El desarrollo de la teoría política

A lo largo de la historia hemos sido testigos de la evolución de la sociedad humana, y uno de los grandes avances dentro de ella ha sido nuestra forma de organización civil y estatal. Esto si bien supone un largo camino recorrido con tropiezos y aciertos que nos han permitido reconocer y afinar las ideologías mas acercadas acerca de nuestra visión hacia una convivencia justa.

Es cierto que dentro de toda esta evolución se han cometido errores, pero es parte de nuestra naturaleza humana. El Estado siempre se ha caracterizado por ser un ente ante el cual la sociedad debe mostrar respeto, ya sea por temor, o por admiración y el cual ha participado en las relaciones sociales de diversas maneras.

Dentro de esta relación Estado-Particulares, podemos observar claramente algunas de las teorías tradicionales, que nos muestran la faceta dualista del Estado; por una parte como ente soberano gozando de su imperio durante todas sus acciones como agente de gobierno, para establecer las reglas con las que nos debemos conducir y celebrando actos con otros entes Estatales. Por otra parte como particular para participar en actos civiles bajo los cuales puede celebrar actos con los particulares para la satisfacción de sus labores.

Dentro de esta concepción dualista del Estado, vemos que se puede incurrir en la actualidad en múltiples actos que pudieran carecer de ética y que es uno de los principales problemas hoy en día en las formas de gobierno de los hombres. La corrupción es la problemática más grande que existe alrededor del mundo y contra la cual la sociedad intenta sobrevivir.

Si bien es cierto, la corrupción es aceptada y practicada por la sociedad, desde mi perspectiva también ha sido el gobierno el causante de que esta exista, ya que su carácter dualista lo permite, el unas veces ser ente soberano y otra mostrarse como un particular le ha permitido verse inmiscuido en una serie de eventos desafortunados que provocan la corrupción.

En el mundo actual no se podría pensar en algo distinto a esta dualidad del Estado, aunque esto no significa que es correcto del todo. La falta de delimitación del actuar del Estado cuando es ente soberano y cuando es particular ha propiciado infinidad de posibilidades para un abuso de poder por parte de las autoridades del Estado ocasionando en demasía el descontento de la población.

Otro de los problemas generados por los actuales Estados, es la falta de participación ciudadana en la toma de decisiones. Desde mi perspectiva, al menos en México, pese a que existe la democracia en nuestra forma de gobierno, la participación ciudadana es la menos en las decisiones importantes en el país.

Si bien se ha confiado en las autoridades para la salvaguarda de las necesidades de la población, es importante recalcar que históricamente nuestro Estado se ha caracterizado por el pensamiento del más fuerte. La clase dominante persigue sus propios interés políticos y financieros dejando a un lado todas las carencias de las zonas marginales del país y esto es uno de las mayores complicaciones de nuestra organización política.

Si bien en la teoría el Estado debe procurar la vida digna de todos sus ciudadanos, en la práctica es muy distinto. Hemos visto que el poder soberano en su faceta de particular ha hecho negocios con los recursos del pueblo, o inclusive en su personalidad de autoridad ha protegido fraudes importantes como lo fue el FOBAPROA.

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