El nuevo gran Informe Anécdota

Cuando mis padres me dijeron que nos íbamos a mudar a otra provincia no lo tomé del todo bien; pensaba en los amigos que dejaba en Buenos Aires, en mi familia y sobre todo en mi abuela. Mi opinión no tenía mucho peso ya que la  decisión estaba tomada y además era necesario viajar debido a que mi papá había recibido una oferta de trabajo importante. Llegamos a Neuquén en febrero de 2006. San Martín de Los Andes resultó ser una ciudad hermosa, donde montañas, bosques y lagos adornaban uno de los lugares turísticos más importantes de la provincia. A pesar de mis pocas expectativas, logré sentirme libre y vivo ya que con apenas nueve años podía tener una vida completamente diferente a la que llevaba en el conurbano bonaerense. La población era mucho menor en comparación a la de Buenos Aires, no había inseguridad ni delitos. El colegio era muy distinto al que fui toda mi infancia pero me acostumbré rápidamente al ambiente y pude entablar una buena convivencia con mis nuevos compañeros. Encontré un grupo de grandes personas que se transformaron en mis amigos, íbamos a todos lados juntos a pesar de la diferencia de edad que existía. San Martín de Los Andes me sirvió mucho para crecer en diferentes aspectos, allí viví grandes experiencias y conocí personas que marcaron mi vida. Me dolió mucho tener que pegar la vuelta a Buenos Aires luego de un poco más de un año de estar en el sur del país.

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