El concepto de adolescencia opiniones
Enviado por gallodorado • 9 de Septiembre de 2015 • Tarea • 2.035 Palabras (9 Páginas) • 241 Visitas
El concepto de adolescencia
Juan Delval
Como señalábamos más arriba, los cambios físicos que se producen en la pubertad son muy importantes, porque hacen posible la participación de las muchachas y muchachos en las actividades adultas, y porque al ser tan rápidos e inesperados para los que los experimentan les obligan a ajustes considerables que el medio social puede hacer más fáciles o difíciles. Por ello, para entender la adolescencia hay que tener muy presentes todos esos cambios físicos. Pero, al mismo tiempo, no debe identificarse, sin más, la adolescencia con la pubertad, porque mientras que ésta es semejante en todas las culturas, la adolescencia es un período de la vida más o menos largo que presenta variaciones en los diferentes medios sociales. La adolescencia es un fenómeno psicológico que se ve determinado por la pubertad, pero no se reduce a ella. Resulta curioso observar que la adolescencia constituye un capítulo de la psicología evolutiva relativamente reciente, y las primeras obras sobre el desarrollo infantil no se ocupaban de ella. Así, el libro de Pérez (1878, 1886), que podemos considerar como la primera obra extensa dedicada al desarrollo, termina a los siete años, y el libro de Preyer (1882), mucho antes. Sólo fue a finales del siglo XIX cuando se empezó a estudiar la adolescencia de forma sistemática. En 1898 un criminalista italiano, Antonio Marro, publicó un libro sobre la pubertad, que tuvo una cierta influencia, sobre todo a través de su traducción francesa. Pero fue el psicólogo norteamericano Stanley Hall propició estudios psicológicos sobre la adolescencia, que se plasmaron en un artículo programático de Burnhaín (1891) y en otros varios como el de Lancaster (1897), todos ellos publicados en el Pedagogical Seminary que Hall dirigía. Finalmente en 1904 Hall publicó una obra monumental sobre la adolescencia, de cerca de 1400 páginas, que abrió definitivamente el camino al estudio de la adolescencia y a que se convirtiera en un capítulo necesario de la psicología del desarrollo. Hall se basaba en todo tipo de fuentes y utilizaba ampliamente los cuestionarios (véase el capítulo 2) que había popularizado también para el estudio de los niños. Hacia los años veinte de este siglo se inicia en Alemania una corriente de interés por la adolescencia, impulsada por Charlotte Bühler (1922),que utiliza como material diarios de adolescentes, un tipo de producción literaria muy frecuente a esa edad. Para Stanley Hall la adolescencia es una edad especialmente dramática y tormentosa en la que se producen innumerables tensiones, con inestabilidad, entusiasmo y pasión, en la que el joven se encuentra dividido entre tendencias opuestas. Además, la adolescencia supone un corte profundo con la infancia, escomo un nuevo nacimiento (tomando esta idea de Rousseau) en la que el joven adquiere los caracteres humanos más elevados. Además Hall defiende en este período, como en otros, la idea de la recapitulación. Pero la importancia y la realidad de la adolescencia ha sido puesta en duda por otros investigadores. En 1928 la antropóloga Margaret Mead publicó un estudio sobre la adolescencia en Samoa, centrado sobre la entrada de las muchachas en la sociedad. En él trataba de mostrar que la adolescencia no tiene por qué ser un período tormentoso y de tensiones, sino que eso se debe a que los jóvenes se tienen que enfrentar con un medio social que se les presenta lleno de limitaciones y los adultos no les proporcionan los instrumentos adecuados para ello. Eso pondría en duda la generalidad de las ideas de Hall, y señalaría que los conflictos adolescentes son un producto social y no una característica habitual del desarrollo humano. Sin embargo, otros autores que han revisado sus estudios, en los que defiende el relativismo cultura, los han criticado con dureza (Freeman, 1983). Algunos autores han señalado que los cambios en las condiciones de vida que han tenido lugar en las sociedades occidentales son los responsables de las dificultades con las que se enfrentan los adolescentes. Moreno (1990) resume esos cambios con referencia a la situación legal de los jóvenes, -a su papel dentro de la familia y a la educación, todos los cuales están muy estrechamente relacionados entre sí. El aspecto más llamativo es la prolongación de la duración del período de dependencia de los adultos. La introducción de la escolaridad obligatoria en el siglo XIX y la prohibición del trabajo infantil (Delval, 1990), así como leyes que limitan elpoder de los padres sobre los hijos, prolongan la permanencia del joven en la familia,lo que retrasa el momento de incorporación a la sociedad adulta y la hace más difícil. Pero algunos autores han insistido sobre el carácter universal de laadolescencia. Norman Kiell (1964), en un libro que lleva por título La experienciauniversal de la adolescencia, ha recogido infinidad de testimonios literarios sobre laadolescencia, basados en recuerdos autobiográficos, diarios y cartas, producidos enépocas muy diversas, tratando de mostrar que los fenómenos que consideramostípicos de la adolescencia han estado presentes siempre y no son de hoy. Acepta lasideas de Ausubel (1954), quien escribía: La adolescencia es un estadio diferenciado en el desarrollo de la personalidad,dependiente de cambios significativos en el estatus biosocial del niño. Como unresultado de estos cambios, que suponen una discontinuidad con las condiciones decrecimiento biosocial anteriores, se requieren extensas reorganizaciones de laestructura de la personalidad. Nuestra tesis es que estos procesos de reorganizaciónmuestran ciertas uniformidades básicas de una cultura a otra –a pesar de muchasdiferencias específicas en el contenido y en el grado de tensión- debidos a varioselementos comunes dependientes de la psicología general de transición y de lasaplicaciones psicológicas de la madurez sexual, del papel del sexo biológico y de losnuevos rasgos de personalidad asociados con los papeles adultos y el estatus en lacomunidad. Desde la Antigüedad, la juventud se ha tomado como una etapa de la vida, y alo largo de toda la historia se han producido muchos escritos en los que se habla delas dificultades de los adolescentes. Uno de los textos más notables se debe aAristóteles, el gran pensador griego que formuló por vez primera ideas que continúandebatiéndose desde entonces. En varios lugares de su obra, como en la Política o enla Ética a Nicómaco, se ocupa Aristóteles de la educación de la juventud. Pero en elcapítulo 12 del libro 2º de su República, escrito 330 años antes de nuestra era, mientras se va ocupando de los caracteres de las distintas edades del hombre,Aristóteles hace una descripción de las características de los jóvenes, quereproducimos en el cuadro 21.8, que resulta completamente actual y que viene acoincidir con muchas de las ideas que se siguen manteniendo acerca de laadolescencia. Si no fuera por las expresiones que utiliza, lo que dice podría pasar porun escrito actual. Quizá se trata sólo de los lugares comunes o de los tópicos acercade esta edad, pero la exposición que hace demuestra una gran penetraciónpsicológica. En todo caso muestra que las cosas no han cambiado tanto en losúltimos 2,300 años. Aristóteles contrapone el carácter de los jóvenes con el de losancianos y luego describe el del hombre maduro, al que sitúa entre los dos. Aunque aparentemente las concepciones de la adolescencia puedan versecomo contradictorias o incompatibles, se encuentran algunos rasgos comunes entodas ellas, y lo que las diferencia es un énfasis mayor en unos o en otros aspectos.La adolescencia está caracterizada porque durante ella se alcanza la etapa final delcrecimiento, con el comienzo de la capacidad de reproducción y, junto con ello, seinicia la inserción en el grupo de los adultos y en su mundo. El sujeto tiene que realizar una serie de ajustes más o menos grandes segúnlas características de la sociedad y las facilidades o dificultades que proporciona paraesa integración. De ello dependerá el que ese tránsito sea más o menos difícil serealice de una forma traumática o sin muchas dificultades. Hemos venido señalandoen repetidas ocasiones que en los aspectos más generales de nuestra conducta haysiempre determinaciones últimas de carácter biológico, que interaccionan con lasinfluencias ambientales.
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