El coronel no tiene quien le escriba.
Enviado por Omar Domínguez Mundo • 19 de Diciembre de 2016 • Reseña • 532 Palabras (3 Páginas) • 232 Visitas
El coronel no tiene quien le escriba.
El libro comienza cuando el coronel de nombre desconocido está en su casa haciendo café y se da cuenta que ya solo hay una cucharada, su vida era rutinaria, esperar, se dio cuenta que ya era octubre y ese mes era el que más odiaba pues siempre le iba mal, su esposa había sufrido una crisis de asma como en muchas ocasiones, ellos eran pobres y desde hacía 15 años estaban esperando la pensión del coronel por a ver servido a la última guerra civil y mientras esta no llegaba, empezaron a vender todas sus pertenencias e incluso había días en los que no tenían que comer y para que los vecinos no se percataran de eso su mujer ponía a hervir piedras para que pensaran que iban a comer algo, cuando lo único que comían era algún pedazo de queso con pan o café.
Había muerto una persona y el coronel debía ir a darle el pásame pues era el primer muerto de forma natural al llegar se encontró con su compadre don Sabas, el era el hombre más rico del pueblo y padrino de su hijo muerto.
Ellos tenían una gallera y su hijo murió por culpa de eso según decía su mujer, ellos tenían el gallo que era de su difunto hijo aunque no tuvieran para comer siempre compraban el maíz para alimentar al gallo, se decía que era el mejor gallo del pueblo pues estaba bien entrenado y siempre ganaba las peleas por lo cual valía mucho, pero ellos nunca accedieron venderlo pues era el recuerdo de su hijo e incluso cuando les dijeron que podían darle hasta novecientos pesos (que en ese tiempo era mucho dinero), el coronel asistía cada viernes en donde llegaban los correos esperando a que llegara su pensión pero nunca llegó, así paso 15 años de su vida asistiendo cada viernes y lo único que le decían era “Nada para el coronel” o “El coronel no tiene quien le escriba” y él siempre decía, yo no tengo quien me escriba, e incluso el sentía pena de llegar a su casa con la mala noticia de cada viernes.
Un día su esposa se enojó y le pidió que fuera con su compadre y vendiera el reloj, pero él fue y no se atrevió a decirle entonces regreso a su casa y regreso a vender el gallo, su compadre le dijo que si iba a comprar el gallo pero por cuatrocientos pesos, el accedió, pero al regresar a su casa se dio cuenta que se habían llevado el gallo para una pelea, entonces él fue a buscarlo, se metió en medio de toda la gente y tomó su gallo y se lo llevo a casa pero en ese momento sintió que no debía venderlo, porque era parte de él, por ser de su hijo y su mujer siempre peleaba por vender ese gallo, pero cuando regresó a su casa y le dijo a su mujer que no lo venderían ella se molestó mucho y le preguntó qué, entonces que comerían y el respondió, seguro de sí mismo, y lleno de energía y potencia que hace mucho tiempo no sentía respondía –Mierda-.
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