con el grito:
-¡Cabo de guardia!
El suboficial apareció de un salto en la puerta, como si hubiera estado en acecho.
Interrogado con la vista y con un movimiento de la cabeza hacia arriba, el desconocido habló:
-¿Estará mi hijo?
El cabo soltó la risa. El centinela permaneció impasible, frío como una estatua de sal.
-El regimiento tiene trescientos hijos, falta saber el nombre del suyo repuso el oficial.
-Manuel... Manuel Zapata, señor.
El cabo arrugó la frente y repitió, registrando su memoria.
-¿Manuel Zapata... ? ¿Manuel Zapata... ?
Y con tono seguro.
-No conozco ningún soldado de ese nombre.
El paisano se irguió sobre las gruesas suelas se sus zapatos, y sonriendo irónicamente.
-¡Pero si no es soldado! Mi hijo es oficial, oficial de línea.
El trompeta que desde el cuerpo de guardia oía la conversación, se acercó al cabo diciéndole por lo bajo:
-Es el nuevo; el recién salido de la Escuela.
-¡Diablos! El que nos palabrea tanto...
El cabo envolvió al hombre en una mirada investigadora, y como lo encontró pobre, no se atrevió a invitarlo al casino de oficiales. Lo hizo pasar al cuerpo de guardia.
El viejecito se sentó sobre un banco de madera y dejó su canasto al lado, al alcance de su mano. Los soldados se acercaron, dirigiendo miradas curiosas al campesino e interesadas al canasto. Un canasto chico, cubierto con un pedazo de saco. Por debajo de la tapa de lona empezó a picotear, primero, y a asomar la cabeza después, una gallina de cresta roja y pico negro abierto por el calor.
Al verla, los soldados palmotearon y gritaron como niños:
-¡Cazuela! ¡Cazuela
El paisano, nervioso por la idea de ver a su hijo, agitado por la vista de tantas armas, reía sin motivo y lanzaba atropelladamente sus pensamientos:
-¡Ja, ja, ja! ... Sí. Cazuela..., pero para mi niño.
Y con su cara sombreada por una ráfaga de pesar, agregó:
-¡Cinco años sin verlo...!
Más alegre rascándose detrás de la oreja.
-No quería venirse a este pueblo. Mi patrón lo hizo militar. ¡Ja, ja, ja...!
... Uno de los guardias, pesado y tieso por la bandolera, el cinturón
...