El liderazgo al estilo de los Jesuitas.

David Flores.

C.I: V-19.975.254.

Expediente: N° 48.739.

5to. K. Administración Mención. Gerencia de Empresas.

El liderazgo al estilo de los Jesuitas.

        Comenzaré hablando sobre la espiritualidad ignaciana la cual nos dice que debemos vivir de acuerdo con el espíritu de Dios, (Vivir amando más).

‘‘Dios actúa en el mundo, no es un ser lejano’’. Esto nos dice que tenemos que ver a Dios en todas las cosas, es decir, que Dios está presente en todo lo que hacemos a diario.

        Magis (Más en latín).  Tenemos que realizar la misión de la mejor manera posible, exigiéndonos más de una manera apasionada. Haciendo más de lo acostumbrado pero con pasión y convicción. Todos los seres humanos que tengan juicio y razón, se ofrecerán de corazón para esta obra, aquellos que queramos distinguirnos más en el servicio que hacemos, tenemos que ir mas allá, dando siempre un poco más de nosotros mismos. Desarrollando las capacidades individuales de cada uno de nosotros en cada etapa de nuestras vidas.

Dios siempre se manifiesta en nuestras vidas trabajando en ellas, invitándonos, dirigiéndonos, atrayéndonos y guiándonos a una vida plena, haciéndonos reflexionar en todos los acontecimientos ordinarios de nuestras vidas. La meta es entender las decisiones de su corazón, porque la mente muchas veces nos ofrece consejos sabios pero el discernimiento ocurre en el corazón. Donde sabremos diferenciar las cosas y tomar la mejor decisión.

Sabiendo aplicar también la indiferencia la cual nos permite pensar y decidir personalmente sin impedimentos exteriores o interiores, aprendiendo a pensar libre y críticamente, favoreciendo la libre expresión de opciones y sentimientos, así como la creatividad e iniciativa propia.

Tenemos que buscar la verdad y el sentido de la vida misma, liberándonos de prejuicios, falsas impresiones, sin apariencias ni temores. Si nos hacemos indiferentes a todas estas cosas, nos situaremos con libertad ante cualquier situación, porque en la vida todo tiene un valor relativo excepto el hombre y la humanidad. Tenemos que ser objetivos e imparciales, para poder gozar de esta libertad que nos ofrecen.

Todo el mundo es líder y está liderando todo el tiempo a través de cuatro pilares: el auto conocimiento, el ingenio, el amor y el heroísmo.

El autoconocimiento, es conocernos a nosotros mismos, saber quién soy, saber a dónde quiero ir y saber cuáles son mis obstáculos o que es lo que me detiene.

Tenemos que apreciarnos a nosotros mismos, respetándonos y amándonos como seres humanos que somos, teniendo dignidad y potenciales únicos, aprovechando al máximo nuestros dones. Realicémonos una autoevaluación, para determinar cuáles son las fallas y debilidades que manifestamos como vicios o tendencias habituales. Tracémonos metas y aspiraciones que nos motiven a ir más allá.

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