El quinto elemento
Enviado por Luciana Ojeda • 12 de Diciembre de 2017 • Informe • 1.597 Palabras (7 Páginas) • 266 Visitas
Resolución
Informe de Lectura Crítico del texto N° 3 “El quinto poder” de Ignacio Ramonet.
Ramonet, I. (2003). El quinto poder en Le Monde Diplomatique. Recuperado de http://ateneu.xtec.cat/wikiform/wikiexport/_media/cursos/curriculum/interniv/dv36/modul_1/ramonet.pdf
El Dr. en Semiología e Historia de la Cultura Ignacio Ramonet es un intelectual español especialista en geopolítica y estrategia internacional. Durante el periodo 1990-2008 se desempeñó como director de la publicación mensual Le Monde Diplomatique, donde ejerce el periodismo en la actualidad.
En octubre de 2003 publicó el editorial de Le Monde Diplomatique, titulado “El quinto poder”. Su producción coincide con su participación en el Foro Social Mundial que se realizó en Brasil un año antes, un encuentro de organizaciones sociales en oposición al Foro Económico Mundial (que se celebra cada año en Davos) y que buscaba contrarrestar las consecuencias que había dejado, tras de sí, las políticas neoliberales aplicadas en los países periféricos.
En este escenario social y político en el que viven las sociedades globalizadas, surge el debate social sobre qué posición toman los medios de comunicación ante esta realidad. Entonces, Ramonet responde que existe un poder mediático que ha dejado de lado la representación de los que no tienen voz y que manipula en función de las relaciones existentes con los Estados y las megacorporaciones mundiales, deteriorando la calidad de la información, que representa el insumo con el que los ciudadanos toman sus decisiones. De manera que, el periodista en este texto, aborda el rol de los medios de comunicación en las sociedades globalizadas y basa el análisis en su conocimiento en geopolítica, comunicación y Derechos Humanos. Al mismo tiempo brinda un aporte a las disciplinas de la sociología, la economía y el ejercicio del periodismo, con la finalidad de convencer y convocar a sus lectores a comprometerse en la conformación de un “quinto poder”, que devuelva el equilibrio a la forma republicana de las democracias liberales.
El diagnóstico de Ramonet resulta indiscutible ya que en América Latina sobran ejemplos de manipulación informativa en función de los intereses de los conglomerados mediáticos que se encuentran alejados del bien común. Sin embargo, hay que reconocer que la propuesta de crear un nuevo poder, una fuerza civil, es utópica. A la luz de los hechos, se puede distinguir que existen otras estrategias que propendan a la contrainformación como así también existen otras regulaciones que protegen el derecho social de la comunicación.
Para sostener su hipótesis, el autor refuerza la función de los poderes republicanos (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), el equilibrio que debe existir entre ellos como condición del ejercicio democrático. De este modo, Ramonet presenta la problemática desde el funcionamiento institucional que es aceptado en los países occidentales y por ende, no busca incomodar al lector al que se dirige.
En la división de poderes que el autor repasa también, incluye los peligros de las decisiones de los diferentes estamentos del Estado, en los que el periodismo, históricamente distinguido con el nombre del “cuarto poder”, funcionaba para dar a conocer las injusticias y los excesos de poder frente al ciudadano común. De esta forma, Ramonet analiza que los medios de comunicación tienen esa legitimidad frente a la opinión pública pero advierte que en los últimos años, el periodismo fue coaptado por las fuerzas del poder económico mundial y ha abandonado su función social y democrática.
Además, enfatiza que, ese cambio rotundo se debe a que, en los últimos años, la mundialización de la economía y la cultura alteró los límites de las fronteras nacionales y es el capital financiero el que se constituye como el nuevo “amo del mundo”. En consecuencia, para el autor, las decisiones que afectan al ciudadano en lo cotidiano ya no dependen de los gobiernos sino de la relación que exista entre ellos y las corporaciones que participan en Davos, representadas por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio.
Por otro lado, a lo largo del texto, Ramonet demuestra el grado de concentración mediática que engloba en la actualidad a los grupos económicos más importantes que se establecen mucho más poderosos que cualquier Estado Nación, por lo que pueden influir en las políticas, siguiendo sus intereses comerciales. Ramonet enfatiza que el periodismo, al depender de estas empresas, representa a las corporaciones. También, reconoce que un factor predominante de esta época es la revolución digital que permite que comunicación e información se vuelvan difusas y hoy, se conviertan en “la industria pesada de nuestro tiempo”. De ahí que para, el autor, surge el nivel de influencia de los medios de comunicación y la posibilidad de concentración que han generado en los últimos años.
En consecuencia, si el periodismo no tiene margen de acción frente al poder de las corporaciones mediáticas y económicas, y éstas presionan a los gobiernos, a la sociedad civil solo le resta organizarse en, lo que el periodista español denomina, el “quinto poder”. Este nuevo órgano tendría la función de contralor, al denunciar las complicidades entre los “gigantes” de la política, el sector financiero y los medios, para la protección del ciudadano, según el autor.
Por su crítica a los medios de comunicación y su relación con los poderes, la ideología que presenta Ramonet es la de un liberalismo europeo que propugna por las libertades individuales y el ejercicio republicano. Esto es evidente ya que se construye como un enunciador que valora a la democracia, considera que el verdadero periodismo es aquel que se ejerce defendiendo a las minorías e invita a la participación ciudadana en los problemas públicos, como lo es el acceso a la información veraz. En contrapartida, se opone a la manipulación, al abuso del poder (ya sea político como económico) y a la mercantilización de la comunicación.
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